Tras tanta suposición y tiros que acaban en nada, Kylian Mbappé ya se estrenó en el Bernabéu. Con su doblete ante el Betis se ha eliminado todo el mal clima que había en torno a los de Ancelotti, olvidando incluso las falencias que ha mostrado el equipo en este arranque. Por primera vez en esta temporada, ni se mencionó el nombre de Toni Kroos ni se arqueó la ceja por el encaje de sus dos mejores futbolistas. Sin embargo, los problemas siguen ahí. A sabiendas de que lo del alemán tiene difícil solución, ¿en qué lugar queda el encaje de Mbappé y Vinícius tras el doblete del primero?
❤️🩹 ¿Del amor al odio?
Se han viralizado en los últimos días varios vídeos en los que Mbappé reprocha a Vinícius sus decisiones en el campo. Con más o menos contexto, ha servido para que se muestre las dificultades que están teniendo ambas estrellas para coexistir en el campo. Al juntarse ambos por la banda izquierda, había un overbooking notorio. Y es que, por mucho que la idea de Ancelotti es que se turnen y fluyan entre su posición natural y el centro del ataque, no acaban de arrancar. Esto, sumado a su lento inicio de temporada, ha dado lugar a esas frustraciones entre ambos que tantas interacciones generan en redes.
No obstante, no parece que Mbappé y Vinícius tengan rencillas. O, al menos, no por el momento. Son futbolistas que han tenido una gran sintonía fuera del verde, pues se han ido hasta de vacaciones juntos. No hay más que ver como el brasileño le cedió el penalti al francés y como celebró su tanto. Saben que es cuestión de tiempo que su afinidad se traslade al campo, y que con el doblete de Mbappé se han quitado una losa de encima. Los buenos deben jugar siempre juntos, o eso es lo que dice la teoría del relacionismo. Solamente el tiempo es lo que les separa de ser una amenaza aún más grande para sus rivales.
Ante el Betis se vieron pinceladas de ese avance. Hubo una diferencia palpable entre lo visto en la primera jornada ante el Mallorca y esta última, con los carriles del ataque más optimizados. Mbappé, dentro del dibujo, ejerció de delantero centro con mucha libertad, lo que desplazó a Vinícius a la izquierda. A priori, es lo más inteligente debido a lo peligrosos que son los desmarques del francés y la imperiosa necesidad del brasileño de partir desde el sector izquierdo. Aún les queda mucho camino por recorrer, pero fue su mejor partido juntos por esa división de las zonas del ataque. El doblete de Mbappé no fue una casualidad.
♻️ ¿Cómo puede ser sostenible el tándem que forman Vinícius y Mbappé?
Visto que ya hay una base sobre la que crecer, queda ver como la sustenta el equipo. Y no tiene pinta que vaya a ser algo sencillo o que se pueda solucionar de manera consistente mediante atajos. Mbappé nunca ha sido un jugador demasiado comprometido con la presión, y a Vinícius también le cuesta. Dentro de este Real Madrid que vibra a más revoluciones sin Kroos, no presionar en bloque es un hándicap enorme. Uno que, de momento, es demasiado grande sin las cifras que se le presuponían a sus dos grandes estrellas. Esto, sumado a la facilidad que tiene el Real Madrid para partirse, hace que haya que replantearse el dibujo o los roles de sus jugadores.
Lo lógico sería apostar por un centrocampista más para bajar las revoluciones y optimizar aún más el espacio. Con Camavinga fuera de la ecuación por su lesión, lo lógico sería apostar por Arda Güler. No es un especialista defensivo, ni mucho menos, pero sí es un futbolista con una mayor noción de lo que debe hacer un centrocampista. Además, con balón podría ser ese nexo de unión entre el medio y el ataque. Labor que, por cierto, también podría ocupar Brahim Díaz. Son jugadores que pueden servir para mantener cierto rigor táctico.
El nuevo (y bendito) problema de Ancelotti en el Real Madrid
Sin embargo, tampoco se puede descartar a Rodrygo. De los tres atacantes, posiblemente sea el que más está haciendo por dotar de un sentido a la delantera. Pese a que tiene la tendencia de ir hacia la izquierda, ha comprendido que debe ser el jugador que aparezca por el sector contrario. Y que, claro, la voracidad de Mbappé y Vinícius le abre puertas a la hora de crear juego unos metros más atrás. Ya se la ha visto varias veces bajando a recibir, así como pisando con más asiduidad zonas interiores. Estos movimientos pueden generar sinergias interesantes con Dani Carvajal, ya que puede adueñarse del carril cuando el Real Madrid tenga el balón.
Lo bueno es que, de cara a hacer probaturas, hay un parón por delante que va a ayudar a que se interiorice más el sistema. Sin Kroos, les toca abrazar los designios de dos de los mejores atacantes del mundo. Para bien o para mal, este Real Madrid ya es otro equipo distinto al que levantó la Champions hace unos meses. Es el conjunto de Mbappé y Vinícius, por lo que toca trabajar para darle la vuelta a todo. Al menos, tras ganar al Betis con un doblete del primero, la vida ya se ve de otra manera.