El pasado fin de semana, el Wrexham galés, equipo que juega en la cuarta división inglesa (EFL League Two) y que es propiedad de los actores estadounidense Ryan Reynolds y Rob McElhenney, anunció el fichaje de James McClean, centrocampista procedente del Wigan Athletic, por unos 350.000 euros.
McClean es un futbolista irlandés de 34 años que ha jugado más de 180 partidos en la Premier League y otros 370 en las demás divisiones del fútbol inglés, militando en clubes como el West Bromwich Albion, el Sunderland o el Stoke City. Además, ha sido convocado 100 veces para partidos de la selección nacional de la República de Irlanda.
Cierto, no son los números de Cristiano o de Messi, pero dan prueba de una carrera larga, sólida y estimable que, además, ha sido conseguida por un jugador que tiene una característica muy especial: es autista.
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🗨️ Un trastorno que afecta a la comunicación y al comportamiento social
La Confederación Autismo España define el trastorno del espectro del
autismo (TEA) como una condición de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral.
Este trastorno influye en las habilidades de comunicación, incluida la capacidad de expresarse verbal y no verbalmente, en la comprensión de señales y matices sociales, y en la flexibilidad del comportamiento y del pensamiento.
James McClean tiene experiencia en clubes de divisiones superiores.
Willow-Ivy, la pequeña hija del jugador internacional irlandés, fue diagnosticada como autista hace cuatro años. Desde entonces, «cuanto más aprendíamos mi mujer, Erin, y yo sobre el autismo, más nos dábamos cuenta de yo era muy parecido a Willow-Ivy en más cosas de las que pensábamos”, ha declarado McClean.
Por ello, decidió hacerse una evaluación de TEA y el resultado fue positivo. El futbolista lo hizo púbico el pasado mes de marzo, coincidiendo con la celebración de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
💪 Un jugador comprometido
Fue un gesto de compromiso que no es inusual en la trayectoria de McClean. Aunque es internacional por la República de Irlanda, el jugador nació en Derry, una de las principales localidades de Irlanda del Norte. Pues bien, hace diez años, estando en el Sunderland, creó una notable controversia por declarar en las redes sociales que su canción favorita del grupo irlandés The Wolfe Tones era “The Broad Black Brimmer”, un tema claramente alineado con las posiciones el republicanism irlandés, movimiento político que aboga por una Irlanda unida.
Además, se ha negado siempre a llevar la camiseta que, a comienzos de cada mes de noviembre, suelen llevar los jugadores de la Premier League para homenajear al personal militar inglés muerto en combate. McClean rehúsa llevarla por su pleno rechazo al comportamiento el Ejército británico en Irlanda del Norte y ha recibido por ello el apoyo de algunos jugadores y entrenadores (por ejemplo, de Giovanni Trappatoni).
De hecho, el jugador ha sufrido un repetido acoso en las redes sociales por parte de aficionados anti-irlandeses durante su larga etapa como jugador de las Ligas inglesas, hasta el punto de que, el año pasado, la Federación irlandesa (Football Association of Ireland) le ofreció apoyo formal para defenderse. Esta larga trayectoria de compromiso social influyó claramente en su decisión de hacer público que sufría autismo.
“He debatido conmigo mismo durante cierto tiempo si debía compartirlo no públicamente”, ha confesado. “Finalmente, lo he hecho por Willow-Ivy, para que sepa que la comprendo y que ser autista no le impedirá alcanzar sus metas y sus sueños”. De momento, tras más de 15 años de carrera profesional aún en marcha, parece que McClean ha sido capaz de lograrlos.
