De la forma más insospechada, Ademola Lookman ha irrumpido en la Serie A de la mano de la Atalanta de Gasperini para firmar su mejor temporada en la élite. A cambio de solo 9 millones de euros, el atacante nigeriano llegó a Bérgamo. Lejos de desentonar, se ha convertido en el jugador franquicia de un aspirante a entrar en Champions League. El Leicester City, prueba de la poca fe que le tenía el último de los equipos que rellenan su extenso currículum, pese a tener 25 años, ni siquiera guardó una cláusula de recompra. Probablemente, ahora se arrepientan.
🚂 Naturaleza nómada
Cinco clubes diferentes de tres países distintos en los últimos cinco años: Everton 2018/2019, RB Leipzig 2019/2020, Fulham 2020/2021, Leicester City 2021/2022 y Atalanta 2022/2023. Esa es la complicada trayectoria de un futbolista al que le costó un mundo asentarse allá por donde pisó. Solo en el equipo londinense superó, con creces, el 50% de titularidades, aunque la temporada pasada también jugó más de la mitad de los minutos posibles, de la mano de los foxes.
✨ En el mejor momento de su carrera
Las cifras así lo atestiguan. Con once goles, Lookman ha terminado la primera vuelta de la Serie A como el segundo máximo goleador, con solo dos menos que su compatriota, Victor Osimhen. Oportunidad de oro, para ambos de conquistar el Capocannoniere, algo que aún no ha logrado ningún jugador africano en la historia. En este caso, sería bajo el matiz de ascendencia e internacionalidad absoluta nigeriana, pues nació en Londres y se formó en el fútbol inglés. Llegó a representar a los ‘Three Lions’ desde la categoría sub-19 hasta la sub-21.
Ademola Lookman es seleccionable con Nigeria, pero fue uno de los campeones del Mundial sub-20 de 2017 con Inglaterra, donde coincidió con la generación de Tomori, Solanke, Walker-Peters, Konsa, Calvert-Lewin, Maitland-Niles o Dean Henderson.
Por si fuera poco, Lookman es el autor del 30% de los goles de la Atalanta este curso, un equipo que promedia casi dos goles por encuentro. Números a un lado, se le ve en un momento de inspiración, atrevimiento y puntualidad en la definición difícilmente imaginable. Aunque, más allá de eso, y de su amenaza tirando desmarques, tampoco es un jugador sobre el que se sustente todo el sistema ofensivo de ‘La Dea’, como en su momento sucedió con el ‘Papu’ Gómez o, minoritariamente, con Josip Iličić.
⛄ Fuera de Bérgamo hace frío
Hablando del mediapunta argentino y de su homónimo el esloveno, cabe destacar que en Bérgamo se practica un fútbol un tanto particular, de ritmo elevado en la circulación, libertades posicionales a la hora de atacar —con muchos efectivos— y transiciones rápidas cuando el rival lo permite. Todo ello, en un 1-3-4-2-1 o 1-3-5-2 muy dinámico que ha potenciado hasta la saciedad a una infinidad de perfiles. En el caso de Lookman, esto le ha llevado a abandonar la demarcación de extremo para convertirse en un segunda punta que acompaña al ‘9’ referencia.
🥇 Splendido filtrante di #Soppy, finalizzazione da urlo di #Lookman: ecco il vostro Goal of the Month di ottobre!
⚽️ Soppy's wonderful through ball, @Alookman_'s amazing finish: here's your Goal of the Month for October!https://t.co/GITQJpFlaL | #GoAtalantaGo ⚫️🔵 pic.twitter.com/eJ2Jml6AIM
— Atalanta B.C. (@Atalanta_BC) November 15, 2022
Este curso, ese estilo osado no estuvo tan acentuado al principio como en años anteriores, pero, poco a poco, Gian Piero retoma esa senda. Tal vez eso explique que los mencionados ‘Papu’, Iličić, Pessina o Muriel no hayan rendido en ningún equipo a la altura de como brillaron en Bérgamo, contexto de fútbol alegre en el que se generan tantos espacios. Ahora falta por comprobar si lo de Lookman se trata de una temporada de asentamiento o si se convierte en un one season wonder, como tantos otros.
