En una noche electrizante en el Estadio de la Cerámica, el Barcelona demostró por qué es el actual líder de LaLiga con una aplastante victoria (1-5) sobre el Villarreal. El encuentro, que comenzó como un duelo equilibrado, se convirtió en una exhibición de poderío ofensivo por parte de los blaugranas, liderados por un inspiradísimo Lamine Yamal y un Robert Lewandowski en estado de gracia. Un día difícil, en el que el Barça tenía que demostrar su capacidad para reponerse a la primera derrota del curso en Mónaco, y superar varias bajas, se convirtió en un festival de fútbol caótico y desenfrenado… solo empañado por la grave lesión de Ter Stegen que volvió a romperse el tendón rotuliano. El infortunio es el peor rival de los chicos de Flick.
🌧️ Villarreal y Barça, partido de goles
Desde el pitido inicial, se presagiaba un partido intenso. El Villarreal, motivado por su buena racha reciente, salió con ímpetu, presionando alto y buscando sorprender a un Barcelona que parecía aún afectado por su reciente tropiezo europeo. Los primeros minutos fueron un toma y daca, con ocasiones en ambas porterías que mantenían al público en vilo.
Sin embargo, fue Lamine Yamal quien encendió la mecha del espectáculo azulgrana. El joven prodigio, con una jugada individual de esas que levantan a los aficionados de sus asientos, estremeció el larguero con un remate que sirvió de preludio a lo que estaba por venir. Poco después, Lewandowski abría el marcador con un remate certero, aprovechando una asistencia magistral de Pablo Torre.
El Villarreal no se amilanó y logró recortar distancias antes del descanso, pero fue en ese momento cuando el partido dio un giro dramático. Ter Stegen, pilar fundamental del equipo, se lesionó de gravedad en una acción aparentemente inocua. La imagen del portero alemán abandonando el campo entre lágrimas ensombreció momentáneamente la noche barcelonista.
🤒 El infortunio no lastra el ímpetu culé
Lejos de desmoronarse, el Barcelona regresó del descanso con hambre de victoria. Pablo Torre, en una actuación que reivindicaba su lugar en el equipo, amplió la ventaja con un golazo que desmoralizó al Villarreal. A partir de ese momento, el partido se convirtió en un monólogo azulgrana. Lewandowski, en estado de gracia, completó su doblete con un remate acrobático. El polaco se afianza así en lo más alto de la tabla de goleadores de LaLiga, demostrando que su olfato goleador sigue intacto.
Pero si hubo un nombre propio en la noche, ese fue Lamine Yamal. El joven extremo no solo provocó un penalti (que Lewandowski estrelló en el poste después de cederle el lanzamiento), sino que además regaló una asistencia de ensueño para el quinto gol, obra de Raphinha. Su actuación fue un constante dolor de cabeza para la defensa del Villarreal. El Barcelona tiene en sus filas a una de las joyas más brillantes del fútbol mundial; es una realidad.
El resultado final no solo refleja la superioridad barcelonista en el marcador, sino que envía un mensaje contundente al resto de aspirantes al título. Este Barcelona, aun con bajas importantes y contratiempos, incluso sin buen juego, es capaz de sobreponerse a la adversidad y desplegar un fútbol arrollador. Los equipos campeones ganan cuando lo merecen y cuando no lo merecen. La victoria, sin embargo, deja un sabor agridulce en el conjunto catalán. La lesión de Ter Stegen es un golpe duro que podría tener repercusiones en las aspiraciones del equipo a largo plazo.