17 años de Modric en Croacia.
⚽ Fútbol internacional

Los 17 años de Luka Modrić en la selección de Croacia

Con su 39 cumpleaños a la vuelta de la esquina, Luka Modrić sigue empeñado en exhibirse allá donde va. La última cátedra la impartió en De Kuip, en las semifinales de la Nations League contra la selección de Países Bajos que dirige Ronald Koeman, con gol y asistencia, que podrían trascender si Croacia gana su primer título de selecciones absolutas. En su extensa carrera internacional aún tiene varios récords a tiro. Y un legado imborrable a sus espaldas. Aquí la prueba de los delitos.

🔢 Sus internacionalidades, en números

Con 171 presencias en la absoluta, Luka Modrić es el decimocuarto futbolista que más veces ha vestido la elástica de un combinado nacional en la historia del fútbol. Luka ostenta el récord en Croacia, muy por delante de las 134 de Darijo Srna o de las 126 de Ivan Perišić. De los deportistas en activo en el fútbol profesional de selecciones, solo Leo Messi (decimosegundo con 175 partidos) y Cristiano Ronaldo (primero, con 198) suman más partidos que él.

Los logros e hitos pendientes de Leo Messi con Argentina

Con la final de la Nations League, Luka Modrić se quedará a un encuentro de igualar a Iker Casillas y a 18 de colarse en el top 5 histórico. Por si le faltase motivación para seguir, que no hay ni el menor ápice de duda de que así sea, aquí tiene un bonito reto. Si jugase la próxima Eurocopa, lo haría con 38 años y 9 meses. Podría ser el futbolista más veterano en vestir la camiseta de una selección en la actualidad. Se acercaría, por tanto, al récord de Gábor Király, el mítico portero húngaro, que llegó a jugar con 40 años y 86 días, aunque sin posibilidad de superarle.

¿Hay algún jugador internacional más veterano que Ibrahimović?

A quien sí podría destronar es a Ivica Vastić, atacante ya retirado de Croacia, que tiene el récord del goleador más veterano en una Eurocopa. Lo marcó con 38 años y ocho meses, curiosamente, en el partido contra Polonia de la Euro 2008, cuando era ya compañero de Luka Modrić en la selección del este.

🇭🇷 Entre los dioses del Olimpo en Croacia

La leyenda del Real Madrid debutó con Croacia el 1 de marzo de 2006, en un amistoso contra Argentina, que ya contaba con Leo Messi en sus filas. Luka Modrić fue titular a sus 20 años, 5 meses y 20 días, cuando aún pertenecía al Dinamo Zagreb, previo paso por el NK Zadar (ciudad de nacimiento, que aglutina a 75.000 habitantes), Zrinjski Mostar bosnio e Inter Zaprešić, también croata. Realmente, lo suyo no ha sido tanto la precocidad, ya que está solo entre los 40 jugadores más jóvenes en estrenar la camiseta croata absoluta, sino la puntualidad y la longevidad.

Luka Modrić ha jugado cuatro Mundiales, que no son cinco porque Croacia no se clasificó al de 2010, y cuatro Eurocopas, que le convierten en el tercer jugador con más partidos en el torneo, tras Cristiano Ronaldo y Buffon.

Concretamente, lleva 17 años y 3 meses como internacional. Le ha dado tiempo a comandar de principio a fin a la generación dorada en la historia de una Croacia que, hasta que debutó el jugador más importante de su historia, apenas había participado en dos Mundiales y dos Eurocopas, sin contar las presencias de la ya extinta Yugoslavia. Ha podido coincidir con muchos de los futbolistas más relevantes del país, como Ivan Rakitić, Mario Mandžukić, Darijo Srna, Ivan Perišić, Mateo Kovacic o Ivan Klasnić, entre otros. Aunque no jugó junto a Robert Prosinečki,  Davor Šuker o Zvonimir Boban, quienes eran las máximas leyendas del país hasta que apareció el ‘Mago de Zadar’

Zvonimir Boban Croacia Luka Modrić

Zvonimir Boban, exfutbolista croata del Dinamo Zagreb, Milan, Bari y Celta de Vigo desde 1985 hasta 2002, es el confeso ídolo de Luka Modrić. De él se inspiró en sus fintas.

😍 Grandes logros individuales de Luka Modrić

Aludíamos antes a la puntualidad de Luka, un talento mayúsculo en aquellos partidos que más cuesta arriba se ponen. Tiene más vidas que una manada gatuna. Eso sí, su naturaleza de centrocampista no le ha llevado a marcar demasiados goles. En total ha hecho 24 tantos, que no son pocos para un alma creativa que entra mucho en juego desde la base de la jugada. Eso sí, hay unos cuantos importantes.

El primero, en 2017, para abrir la lata ante Grecia en la repesca rumbo al Mundial de Rusia, en el que jugaron la final. En fase de grupos, anotó dos contra Nigeria y Argentina, antes de marcar dos penaltis decisivos en las tandas de octavos y cuartos, frente a Dinamarca y Rusia. Misma forma e igual desenlace que en los cuartos de final de 2022, contra Brasil.

 

Pero, si hay dos partidos icónicos recientes, esos fueron en 2021. Tanto en la jornada tres de la Eurocopa 2020, pospuesta al verano siguiente, contra Escocia. Croacia estaba quedando eliminada, hasta que en el minuto 62 anotó el 2-1 con una definición de exterior marca de la casa y le sirvió en bandeja el 3-1 a Perišić en el 77, que clasificó a los suyos para octavos de final.

Y, si hablamos de heroicidades clasificatorias, es imprescindible recordar el día que vencieron a Rusia en un duelo a cara de perro. El que ganase se metía en el Mundial de Catar, con el hándicap de que el empate beneficiaba a los rusos y de que se jugaba bajo un diluvio apocalíptico. Nadie era capaz de dar un pase de rutina cómodamente, imperaban los patadones del rival y los centros al tun-tun de Croacia. Mientras, Brozović y Modrić tiraban paredes en un recinto ideal para la práctica del waterpolo. Sin duda, uno de los partidos más emocionantes de su carrera, que les condujo hasta la medalla de bronce en diciembre de 2022.

 

Dicen que lo importante no es tanto el destino, como la trayectoria. Y Pep Guardiola recordó hace unos días que, aunque no ganasen la Champions, habían disfrutado como enanos por el camino. Luka todavía tiene la espinita clavada de haber rozado una medalla de oro en dos Mundiales y, con ellos, el primer gran título de la selección croata.

Por eso nadie quiere tanto la Nations League de 2023 como él, y como ellos. Lo que está claro es que, en el día a día, Modrić ha ganado años de vida con la camiseta ajedrezada. Igual ahí está su secreto mejor guardado y su tesoro más preciado.

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