Se viven tiempos difíciles en San Siro. Tras el inesperado título liguero cosechado la pasada campaña y las dudas que generaba el resto de equipos de la parte alta, se crearon unas expectativas en torno al Milan de Pioli que no se corresponden con lo mostrado sobre el césped. Mucho menos con el tétrico mes de enero que completó el equipo de Lombardía, en el que cayó (4-0) con estrépito ante la renovada Lazio de Maurizio Sarri, 2-5 frente a un Sassuolo que llegaba en descenso y 1-0 y 0-3 ante el Inter, su archirrival, en Serie A y Supercoppa Italia, respectivamente. Los rossoneri no conocen la victoria desde el 4 de enero. ¿A qué se deben estos resultados?
🦁 Este Rafael Leão no es el rey de la selva
Uno de los downgrade más evidentes de la presente temporada es el del extremo izquierdo portugués. El mismo que se llevó el MVP de la Serie A la 2021/2022 y que sentenció varios partidos a base de tramos arrolladores: en conducción, con diagonales hacia dentro, determinación de cara a portería, colmillo en la presión… Sin embargo, ha vuelto del Mundial en un estado de forma bastante terrenal, que unido a su inconsistencia a lo largo de los encuentros, no le hacen tan dañino. Tanto, que en el duelo liguero frente al Inter no fue de la partida.
Eso sí, su promedio goleador, con una frecuencia de 175 minutos de media entre cada diana, supera el registro del pasado curso, en el que marcaba cada 238 minutos. En los siete partidos disputados en enero, vio puerta en dos ocasiones. Un Rafael Leão que finaliza contrato en junio de 2024 y cuya continuidad la próxima campaña no está ni mucho menos asegurada. A colación de su nivel, causa o consecuencia, pero no casualidad, Theo Hernández es otro que está lejos de su prime en esa banda izquierda que funcionaba, de forma casi telepática, a altas velocidades.
🐚 El Milan perdió su esencia
En lo colectivo, el mejor Milan de la última década no fue un equipo rígido, con una sola idea de juego. Fue uno camaleónico, pese a que el esquema fuese siempre el 1-4-3-3 o 1-4-2-3-1, con más profundidad por el mencionado flanco izquierdo que por la derecho. Pero, al fin y al cabo, con bastante cintura para adaptarse al contexto y a cada rival. En muchas ocasiones, Pioli replicó la presión valiente tan representativa de la clase media-alta de la Serie A, con marcajes férreos e, incluso, persecuciones hombre a hombre por todo el campo. Un equipo que asfixiaba más que ahora, que dejaba jugar menos. Eso, por no hablar de que, contra todo pronóstico, Stefano se ha puesto a experimentar con nuevos dibujos.
Pioli (#Milan) en rueda de prensa:
"En las próximas jornadas jugaremos con defensa a 3, después en fase ofensiva dependerá…" pic.twitter.com/5zMCJUMhJk— Mario Gago Huerta (@gago_mario) February 5, 2023
🪟 Defensa transparente
En lo individual, Fikayo Tomori es otro de los nombres más paradigmáticos del bajón que ha pegado la escuadra rossonera. De ser uno de los mejores centrales del Calcio a cometer errores importantes con bastante frecuencia. Para más inri, lesionado estas últimas semanas, sin un recambio de garantías como Gabbia o Simon Kjær, al que su grave lesión en la 2021/2022 le ha pasado factura. Y Kalulu, socio de Tomori en el eje de la zaga del Milan campeón, también se ha dejado contagiar por el inglés, además de verse obligado a actuar como lateral puntualmente.
👼 Sin Maignan, su ángel de la guarda
Si hay una demarcación que es la antítesis de lo que fue el mejor Milan de Pioli, esa es la portería. Sin Mike Maignan, presumiblemente hasta final de temporada, perdió en septiembre a su cerrojo: apenas pudo disputar siete encuentros esta 2022/2023, tras encajar una media de 0,7 goles por partido la pasada campaña.
Ciprian Tătărușanu, su sustituto, ahora es el segundo que más goles encaja de toda la Serie A (1,6 por partido), además de solo sumar dos porterías a cero en 15 partidos, los mismos goles que Maignan en menos de la mitad de encuentros. Evidentemente, esto no solo es una cuestión individual, ya que al equipo le llegan más por lo expuesto anteriormente y por su necesidad de abrir los partidos y arriesgar más. Pero, más allá de números, es evidente que el meta rumano no transmite seguridad bajo palos e, incluso, comete errores de interpretación, y no solo de ejecución, con cierta frecuencia.
📢 Falta liderazgo
Con Zlatan Ibrahimović lesionado y fuera de la lista para la Champions, lo que hace intuir que no volverá prácticamente a jugar esta 2022/2023, sin el propio Maignan, con el nivel de Leão y Tomori, o con un Kjær lejos de su versión de antaño… el Milan carece de jugadores que tiren del carro para revertir la situación. La excepción es Olivier Giroud, que aun así no tiene la pólvora del todo afinada, y un centro del campo conformado por Tonali y Bennacer, la mejor noticia para Pioli dentro de una decepcionante temporada.
