Marta Vieira da Silva, considerada por muchos la mejor jugadora de fútbol femenino de todos los tiempos, encara sus últimos Juegos Olímpicos con la esperanza de conseguir el único título que se le ha escapado: el oro olímpico. A sus 38 años, Marta busca cerrar su brillante carrera internacional con un triunfo en París, donde Brasil intentará conquistar la gloria que se le ha resistido en el escenario internacional.
España, rival a batir en el fútbol femenino durante los Juegos Olímpicos
🤩 La primera gran crack del fútbol
En 2004, cuando el fútbol femenino apenas recibía cobertura mediática y pocas jugadoras podían dedicarse profesionalmente, Marta ya destacaba como una promesa. Con solo 18 años, en los Juegos Olímpicos de Atenas, los rivales ya la tenían en la mira. Sacha Wainwright, ex defensora australiana, recuerda cómo el equipo se preparó específicamente para enfrentarla, algo inusual en esa época. A los 34 minutos del partido, Marta marcó un gol que demostró por qué merecía tanta atención.
En las dos décadas siguientes, Marta ha dejado una huella imborrable en el fútbol femenino. Ha frustrado a innumerables defensoras con su talento y se ha ganado el respeto y admiración de todos. Ahora, con seis Balones de Oro de la FIFA en su haber y una carrera llena de logros, Marta está participando en sus sextos Juegos Olímpicos, su último intento de conseguir un título internacional importante.
Marta afronta sus últimos Juegos Olímpicos.
Selin Kuralay, quien enfrentó a Marta en el Mundial sub-19 en 2002, recuerda la primera vez que vio a Marta en acción. «Era claramente la mejor jugadora del torneo. Sus habilidades eran muy superiores a las nuestras», comenta entre risas. Desde entonces, Marta ha demostrado su calidad en cada oportunidad, empezando con su actuación en el Mundial absoluto de 2003, donde a los 17 años ya mostraba destellos de su talento.
En 2004, Marta se unió al Umea IK de Suecia, un equipo conocido como las «Galácticas del fútbol femenino». Allí ayudó al equipo a ganar la Champions League en su primera temporada. Andree Jeglertz, su entrenador en ese momento, recuerda cómo Marta resolvía cada situación a su manera, rompiendo patrones y demostrando su habilidad para ganar partidos y trofeos. En los Juegos Olímpicos de 2004, Marta y el combinado brasileño llegaron a la final, pero una controversial decisión arbitral y un gol de Abby Wambach en el tiempo extra dieron la victoria a Estados Unidos. Fue un duro golpe para Brasil, que mereció el oro por su desempeño y espíritu. A pesar de esto, la calidad de Marta y su equipo los convirtió en favoritos en cada torneo importante desde entonces.
❌ El anhelo de una gran victoria con Brasil
Brasil estuvo cerca de la gloria nuevamente en 2007, cuando Marta anotó un gol espectacular en la semifinal del Mundial contra Estados Unidos. Sin embargo, en la final, Alemania las derrotó. En los Juegos Olímpicos de 2008, Brasil volvió a quedarse con la plata tras perder contra Estados Unidos en tiempo extra. Desde entonces, Marta y su equipo no han llegado a otra final de un torneo internacional importante. Sin embargo, sí ha ganado la Copa América hasta en ocho ocasiones.
A lo largo de su carrera, Marta ha ganado 13 trofeos de clubes en tres continentes, incluida la Champions League y la Copa Libertadores. Ha trascendido el deporte, recibiendo elogios de figuras como Pelé y consolidándose como la mejor jugadora de la historia del fútbol femenino. Además, Marta ha sido una voz activa en el desarrollo del fútbol femenino, pidiendo más apoyo y visibilidad para el deporte.
Marta fue nombrada mejor jugadora femenina hasta en seis ocasiones.
En 2019, tras la eliminación de Brasil en los octavos de final del Mundial, Marta lanzó un emotivo mensaje a la próxima generación de jugadoras, instándolas a valorar y apoyar el fútbol femenino. En 2023, después de la eliminación de Brasil en la fase de grupos del Mundial, reiteró su compromiso con el desarrollo del deporte y expresó su confianza en las jóvenes jugadoras brasileñas.
Los Juegos Olímpicos de París serán el último gran torneo internacional para Marta, quien se retirará de la selección a finales de 2024. Su calidad, liderazgo y experiencia serán fundamentales para Brasil. Bajo la dirección de Arthur Elias, el equipo ha mostrado un juego más atractivo y cuenta con jugadoras de gran talento. Sin embargo, la capacidad de Brasil para vencer a las naciones de élite sigue siendo una incógnita. «Estoy deseando disfrutar de cada momento e intentar ganar esta vez, porque va a ser la última. ¡Es ahora o nunca!», afirmó Marta recientemente. Para ella, el oro olímpico sería el broche perfecto para una carrera legendaria. Aunque su legado ya está asegurado, una victoria en París sería un tributo apropiado a la mejor jugadora de la historia del fútbol femenino y un sueño hecho realidad para ella y sus compañeras de equipo.
