El gol es lo más caro. Al ser la estadística con la que se deciden los partidos, los futbolistas con el don de la efectividad tienen una cotización altísima. En cuanto explotan, los clubes de la élite los monopolizan. Esto crea la sensación de que esos futbolistas decisivos no están entre el barro, sino en los mejores estadios. Sin embargo, hay equipos siguen buscando allá donde no mira nadie. Lejos del big data que gobierna en las secretarías de scouting de los grandes, ellos prefieren remangarse y buscar al goleador por las sensaciones que deja. El Girona es uno de esos valientes, y Artem Dovbyk es su gran descubrimiento.
🎯 Dovbyk, el goleador que explotó tarde
Sobra con echar un vistazo rápido en el currículum de Artem Dovbyk para ver que es un futbolista al que le ha costado arrancar. Pese a ser un habitual en las convocatorias de su selección, su talento no había pisado las grandes ligas. A sus 26, su experiencia en Dinamarca era la única que tuvo fuera de casa. El Mitdtjylland, dentro de su filosofía de fichar jóvenes talentos desconocidos, apostó por él. No funcionó, pues solo marcó un gol. Volvió a Ucrania en 2021, donde aún tenía cartel. El SC Dnipro-1 fue el club que le ayudó a reencontrarse con su fútbol, porque era algo que estaba dentro de su enorme planta. Ahí había madera de killer, aunque nadie se podía imaginar que llegaría a semejante nivel.
Dovbyk marcó 54 goles y dio 14 asistencias en 86 partidos a orillas del río Dniéper. Para añadirle más mérito, lo hizo durante el clima bélico que había entre Ucrania y Rusia por aquel entonces. Al menos, había conseguido demostrar que su fútbol no venía por su apariencia, sino que tenía mucho más en su pierna izquierda. Lo cierto es que, entre la guerra en su país y sus números, le iba a tocar salir. Poco después de cumplir 26 años y demostrar su explosión tardía, hizo las maletas rumbo a España. Ahí apareció el Girona, conjunto revelación de la temporada 2022/2023. El que le recomendó fue un viejo conocido: su amigo Viktor Tsygankov.
Tsygankov y Dovbyk han coincidido varias veces en la Selección de Ucrania.
🫂 Viktor Tsygankov, su gran socio
A inicios del 2023, el Girona hizo oficial la incorporación de Tsygankov. Los gerundenses se aprovecharon de las ganas de salir del Dinamo de Kiev y no tardaron en mover ficha. El extremo ya era reconocido por ser uno de los mayores talentos del fútbol ucraniano, pero no había salido nunca de Ucrania. Su talento se impuso a ese teórico tiempo de adaptación, firmando una media temporada excelsa en Montilivi. Visto el alcance del proyecto del club desde dentro, quería que continuase con su crecimiento. Para ello, recomendó el nombre de Artem Dovbyk. Al ser de la misma edad, había coincidido en las categorías inferiores de la Selección ucraniana y en la Absoluta. Además, había visto de cerca su crecimiento en Dnipro. Si al Girona le faltaba gol, su amigo era el indicado.
La operación, por su parte, no iba a ser sencilla. Por mucho que el club tenga detrás el apoyo del City Group, afrontan muchos retos del mercado por su cuenta y riesgo. Pagar 7 millones por Dovbyk, delantero que se había estrellado en la liga danesa, daba vértigo. Sin embargo, necesitaban algo más de pólvora en la delantera, y el del Dnipro-1 venía de marcar más de 50 goles en dos temporadas. Además, si lo recomendaba Tsygankov, algo tendría. Finalmente, pasaron por caja y acometieron el fichaje más caro de su historia. En su primer partido despejó todas las dudas: a pase de su gran amigo, Dovbyk marcó en el empate ante la Real Sociedad. Había nacido el killer que todos buscaban y solo el Girona pudo encontrar.
El ‘Dieguenazo’: Viktor Tsygankov, leyenda del Football Manager
📊 Los números de la temporada de su vida
De momento, lleva 14 goles y 7 asistencias en 22 partidos con el Girona. Aporta casi un tanto por partido, lo que le ha colocado como el pichichi de Primera División junto a Jude Bellingham. El juego de los de Míchel le favorece enormemente, pues es uno de los equipos que más centra al área. La planta de Dovbyk (1,89 metros) y su lectura de los espacios en el área le hacen una amenaza constante cuando el balón sobrevuela el punto de penalti. Además, se está desarrollando como una fuerza de la naturaleza lejos de la frontal. Dentro de ese molde que ha creado Haaland, el ucraniano aprovecha su potencia para causar estragos en transición. Ya se vio en su último partido ante el Sevilla, cerró su hat-trick con un gol desde la media luna después de recibir lejos del área. No para de sumar registros.
Su adaptación exprés, una vez más, ha corrido a cargo de Viktor Tsygankov. Los dos viven en La Vinya, lugar en el que entrena el Girona, y hacen mucha vida juntos. Ambos salieron de Ucrania en uno de los momentos más complicados de la historia de su país, y el estar lejos de casa ha ayudado a reforzar su amistad. En el campo, esa sintonía es palpable. Las tres asistencias que ha dado Tsygankov han sido para Dovbyk, y el delantero también le ha regalado un gol al extremo. En total, han aportado el 41% de los goles del equipo más anotador de Primera División.
Por desgracia, dentro del fútbol actual, esta asociación parece que tiene las horas contadas. Al estar tan cotizado el gol en el fútbol, los cantos de sirena de los grandes de Europa llaman a Dovbyk. Su traspaso parece que va a ser millonario, ya que delanteros con semejante voracidad no hay muchos. El Girona, por su parte, se frota las manos por el negocio que ha hecho. Asumieron el riesgo por la recomendación de Tsygankov, y ahora están recogiendo lo que sembraron a principio de temporada. Mientras tanto, solo les queda vivir el cuento de hadas que les tiene como líderes de Primera división. Ganen o no el título, su temporada ya forma parte de la cultura futbolera española. Y, en gran parte, lo que más se recordará será el papel de Dovbyk, aquel gigante ucraniano que llegó sin hacer ruido y se convirtió en uno de los mejores del mundo.
