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⚽ Mundial Catar 2022

La audiencia prevista del Mundial: unas cifras que hay que matizar

En los últimos días, un elevado número de medios han recogido abundantemente unas declaraciones de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, según las cuales el Mundial de Catar será seguido por unos 5.000 millones de personas; una cifra que supera largamente los 3.572 millones alcanzados en Rusia 2018 y que supone más de la mitad de la población mundial, que es unos 8.000 millones de habitantes.

Sin negar que esas cifras sean representativas del extraordinario alcance que tendrá el evento y, sobre todo, sin cuestionar que dan idea de hasta qué punto será un acontecimiento de escala planetaria, conviene hacer algún matiz al respecto.

En particular, decir que el evento tendrá finalmente una audiencia estimada de 5.000 millones de “viewers” no quiere decir exactamente que un total de 5.000 millones de personas diferentes habrán visto algún partido… salvo que pensemos que cada persona del planeta verá un solo partido en algún momento de su desarrollo.

Así pues, sugerir que más de la mitad de los habitantes del mundo verá al menos algún minuto de algún partido es, como mínimo, inexacto.

Visionados, pero no personas diferentes

En efecto, esa cantidad de 5.000 millones es la suma de todos los “visionados” (en vivo, pero sobre todo a través de las transmisiones televisivas universalmente accesibles a través de un número cada vez mayor de dispositivos) que sumarán previsiblemente los 64 partidos de la competición. Sin embargo, no tiene en cuenta que habrá personas que verán más de un partido, es decir, que harán más de un visionado, ni cuantas serán realmente estas.

Pongamos un ejemplo en sentido contrario. La final de Rusia 2018 (Francia-Croacia) registró 1.120 millones de visionados; y, aunque un determinado porcentaje de las personas que la vieron, no lo hicieron de manera completa, sino visionando el partido a ratos —o, incluso, a través de dispositivos diferentes—, podemos asumir que esos 1.120 millones de “viewers” se acercan mucho más al número de personas reales que la siguieron.

Y, si queremos ser más precisos o exigentes, digamos que también se ha calculado que la audiencia media de esa final fue de unos 517 millones de espectadores. O, dicho de otra manera, que en cada minuto de la final había 517 millones de personas reales y diferentes viéndola de manera simultánea. De modo que se puede decir que la final la vieron entre 500 y 1.000 millones de personas.

¿Y el resto de los partidos? Según cálculos de la propia FIFA, la audiencia media de los encuentros de la primera fase de Rusia 2018 fue de 162 millones de espectadores; y la audiencia media de los 64 partidos celebrados en esa competición fue de casi 200 millones.

Algunas cifras sorprendentes

Un dato curioso es que, aunque la audiencia total de Rusia 2018 superó en más de un 2% a la de Brasil 2014, las audiencias medias de la final, de las semifinales y de los cuartos de final fueron mayores en el Mundial del país latinoamericano que en el del país europeo.

Otro dato un tanto sorprendente: lo lógico sería pensar que la mayor parte de los visionados totales de Rusia 2018 se concentraron en los dos continentes en los que hay mayor implantación y desarrollo del fútbol, como son Europa y Sudamérica. Pues no. El mayor número de visionados de Rusia 2018 se concentró en Asia (sin Oriente Medio), con casi 1.600 millones, seguida de Europa con más de 700 millones y de África-Oriente Medio con cerca de 600 millones.

Obviamente, el “truco” de esta pregunta-trampa es que resulta lógico que haya más visionados donde hay países más poblados (China. India…). Sin embargo, si miramos el porcentaje que supone el número total de visionados en comparación con el número total de habitantes de cada continente (aunque sea comparar peras con manzanas), el mayor nivel de seguimiento se dio en Sudamérica y, en segundo lugar, Europa.

Una audiencia extraordinaria

En todo caso, hay que insistir en ello, los matices que se han expuesto no cuestionan en lo esencial la representatividad de las cifras de maneja la FIFA para Catar 2022 y siguen los criterios que normalmente se aplican al medir audiencias. Vienen a ser como declarar que el cine español tuvo más de 40 millones de espectadores en 2021 y que eso implica que todos los ciudadanos españoles fueron al cine. Eso sería literalmente verdad solo si asumiéramos que cada español que fue al cine lo hizo estrictamente una vez en todo el año. En realidad, lo cierto es que esos 40 millones no son espectadores, sino localidades vendidas. Pero es la cifra que muy legítimamente se usa para medir la audiencia de cualquier sector.

Por cierto, si nos fijamos precisamente en las localidades vendidas, cabe aventurar que al término de Catar 2022 nos encontraremos con que, aunque su audiencia total será enormemente superior a la de Rusia 2018, la suma del número de espectadores que asistirán físicamente a los partidos en los estadios (medida, como se ha dicho, por el número de localidades vendidas) será probablemente inferior.

Esa cifra fue de 3,6 millones en Rusia 2018, la mayor en términos totales de la historia de los Mundiales…, pero no en términos relativos. Efectivamente, en el Mundial de EE.UU. 1994 hubo una cifra un poco menor, si bien repartida entre un número también menor de partidos (52 frente a 64 en Rusia). Por ello, la cifra de espectadores por partido fue de casi 70.000 en EE.UU., frente a 54.000 en Rusia.

Dadas las circunstancias en las que se celebra Catar 2022, es incuestionable que la audiencia global será enorme y muy superior a las alcanzadas hasta ahora en los Mundiales, pero no es fácil que se superen las cifras de espectadores presenciales que se alcanzaron en Rusia o en Estados Unidos. Al final, se verá.

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