Inglaterra sigue sin poder hincarle el diente a Estados Unidos en un Mundial. Empate sin goles en el estadio Al Bayt. Con el lejano recuerdo de la enorme sorpresa del Mundial de 1950, cuando Estados Unidos ganó a Inglaterra, las dos selecciones se han vuelto a ver las caras en Catar, tras el 1-1 que también se dio en Sudáfrica 2010. En el general de Catar, quinta igualada en esta fase de grupos, una más sin goles.
Los ingleses, que en nada se parecieron al equipo coral que aplastó a Irán, tenían en la mano la clasificación a octavos de final, pero no pudieron aprovechar la oportunidad. Aún no tenemos equipos en la siguiente fase, aunque sí eliminados, como la anfitriona Catar.
Por su parte, Estados Unidos podría haber dormido líder. Sin embargo, su final será en el próximo encuentro ante Irán, a todo o nada, con un trasfondo que va más allá del fútbol. Eso sí, los americanos volvieron a exponer al mundo que su salto de calidad y competitividad en el soccer es una realidad.
🫖 Té frío para Inglaterra
Con los mismos que ganaron a la selección de Carlos Queiroz, Inglaterra propuso un 1-4-2-3-1 ante Estados Unidos, de nuevo con Declan Rice y Jude Bellingham en la base, Mount como enganche, Raheem Sterling y Bukayo Saka por fuera y Harry Kane en punta.
Por su parte, con un dibujo en forma de 1-4-4-2 con matices, los de Gregg Berhalter salieron con la novedad del punta Haji Wright, enésimo atacante de la liga turca presente en Catar, y, sobre todo, con gigantes bombonas de energía. En ciertos momentos, los americanos aplicaron un sistema espejo para emparejarse con los ingleses, anular a los centrocampistas de Southgate con Yunus Musah, Tyler Adams y Weston McKennie y amenazar en transición.
Stones, en una acción de remate ante Estados Unidos
Durante los primeros compases, tanto Saka como Sterling fueron un dolor de cabeza para la zaga. Especialmente el gunner, por su profundidad y por su entendimiento con Bellingham, más vigilado y descafeinado que ante Irán, De las botas de estos jugadores, Inglaterra trazó las mejores jugadas, aunque Kane, apático, y Mount no pudieron ver portería.
Inglaterra fue de más a menos. Perdieron intensidad los de Gareth Southgate, que se animó ligeramente final con los cambios, sobre todo por el ímpetu de Marcus Rashford, la intención de Jack Grealish y una arriesgada por Jordan Henderson. Ni a balón parado, fortaleza habitual gracias a la pizarra y las cabezas de Stones y Maguire, pudieron marcar la diferencia los de las islas.
🇺🇸 Sigue el sueño americano
Por su parte, Estados Unidos jugó bien. Otra vez. Gregg Berhalter diseñó un racional encuentro a partir de las posibilidades de sus centrocampistas. Los yankees encontraron en su flanco derecho su lado fuerte, para defenderse, presionar y también para liberar a Christian Pulišić en la izquierda, que confirmó el descaro estadounidense y el desperezamiento generalizado a disparar desde lejos con un chut al palo.
El juego fluyó de un lado a otro, con pocas interrupciones, lo que se reflejó en el añadido del primer tiempo. Un minuto. Histórico en esta Copa del Mundo, donde nos estamos acostumbrando a ver más de 6 y 7 minutos de añadido por parte. En la segunda parte, Jesús Valenzuela mostró su rebeldía con la norma general al dejar solo cuatro más.
Con este empate, el Grupo B está que arde. Inglaterra, con cuatro puntos, seguida de Irán, con tres; Estados Unidos con dos; y la Gales de Bale, colista, con uno. En la última jornada: Gales-Inglaterra y Estados Unidos-Irán. Puede pasar de todo. Es, hasta el momento, el grupo más ‘caliente’.
