Semifinalista de Conference League y ganador de la Youth League. Como mínimo, el AZ Alkmaar podrá presumir de esos dos hitos sin precedentes en su historia y en la de todo el fútbol neerlandés. Porque, aunque no sea el equipo puntero de los Países Bajos, sino más bien el eterno cuarto, ha reducido la brecha respecto a Ajax, PSV Eindhoven y Feyenoord, el triángulo de las bermudas que absorbe a los mejores jugadores y hace desaparecer la mayoría de trofeos del país. Hay motivos para ilusionarse por la juventud de los artífices de ambos éxitos.
🥇 Oportunidad de oro en Conference League
Hasta la fecha, lo más cerca que estuvo el AZ Alkmaar de tocar metal europeo fue con la final de la Copa de la UEFA de 1980/1981, en la que cayó contra el Ipswich Town. Este curso no parte como favorito, para ganar tendría que superar al West Ham en semis y a Basel o Fiorentina en una hipotética última instancia. Aun así, ya es un éxito haber alcanzado esta ronda. Especialmente, por haber dado la campanada contra la Lazio en octavos y por cómo se dio la eliminatoria de cuartos, remontada mediante ante el Anderlecht, que culminaron los neerlandeses en la tanda de penaltis.
Sorprende lo bien que está compitiendo, con una edad media de plantilla que se sitúa en los 23 años y un once que no suele alcanzar los 25. Entre sus mayores individualidades a seguir se encuentran Vangelis Pavlidis (24), su ‘9’ goleador, Jens Odgaard (24) y Tijjani Reijnders para mover los hilos en la sala de máquinas.
🏆 Una Youth League insospechada
En categoría sub-19, se ha convertido en el nuevo campeón de Europa juvenil gracias a un vendaval ofensivo desatado por Ernest Poku (19), Jayden Addai (17) y Mexx Meerdink (19). Este último, la sensación y máximo goleador del torneo, hasta el punto de que Pascal Jansen ya ha contado con él para seis encuentros del primer equipo. Incluido, el trascendental choque de vuelta contra el Anderlecht, en el que marcó, incluso, un penalti en la tanda.
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— UEFA Youth League (@UEFAYouthLeague) April 25, 2023
Es el primer club que gana la Youth League tras ser campeón nacional en categoría juvenil, vía mediante la cual logró la clasificación a la denominada Ruta de Campeones, y no en condición de filial de los clubes que disputan la Champions League. Por el camino, goleó al Eintracht Frankfurt (5-0) en dieciseisavos de final, Barcelona (0-3) en octavos, al Real Madrid de Arbeloa (4-0) en cuartos y al sorprendente Hajduk Split croata (5-0) en la final. Solo el Sporting CP en semifinales le marcó (2-3). Ya no es solo lo que hay en el actual AZ Alkmaar, sino lo que viene desde sus inferiores.
🥹 El fútbol le debía una
Si la llegada de la pandemia ha marcado un antes y un después para muchos equipos, sobre todo en lo económico, al AZ Alkmaar le hizo un destrozo catedralicio. Porque el fútbol, y lo que no es el fútbol, se paró en el momento que lideraba la Eredivisie junto al Ajax, a falta de ocho jornadas para la conclusión. Cuando el equipo dirigido por Arne Slot, actual técnico del Feyenoord que parece dispuesto a cobrarse aquella deuda en la presente temporada, venía con una inercia mucho más positiva que los de Ámsterdam.
Antes de la jornada 24 estaba a seis puntos y, después de la 25, duelo directo entre medias, ya había igualado la puntuación del gigante capitalino. Tras la 26 llegó el confinamiento, con la particularidad de que en los Países Bajos se daría por finalizada la temporada, sin campeón. El Ajax perdió un marrón, tenía mucho que perder y poco que ganar. El AZ Alkmaar, una oportunidad única para reivindicarse.
Myron Boadu, Oussama Idrissi y Calvin Stengs.
Lo hizo de la mano de jugadores muy cotizados entonces, como Calvin Stengs (Royal Antwerp), Teun Koopmeiners (Atalanta), Fredrik Midtsjø (Galatasaray), Myron Boadu (Monaco), Oussama Idrissi (Feyenoord) o Owen Wijndal (Ajax). De aquella generación apenas continúan cuatro jugadores en plantilla: Pantelis Chatzidiakos, Tijjani Reijnders, Jordy Clasie y Dani de Wit. Perdió una generación dorada, o eso parecía, en el momento en que los traspasos bajaron de precio y se vio obligado a vender. Aunque, a decir verdad, casi todos se han estancado tras salir de Alkmaar. Solo queda ver el vaso medio lleno, por mucho que cueste.
