De un tiempo a esta parte, los países escandinavos no paran de sacar un perfil muy concreto y sorprendente de delantero centro. El atacante de moda en la Serie A, más allá de Osimhen y Kvaratskhelia, es Rasmus Højlund, que ha utilizado la ventana de selecciones de marzo para prolongar su idilio goleador con la Atalanta. Con cinco dianas en dos partidos, el punta de 20 años encabeza el ranking de máximos goleadores europeos en el clasificatorio rumbo a la Eurocopa de 2024, por delante de Cristiano Ronaldo y Scott McTominay (4).
😏 En Bérgamo se frotan las manos con Højlund
Las comparaciones son odiosas, pero Noruega no solo tiene un delantero espigado cuya agilidad corporal sorprende a propios y extraños. Sin la potencia de Erling Haaland, Rasmus Højlund ha explotado este curso como otro perfil con muy buena relación entre su zancada, velocidad y cintura para girarse. Complementado por una buena dosis de sensibilidad en sus controles y determinación en el área rival. Características muy valiosas por lo adaptable que resulta a diferentes contextos y por lo autosuficiente que se vislumbra que será en su carrera mientras conserve estos rasgos físicos.
Los 17 millones que pagó este verano la Atalanta al Sturm Graz pintan a que van a multiplicarse con su próximo traspaso. Habrá que vigilar ahora qué hacen sus hermanos gemelos, Oscar (centrocampista) y Emil (delantero) Højlund, dos años más pequeños que el de la Atalanta. Ambos pertenecen a la sección sub-19 del København. Una familia de futbolistas y, más concretamente, de artilleros, ya que su padre también desarrolló su carrera en los años 90 y principios de los 2000, siempre ligado a la liga danesa.
9️⃣ España se fija en delanteros de molde similar
Sin ir más lejos, el Celta se hizo el último verano con Jørgen Strand Larsen, otro ‘9’ para la colección, procedente del Groningen neerlandés. Con buenas cifras (14 goles en 32 partidos) en Eredivisie, pero incapaz de replicarlas en la liga española, en la que apenas lleva 2 en 23 encuentros. Seguramente, ese sea el motivo por el que se habla poco de sus virtudes asociativas o en lo referido a su desmarque para atacar la profundidad, estirar al equipo rival y liberar el espacio entre líneas del que tanto rédito sacan Iago Aspas o Gabri Veiga.
Alexander Sørloth es otro perfil que sorprende por la relación entre movilidad y envergadura, aunque ya esté mucho más contrastado. En lo que ha crecido este curso, dentro de sus rachas goleadoras tan irregulares, es en la producción de cifras: 9 tantos en 23 partidos, que, pese a estar lejos del promedio que tuvo en el Trabzonspor 2019/2020, sitúan su proyección goleadora como la segunda mejor de su carrera.
En la propia Real Sociedad ya atacaron este nicho antes de firmar al noruego, con Alexander Isak. El sueco es un jugador inconfundible, de esos que uno observa por primera vez y parpadea un par de ocasiones mientras comprueba que la vista no le ha jugado una mala pasada. Sus 190 centímetros de estatura (77 kg), le convierten en un canguro ágil y rápido desde sus primeros pasos, con una plasticidad heredada de Zlatan Ibrahimović, aunque a su fútbol le falte la consistencia que siempre acompañó al jugador del Milan.
🤔 ¿De dónde viene esta tendencia?
Más allá de las condiciones físicas con las que nacen, es probable que también tenga algo que ver la inspiración en los delanteros que vieron durante su infancia. En este sentido, desde el proyecto Fútbol Noruego (@NoruegArg) comentan que «Haaland y compañía han tenido como referencia a Flo, Solskjaer (que además le entrenó en su etapa en el Molde), Fjortoft, Carew, Juve… Mismo caso que Ibrahimović en Suecia o Bendtner en Dinamarca».
Sobre los nuevos nombres que comienzan a despuntar, apuntan que «a Strand Larsen o Højlund se les considera jugadores aún en crecimiento. Si bien es cierto que el del Celta dejó buenas actuaciones en Noruega, aún hay un poco de escepticismo. El caso del jugador de la Atalanta es curioso. En Dinamarca, Rasmus fue criticado y no se confiaba demasiado en él cuando estaba en el København«.
🕵️ ¿Quiénes serán los próximos en dar el salto?
Hay prospectos de delanteros que podrían despuntar pronto. «Orri Steinn Óskarsson, un islandés que juega en el København, de 1,86 m. de estatura, que ha dejado grandes actuaciones con las inferiores de su país. Amin Chiakha también es un perfil interesante, del propio equipo de la capital danesa», destaca. «Luego está Noah Holm, noruego, cedido en el Stade Reims, pero víctima de una lesión. Lasse Nordås es otro muy alto (1,94 m), cedido al Tromsø por el Bodø/Glimt, que aún no ha terminado de explotar, pero sí ha dejado buenas actuaciones con la selección noruega. Jusef Erabi (Hammarby) puede dar que hablar próximamente en Suecia, aunque sin tanta envergadura», concluye.
