Año 2008. Venían épocas de cambios. Momento de la especulación inmobiliaria, de la independización de Kosovo, de la apertura del tren de alta velocidad (AVE) entre Madrid y Barcelona y de Zaragoza como centro de la Exposición Internacional. Año también del lanzamiento del último libro de la saga de Harry Potter, del inicio del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del gobierno español y de la popularización de la frase «Yes, we can» de Barack Obama en las presidenciales de Estados Unidos.
En lo deportivo, Cristiano Ronaldo se convirtió en el mejor jugador del planeta y alzó su primera Champions League. En España, el Real Madrid ganó la liga y el Barça le hizo el típico pasillo honorífico en el Santiago Bernabéu. Imagen para la historia. Pero nadie sabía que 23 futbolistas iban a cambiar el transcurso de la historia de un país en Austria y Suiza. Tras más de cuatro décadas de lágrimas y decepciones, los discípulos de Luis Aragonés acabaron con maleficios, supersticiones y con la mala suerte para acabar ganando la Eurocopa 2008.
Un 29 de junio de 2008, España tocó el cielo de Viena. Esta es la historia de aquel equipo campeón.
🫂 Primera Eurocopa con doble sede
Por primera vez en la historia de la Eurocopa, dos países iban a acoger el torneo. Ninguna de las grandes naciones del continente se presentó para albergar la competición. Hungría acudió de manera solitaria, al igual que Rusia, aunque los rusos optaron por reservar sus fuerzas para el Mundial de 2018. Por otro lado, la mayoría de las candidaturas fueron multinacionales: Escocia e Irlanda se juntaron, Grecia y Turquía limaron sus asperezas, se presentó una opción balcánica por parte de Croacia y Bosnia y Herzegovina, mientras que otra fue totalmente escandinava con cuatro países de la zona: Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.
Sin embargo, desde un primer momento, Austria y Viena fue la favorita. Fue una propuesta clásica. No se construyó ningún estadio y debido a la dimensión reducida de los campos, todos los partidos a partir de cuartos se jugaron entre Basilea y Viena. Dinamarca e Inglaterra fueron los grandes ausentes del torneo. Austria participó por primera vez. Además, el trofeo fue nuevo, creado por el estudio londinense Asprey. Adicionalmente, se pasó del calor veraniego de otros años a las montañas verdes, a la lluvia y a las temperaturas más bajas de esos lugares.
🧐 Culebrón con Raúl y una España basada en el tiquitaca
España afrontó el torneo como un gran equipo, pero no dentro del grupo de selecciones favoritas para llevárselo. ‘La Roja’ viajó a Innsbruck (Austria) sin una de sus principales estrellas: Raúl González Blanco. Luis Aragonés, el seleccionador, llamó al capitán del Madrid para jugar el Mundial de Alemania de 2006, pero el papel del delantero fue a menos hasta dejarle fuera en la siguiente gran competición. Esto y los primeros resultados obtenidos por el combinado español en el inicio de la fase de clasificación para la Euro pusieron en duda al preparador, que fue tremendamente discutido.
De ese modo, Luis Aragonés escogió para el torneo a un equipo joven, con una media de edad de 26 años, y con una clara intención de dominar los partidos desde el centro del campo. Por decirlo de alguna manera, ‘El Sabio de Hortaleza’ le dio la responsabilidad de hacer jugar al equipo a Xavi. Y el de Terrassa, máximo exponente de la filosofía Barça, devolvió la confianza hasta terminar siendo elegido el mejor jugador del torneo por la UEFA.
Esta fue la lista que citó Aragonés para la competición:
Porteros
- Casillas
- Palop
- Reina
Defensas
- Albiol
- Arbeloa
- Capdevila
- Navarro
- Juanito
- Marchena
- Puyol
- Ramos
Centrocampistas
- De La Red
- Fàbregas
- Iniesta
- Senna
- Cazorla
- Silva
- Xabi Alonso
- Xavi
Delanteros
- Güiza
- Sergio García
- Torres
- Villa
🫢 Dominio de principio a fin y adiós a la maldición de los penaltis
En la etapa final, España quedó encuadrada en el grupo D, junto a Suecia, Grecia y Rusia. En su primer encuentro contra Rusia, logró una victoria por 4-1, con tres dianas de David Villa y una de Fàbregas. En el segundo partido contra Suecia, ganó por 2-1 gracias a los goles de Fernando Torres y David Villa, y en el último partido consiguió la primera plaza del grupo tras deshacerse de Grecia por 1-2, con los goles de De la Red y Güiza, que ese año fue el máximo goleador español con 27 tantos.
En los cuartos de final, la Selección se cruzó con Italia. En este enfrentamiento, el combinado de Luis Aragonés empezó a cambiar la historia. Tras un empate sin goles, el encuentro se fue a la prórroga y España consiguió el pase a las semifinales tras batir a los italianos en la tanda de penaltis. De esta forma, la Selección consiguió tirar abajo el gafe de los cuartos de final y de no superar una ronda de penaltis.
En el penúltimo escalón, España venció a Rusia por 0-3 con goles de Xavi Hernández, Güiza y Silva. Ese partido se considera uno de los mejores de la historia de ‘La Roja’ por el dominio y la superioridad ante los rusos en el segundo tiempo. Fue una oda al fútbol por parte de los españoles, comandados por Xavi, Iniesta y Silva. Los rusos, con la incipiente figura de Arshavin en sus filas, no pudieron hacer nada para detener el vendaval español.
⚽ Alemania en la final y un gol para el recuerdo
En la final, disputada el 29 de junio de 2008, España se vio las caras con Alemania en el Estadio Ernst Happel de Viena. Sin Villa, lesionado en las semis, España dominó aquel partido. Los teutones se mostraron incapaces a lo largo del encuentro de contrarrestar el ímpetu de los españoles, que aprovecharon un balón al espacio de Xavi y una carrera de Torres, que ya había avisado poco antes con un cabezazo al palo, para ganar la posición a Lahm y batir por encima a Lehmann. Un gol que todo aficionado español guarda en su memoria.
España entera se paralizó. Sobre el terreno de juego, el equipo supo aguantar el resultado. El árbitro italiano Rosetti pitó el final y ‘La Roja’ rompió una sequía de 44 años sin ningún título. Casillas, como capitán, se encargó de levantar la copa al cielo de Viena. Palop tuvo un recuerdo para Arconada y Ramos para Antonio Puerta. Por su parte, Luis Aragonés fue manteado y redimido. Siempre será recordado como el técnico que fraguó a una España ganadora. El que creyó que en los «locos bajitos» para dominar a cualquier tipo de rival.
Tras esa conquista, la Selección alcanzó por primera vez el lugar más alto en el ranking mundial de la FIFA. Pero eso no sería lo más importante. El poso de esa victoria dejó a un equipo ganador que conquistaría después el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012, ya con Vicente del Bosque de técnico. España dominó el fútbol de selecciones durante cuatro años consecutivos. Pero en Austria y Suiza, en 2008, nació la España del tiquitaca.