La selección tica disputará una fase final mundialista por sexta vez en la historia, la tercera consecutiva. Algo que se explica desde la irrupción de su generación dorada, una que llega, contra todo pronóstico, a su Last Dance en 2022. Y lo hace tras una remontada fulgurante, habiendo sumado una sola victoria en los siete primeros partidos del clasificatorio, pero invicta en la segunda vuelta y con portería a cero ante Canadá, México y EE.UU. Unos números que se explican, a groso modo, por su mejoría a nivel defensivo, por los milagros de Keylor Navas bajo palos y la astucia de Joel Campbell.
El portero del PSG acapara la mayor parte de los reflectores por ser quien mayor impacto ha tenido en los resultados de su país con sus intervenciones. Joel Campbell, sin embargo, no atrae tantas miradas pese a ser el otro intangible, el que más dependencia genera en el juego de Costa Rica.
🏃🏿 ¿Por qué es el faro ofensivo de Costa Rica?
Alejado de la élite futbolística y viviendo su día a día en el Club León mexicano, Joel Campbell representa bien lo que es un jugador de equipo. Es la personificación de la autosuficiencia futbolística. Insustituible por su capacidad para acercar a los suyos a la portería rival, teniendo en cuenta que defienden en un bloque muy bajo y que, al convivir a 50 metros del área contraria, necesitan un ‘9’ que les guíe hasta ahí. Comenzó el clasificatorio partiendo de banda, pero una de las grandes claves en la mejora tica fue su presencia como punta en partidos posteriores.
En sus 12 encuentros disputados en el clasificatorio, Joel Campbell ha marcado 3 goles. El último, decisivo, fue en la repesca intercontinental frente a Nueva Zelanda, para poner el 1-0 que clasificó a Costa Rica.
Destreza mayúscula para ganar disputas en largo, pivotar y retener balones que den tiempo para que sus compañeros puedan salir al contraataque. Un superdotado en lo que a cuerpeo se refiere, tiene mil y una formas para esconder el esférico en inferioridad, recibiendo sin ventaja. Sus cifras goleadoras no son demoledoras, pero lo compensa en forma de asistencias o, especialmente, penúltimos pases. A balón parado también es diferencial, centrando para que los ticos marquen la diferencia en la que es su principal virtud ofensiva.
💣 Sorpresas a sus espaldas
2014 fue un año histórico para la selección de Cota Rica. No solo porque tocó techo en un Mundial, llegando a los cuartos de final —ante Países Bajos— y quedándose a una tanda de penaltis de meterse en semifinales, sino porque fue capaz de sacudir el grupo de la muerte. Con Italia, Uruguay e Inglaterra encuadrados en el mismo sector, a la escuadra dirigida entonces por Jorge Luis Pinto se la tildó de cenicienta y se reveló: alcanzaron los octavos como líder de grupo con 7 puntos.
Joel Campbell fue titular en el frente de ataque ante esos cuatro rivales y en la victoria frente a Grecia de octavos de final. Con su gol ante la selección charrúa en la primera fecha —en total Costa Rica solo marcó cuatro en cinco partidos—, empezó todo.
✈️ Un trotamundos que vagó por Europa
El Campeonato sub-20 de 2010/2011, donde fue el máximo goleador (6), catapultó al canterano de Alajuelense hacia Europa. Aprovechó su momento en un torneo que cuenta con muchos ojeadores del viejo continente, aunque, tras firmar por el Arsenal en agosto de ese mismo año, no pudo asentarse en ninguno de los siete equipos por los que pasó en la misma cantidad de temporadas.
Lorient, Olympiacos, Villarreal, Sporting CP, Frosinone y Betis o Arsenal en dos periodos alternos. Salvo en el caso del equipo italiano, a todos los clubes llegó en calidad de cedido. En 2018 se hartó, tiró la toalla y llegó al fútbol mexicano para recuperar sensaciones y dejar de ser un juguete roto al otro lado del charco.