José Luis Mendilibar resucitó al Sevilla. Fue el líder de un equipo a la deriva, reconduciendo su rumbo para lograr uno de los mayores milagros vistos en Europa. Al otro lado, Pep Guardiola no tuvo que recurrir a nada que no fuese el talento que tenía a su disposición. Su Manchester City, por fin, dominó el viejo continente con autoridad. Como si fuese un combate de boxeo, cada uno se encuentra en una esquina del ring para disputarse la Supercopa de Europa. Ha llegado el momento en el que se cruzan dos realidades muy distintas, igualándose en la arbitraria suerte del fútbol. Es la hora para que se enfrenten dos visiones contrapuestas del mismo problema.
🔝 Mendilibar, el hombre sencillo
José Luis Mendilibar no engaña a nadie. Siempre ha sido tremendamente honesto en lo que quería de sus equipos. Por ello se le ha encasillado en exceso dentro de un fútbol excesivamente rudimentario, pero es innegable que está más cerca de ser Mourinho que Guardiola. Es el hombre sencillo, el que va en chándal a los partidos y no tiene grandes arrebatos de entrenador. Para algunos estará anticuado, y para otros es una especie en extinción de un fútbol más sencillo. Sin grandes movimientos tácticos que le encumbren como el gran genio estratégico del momento, sabe lo que hay que hacer para competir. Y si se compite, se está más cerca de ganar. Así ha llegado a una Supercopa de Europa. No tiene más misterio.
Posiblemente por esa fama nunca tuvo oportunidades como esta que tuvo en Sevilla. Sus detractores creyeron que le caía del cielo, aunque realmente era el hombre indicado. Para cambiar el rumbo de un equipo que no competía, Mendilibar era el mejor. Así, poco a poco, se fue quitando esa teórica suerte para sustituirla por el mérito. Ganó la Europa League, siendo el título más grande de su carrera. Esto, cuando hizo de Valladolid la meca de la competitividad en la tabla baja de España, era impensable. El hombre sencillo iba a tener la oportunidad de ganar una Supercopa de Europa. Por cosas del destino, será ante Pep Guardiola, el entrenador que representa todo lo contrario a él.
👑 Guardiola, ante su nuevo reinado
Tampoco se puede decir que haya sido un camino de rosas el de Pep Guardiola hasta esta Supercopa. Con muchísimos más recursos y siempre con atención mediática (no sé si esto es bueno o malo a ciertos niveles), su Manchester City no lo ha tenido fácil para reinar en Europa. Desde que llegase el entrenador catalán, solo este último intento dejó satisfechas sus ansias de ganar la Champions League. Y es que, dentro de un deporte en el que solo uno gana y el resto pierde, se han llevado muchas más críticas de las que merecían. Mientras tanto, Guardiola no paraba de adaptarse y evolucionar para alcanzar de nuevo la cima del fútbol de clubes. Tendría las mejores piezas y un equipo a medida, pero la élite es así. Por fin podrá competir por la Supercopa de Europa, prueba inequívoca de que ha reinado en el viejo continente.
Cualquiera que sea acérrimo de Mendilibar no lo entenderá, pues evidentemente su contraparte en el banquillo del Sevilla no lo ha tenido fácil. Sus medios fueron más limitados, y de la atención mediática ni hablamos. Pese a ello, ahí estarán uno y otro. Las dificultades que pasaron son incomprensibles para el contrario, y eso le da un morbo especial de batalla de dos mundos a la Supercopa de Europa. Se respetan, pero no se entienden. Un poco como el fútbol, vaya.
Los superequipos de Guardiola: ¿es mejor el Manchester City campeón o el Barcelona de Messi?
🔢 Los números de los Mendilibar-Guardiola antes de la Supercopa
Hasta esta Supercopa, no ha habido demasiados enfrentamientos entre Mendilibar y Guardiola. En total, ha habido ocho. Los números dan como ganador absoluto al catalán, pues le ha ganado en siete de ellas y perdido solo una vez. Esa única victoria que se ha llevado el vizcaíno fue en su último enfrentamiento, en 2012. Aquel día, Osasuna venció al todopoderoso Barcelona de Guardiola en liga por un ajustado 3-2. A la postre, sería un resultado importante, perdiendo unos puntos clave los culés de cara a un título de liga que se llevó el Real Madrid con unos números de récord.
El resto de resultados, como es imaginable, son muy superiores para el tres veces campeón de la Champions Legue. Es más, reflejan esa diferencia insalvable en la carrera de ambos entrenadores. Mendilibar, con Osasuna y Valladolid, tiene un resultado global de 26-1 en esas siete derrotas ante el mejor Barcelona de la historia. También hay que decir que los de Guardiola se pasaron especialmente con los conjuntos del vasco, pues le endosó un 6-0 al Valladolid y un 8-0 a Osasuna. No son, desde luego, buenos precedentes en clave sevillista de cara a la Supercopa de Europa.
Por suerte, el fútbol no depende del pasado. Si fuese así, el Sevilla no estaría buscando su trono ante el Manchester City. Mendilibar consiguió cambiar el rumbo, y eso es más que suficiente. En el otro lado, Guardiola por fin consiguió pasar del mérito al merecimiento. Ahora, para seguir edificando su futuro, tendrán que enfrentar sus pizarras contrapuestas. Su forma de entender algo tan complejo como este deporte, esta vez, puede valer un título y un golpe sobre la mesa. Los focos y la sencillez, o viceversa. La Supercopa de Europa dará su veredicto, aunque este solo sea válido para un único partido.