El primer partido de temporada para el Newcastle fue una especie de confirmación. Ese 5-1 ante el Aston Villa, hipotético rival por puestos europeos, era la prueba del algodón. Todo el mundo se rendía ante el potencial de un equipo que ya era una realidad. Entonces, como suele suceder en el fútbol, sucedió la debacle. Desde aquel triunfo han encadenado tres derrotas consecutivas, pinchando ese globo de optimismo que tenía a los norteños soñando en grande.
¿Eran irreales las expectativas que tenían encima? ¿O es solo un bache fruto del camino hacia la grandeza del equipo?
📉 ¿Está sobrevalorado el Newcastle?
No hay ninguna duda de que la plantilla del Newcastle es increíble. Después del paso adelante que dieron durante la campaña pasada, sus fichajes en esta pasada ventana han seguido apuntando en la misma dirección. Buscando un crecimiento sostenible, han apostado por traer jóvenes talentos lo suficientemente testados en la élite como para dar un rendimiento inmediato. Y todo ello siendo tremendamente consecuentes con lo que gastaban. Con el sorprendente fichaje de Sandro Tonali al frente era evidente que los magpies volvían a estar entre los favoritos para volver a clasificarse para la Champions League. Su nómina de estrellas combinaba a la perfección con los que tenían menos caché en la plantilla, logrando ese complicado y tan necesario equilibrio entre brillo y barro para que un equipo funcione a estos niveles de exigencia.
El Newcastle cambia el paradigma de los fichajes multimillonarios
Su juego tan alegre y esa lista tremenda de jóvenes talentos hacen que sea un conjunto muy atractivo para el espectador neutral. Esto, irremediablemente, iba a ayudar a inflar ese globo del Newcastle. No es que no tengan ese potencial que se les presupone, sino que el optimismo generalizado no suele ser buen compañero en este tipo de situaciones. Todo esto conduce a las prisas, y estas erosionan demasiado los inicios de un proyecto que debe crecer a fuego lento. Por ello, el choque de realidad en estos primeros partidos de la temporada ha sido tremendo. Si bien es cierto que sus derrotas llegan ante conjuntos de mucha categoría (Liverpool, Manchester City y Brighton & Hove Albion) y pueden ser fruto del bache, se ha instaurado un incómodo silencio alrededor del proyecto. Empiezan a existir las dudas. Quizás no eran tan buenos como creíamos.
💭 ¿Qué ha pasado realmente?
El inicio de temporada del Newcastle es de los más difíciles de todas las grandes ligas. En cuatro jornadas se ha enfrentado a dos rivales directos en la pelea por puestos europeos, así como a un candidato al título y al favorito a ganarlo todo. El tropezón entraba dentro de las posibilidades, por mucho que el optimismo no dejase ver más allá de cuatro triunfos consecutivos. Si se revisan los partidos, hay un punto que marca el bajón anímico del Newcastle. Dejaron vivo a un Liverpool con 10 jugadores desde el minuto 30. Los reds aquel día remontaron el partido con dos zarpazos de Darwin Núñez. Y esto, después de venir de un partido marcado por la impotencia ante el Manchester City, es difícil de gestionar para una plantilla tan joven. La puntilla se la puso, irónicamente, otro talento joven: Evan Ferguson marcó el primer hat-trick de su carrera ante los magpies, hundiéndolos antes del parón.
Sus números, buceando en la estadística avanzada de los expected goals (xG de aquí en adelante), demuestran los problemas de su bache. Están en la tabla media-baja de la Premier League en cuanto a los xG recibidos, mostrando la facilidad que han tenido para permitir buenas ocasiones a sus rivales. Lo que consigue equilibrar la balanza es que han metido los goles que merecían según la calidad de sus propias oportunidades (7 goles marcados por 6,9 xG). Llegan a haber estado menos inspirados de cara a puerta y quizás estaríamos hablando de algo más preocupante para el Newcastle. La cosa es que, para un conjunto que se destacó como uno de los más efectivos en defensa durante la pasada campaña, ese bajón en la zaga es un lunar a tener en cuenta.
🎈 ¿Entonces se ha pinchado el globo?
La respuesta más corta a la pregunta es que aún no. Si se quiere una más elaborada, el único globo que se ha pinchado es el de unas expectativas irreales que provenían desde fuera del club, y, por ende, no debería alarmar al Newcastle en exceso. Es preocupante tener bajones como el que pegaron tras el partido del Liverpool, arrastrándolo hasta su visita a Brighton, cayéndose toda la estructura por no saber encajar los giros del fútbol de élite. Si bien es algo que deben mejorar si quieren repetir clasificación a la Champions League, forma parte del proceso. Al Arsenal de Arteta le costó bastante más empezar a carburar, y ahora están afrontando una temporada en la que miran de tú a tú al Manchester City para disputar el título de Premier League.
Ir rápido y ser una presa de lo que piensa el resto no merece la pena. Con el parón de selecciones ya pasado, solo depende de ellos avanzar o quedarse en el bache. Y, con los partidos europeos a la vuelta de la esquina, la respuesta debe ser clara para los de Eddie Howe.