Primera división

Del éxito al desahucio: el decepcionante paso del ‘Papu’ Gómez por el Sevilla

La presentación de Alejandro ‘Papu’ Gómez en sociedad no pudo ser más ilusionante para el Sevilla. Debutó en un partido de Copa del Rey ante el Almería, en el que ya dejó muestras de su calidad, y, en su estreno liguero en el Ramón Sánchez Pizjuán, apenas necesitó media hora para ganarse a la afición hispalense y marcar su primer gol con un zapatazo de media distancia. Sin embargo, el paso del tiempo jugaría en contra del mediapunta argentino, hasta terminar por diluirse en las arenas movedizas sevillistas. Perdió la confianza de cada entrenador que tuvo, hasta terminar en una decepción que hay quien la cataloga a la altura de la de Eden Hazard en el Real Madrid, Griezmann en el Barcelona o João Félix en el Atlético. ¿Cuestión de nivel? ¿Tema físico? ¿Incompatibilidad únicamente en la pizarra?

🇮🇹 ‘Papu’ fue la estrella de la Atalanta

Los dos últimos cursos del ‘Papu’ Gómez en la Atalanta supusieron el mejor momento en la carrera de un futbolista curtido en el barro, que tras pasar por el Arsenal de Sarandí y San Lorenzo de Almagro en Argentina, dio sus primeros pasos en Europa de la mano del Catania italiano y el Metalist ucraniano. Mucha culpa de ello la tiene Diego Pablo Simeone, su mentor, con quien coincidió en el último año del ‘Papu’ en Sudamérica y quedó tan prendado de su fútbol que, nada más llegar a Sicilia, pidió su fichaje.

Tras esa etapa, los ucranianos hicieron un importante desembolso por él en agosto de 2013. Se convirtió, de hecho, en el segundo traspaso más costoso en la historia del Metalist, tras el de su compatriota Sebastián Blanco en 2010. Apenas duró un año allí y regresó a la Serie A para vestir la elástica de la Atalanta, el equipo de su vida, en el que echó raíces y lideró el cambio de paradigma de los Bergamascos. Fueron seis años y medio en Lombardía, muy diferentes los primeros de los últimos. Nada más llegar, con la salvación como único fin. Pero, a medida que pasaron los años, crecieron hasta poner su techo en unos cuartos de final de la Champions League, en el prime de la carrera de Alejandro Gómez.

En sus 252 partidos en la Atalanta, el ‘Papu’ Gómez marcó 59 goles y repartió 72 asistencias.

El ‘Papu’ se convirtió en un icono, carismático como pocos en el Calcio. En parte, por su baile en cada celebración; pero, sobre todo, futbolísticamente. Entró en la terna sobre si era el mejor jugador de la Serie A. Eso sí, brilló en un contexto particular, basado en la preponderancia física del equipo de Gian Piero Gasperini, que puso de moda las férreas persecuciones defensivas al hombre por todo el campo y un ataque vertical, con ritmo de circulación altísimo y movimientos agresivos con mucha libertad. El argentino, que compartió la doble mediapunta del 1-3-4-2-1 con Josip Iličić otro jugador contextual, entraba muchísimo en contacto con el esférico, se la quedaba para generar ventajas desde la conducción o el regate y ejercía como director de orquesta. Todo ello, sin renunciar a la presión, claro. El ‘Papu’, por mucho que fuese la estrella, era el primero en ponerse el mono de trabajo para perseguir a su par.

😔 Talento incomprendido en Sevilla

La salida del ‘Papu’ Gómez de Bérgamo, tras un divorcio público con Gasperini, con el posterior apoyo del club al técnico que le cambió la historia, no hacía presagiar el mejor futuro posible en España para el jugador. Anímicamente llegaba tocado, aunque su calidad y lectura de juego estaban fuera de toda duda. ¿Qué pesaría más? A toro pasado, se puede decir que lo primero. La liga no pudo disfrutar de un Alejandro Gómez pleno, su confianza nunca fue la misma que en Italia y se desvaneció poco a poco, según se topaba con técnicos que no le entregaron las llaves del sistema, como sucedió en la Atalanta.

Papu Gómez Sevilla

El ‘Papu’ Gómez apenas ha marcado 10 goles y repartido 6 asistencias en 90 partidos con el Sevilla.

Su posición y rol en el campo varió por el vaivén de entrenadores que se encontró en el Ramón Sánchez Pizjuán. Con el que más tiempo coincidió y el que más oportunidades le dio fue Julen Lopetegui, aunque rara vez como mediapunta. Fue más bien un extremo con tendencia a ir hacia dentro o un interior que, sobre el papel, parecía que iba a funcionar mejor de lo que vimos en la práctica. Con Jorge Sampaoli y José Luis Mendilibar, en la inestable 2022/2023, el ‘Papu’ Gómez apenas disputó nueve encuentros con cada uno de los dos estrategas.

Con el antiguo seleccionador de Chile, su zona de influencia en el campo fue más parecida que nunca a la de la Atalanta. Coincidió puntualmente con Isco, en una sociedad potencialmente brillante que nunca lo fue. El mal momento de forma de ambos eclipsó sus indudables condiciones privilegiadas. Eso, por no hablar de que el modelo estilístico de ‘Sampa’, meticuloso en el posicionamiento, es extremadamente alejado al que brindó en su día la libertad de Gaperini o Scaloni para que el ‘Papu’ pudiera ser él mismo. Con ‘Mendi’ quedó totalmente desnaturalizado, ya no solo por el 1-4-4-2 casi inamovible del vasco, sino por el fútbol tan directo y aguerrido que propone en ex del Eibar o Alavés, entre otros.

🤨 Y ahora, ¿qué será del ‘Papu’?

Al final, la solución ha llegado en forma de rescisión de contrato, algo que parece satisfacer a todas las partes. A un equipo que libera una de las fichas más altas de su plantilla, sin perder a un futbolista estructural; y a un jugador que necesita ilusionarse de nuevo en un proyecto que apueste firmemente por él. A sus 35 años, por características, aún puede ser muy útil como cerebro ofensivo en un menor radio de acción; aunque la realidad es que el ‘Papu’ puede que ya haya arrojado definitivamente la toalla. Su último tren pasa por un retorno a Italia o a Sudamérica.

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