Megan Rapinoe es una de las personalidades más influyentes de Estados Unidos y, por consecuencia, del mundo. La jugadora nacida en Redding, California, lo ha ganado todo en el mundo del fútbol, incluidos dos Mundiales y un oro olímpico y un Balón de Oro, pero su lucha por ser la mejor no se ha quedado solo en un terreno de juego.
Su figura ha traspasado las canchas para ser una referente de las causas sociales. Rapinoe ha servido de ejemplo para la comunidad LGTBI y para la igualdad de la mujer en la sociedad. A sus 38 años, esta californiana de pelo corto y cambiante de color y con grandes dotes para el balón ha puesto fin a su carrera como futbolista. Aunque su lucha continuará fuera de los terrenos de juego.
⚽ Un ejemplo como futbolista
Rapinoe empezó su carrera desde abajo. Entre 2002 y 2005 jugó para Elk Grove Pride de Estados Unidos en la Women’s Premier Soccer League, la tercera división, junto con su hermana melliza, Rachael. Enseguida acudió a la llamada de la selección estadounidense, con la que disputó varios torneos en categorías inferiores. En 2005 estudió en la Universidad de Portland y jugó para los Portland Pilots.
Debutó como capitana de la selección en julio de 2006 frente a Irlanda y en 2009 dio el salto a la Women’s Professional Soccer con el Chicago Red Stars tras superar dos graves lesiones de cruzado. En 2011 pasó por tres equipos: Philadelphia Independence, MagicJack y Sydney FC. En todos tuvo una participación destacada. Posteriormente, fichó por el Seattle Sounders Women y tuvo su única experiencia europea en el Olympique de Lyon, entre 2013 y 2014. Tras esa aventura, regresó a Estados Unidos para unirse al OL Reign, club en el que ha permanecido hasta ahora.
😍 Abanderada de su país
Como futbolista, Rapinoe ha ganado varios trofeos, pero los más importantes han llegado con la selección de Estados Unidos. En el Mundial de Alemania 2011 asistió a Abby Wambach para que empatase el encuentro de los cuartos de final ante Brasil en el minuto 121. El combinado americano llegó hasta la final, pero perdió contra Japón. Sin embargo, un año después se quitó el mal sabor de boca conquistando el oro en los Juegos de Londres 2012, donde también consiguió un gol olímpico de saque de esquina.
A partir de este momento, las estadounidenses se convertirían en uno de los mejores equipos de fútbol femenino. Ganaron el Mundial de 2015 y repitieron triunfo en 2019, quizás el mejor año de Rapinoe. Marcó su gol número 50 con la selección en la final ante Países Bajos, que EEUU conquistaría con un 2-0. La celebración de su gol, con los brazos extendidos y su pelo teñido de color lila, dio la vuelta al mundo.
La centrocampista fue nombrada mejor jugadora del torneo y se llevó la Bota de Oro con sus seis dianas. Esa actuación le sirvió para llevarse el premio a Mejor Jugadora de la FIFA y también el Balón de Oro por parte de la revista France Football. Algo que ninguna jugadora había conseguido antes.
Alcanzó el olimpo del fútbol. Todo el mundo sabía quién era Megan Rapinoe. Altavoz que utilizó para luchar contra las desigualdades. Incluso la gente le pidió en 2019 que se pasara a la política. Le animaron a que se presentara a la presidencia en las elecciones de 2020. Una encuesta de Public Policy Polling le dio un 42% de apoyo del electorado estadounidense, un punto más que Donald Trump. En ese momento, descartó hacer el salto.
💪 Una lucha activa para cambiar el mundo
Aunque dentro de un rectángulo de juego es admirada por su calidad, fuera, Rapinoe divide opiniones. La jugadora ha sido una activista por la igualdad, defensora de la comunidad LGTBI y por la igualdad. Y no dudó en cargar contra su propia Federación al ser una de las 28 jugadoras que demandaron a la USSF en 2019, reclamando igualdad salarial con el equipo masculino. Fruto de aquella demanda, la Federación estadounidense anunció en mayo de 2022 equiparación salarial en las bonificaciones y premios entre hombres y mujeres. Por ese motivo, las futbolistas americanas eran de las mejor pagadas en el último Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Tampoco ha escondido su vida personal. Es una de las deportistas que se han declarado homosexuales abiertamente, a favor de la ley del aborto y ha apoyado las causas LGTBI. Mientras que otro de los actos más sonados que se le recuerdan fue en 2016, cuando se arrodilló durante el himno nacional en solidaridad con Colin Kaepernick en apoyo a la lucha contra el racismo. Todos estos movimientos han levantado ampollas en las personalidades más conservadoras del país. Algo que no le ha preocupado en exceso.
Asimismo, entre sus cruzadas se enfrentó a Donald Trump cuando este era presidente de los Estados Unidos. Lo llamó «sexista, misógino y racista» y se negó a acudir a la Casa Blanca si ganaban el Mundial de 2019. Rapinoe es embajadora de Athlete Ally, un grupo enfocado en que todos los atletas tengan el mismo acceso al deporte, sin importar el género o la orientación sexual, y participa en organizaciones solidarias como Common Goal.
En 2022, el presidente Joe Biden le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más importante de Estados Unidos. Rapinoe se ha retirado del fútbol con la final de la liga estadounidense, la NWSL, aunque se lesionó nada más comenzar el choque. El OL Reign perdió la final ante el Gotham, entrenado por el español Juan Carlos Amorós. Aunque su carrera en los terrenos de juego haya acabado su actividad no cesará. Seguirá luchando para hacer del mundo un lugar mejor y justo.