El Real Madrid no solo es una potencia en el fútbol europeo, sino que también se ha convertido en una fábrica de gloria y victoria en baloncesto… y en una mina de talentos que abandonan Goya rumbo a la NBA, con su consecuente flujo de ingresos en la última década. Con la reciente salida de Guerschon Yabusele a los Philadelphia 76ers, el club blanco ha consolidado su posición como un semillero de estrellas para la liga estadounidense y ha acumulado ganancias que superan los 20 millones de euros desde 2014.
‘Yabu’, el último de muchos rumbo a la NBA
El caso de Yabusele es el más reciente ejemplo de esta tendencia. Tras su destacada actuación en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde se consagró como uno de los mejores jugadores del torneo, el ala-pívot francés ha decidido regresar a la NBA. Los 76ers han acordado el abono de su cláusula de rescisión, de 2,5 millones de euros, que engrosarán las arcas del Real Madrid. En este caso, será el jugador francés quien deba hacerse parte, a través del sueldo que cobrará en Estados Unidos, de la cifra. Es importante recordar que, con este contrato, ‘Yabu’ sumaría tres cursos en la NBA y tendría derecho a la pensión vitalicia, pues ya tuvo otra experiencia en Boston Celtics, recientes campeones del anillo, y después de demostrar sobradamente su nivel para competir —y dominar— a estrellas americanas al máximo nivel, quiere otra oportunidad.
También es necesario recordar que el francés entraba en su último año de contrato, por lo que el curso que viene podría negociar una mejora de contrato o, incluso, salir de Madrid a coste cero, por lo que la operación es inmejorable en términos numéricos para la economía merengue de la sección.
Este movimiento se suma a una larga lista de traspasos de lo más lucrativos para el club madrileño, por más que deportivamente supongan el adiós de jugadores capitales. En 2014, Nikola Mirotic inició esta tendencia al fichar por los Chicago Bulls, a razón de 2,5 millones de euros. Le siguieron nombres como Sergio ‘Chacho’ Rodríguez, cuya salida a Philadelphia reportó 3 millones, y la joya de la corona, Luka Doncic, que dejó 2 millones para unirse a los Dallas Mavericks.
No obstante, quizás el caso más destacado sea el del argentino Facundo Campazzo. El fichaje de ‘Facu’ por los Denver Nuggets en 2020 supuso un ingreso récord de 6 millones de euros para el Real Madrid, la cifra más alta hasta la fecha en este tipo de operaciones.
Otros jugadores como Gabriel Deck (1,3 millones al Oklahoma City Thunder) y Usman Garuba (3 millones a los Houston Rockets), ahora de vuelta en el club de blanco tras concluir como infructuosa su etapa NBA, han contribuido a engrosar esta lista de traspasos millonarios.
Una táctica millonaria, infalible… y complicada
La estrategia del Real Madrid es clara: firmar contratos con cláusulas de rescisión elevadas que, en caso de salida a la NBA, compensen económicamente la pérdida deportiva. Esta política ha resultado en un ingreso total de 20,3 millones de euros en solo diez años, una cifra que refleja no solo la ingente cantidad de talento que pasa por las filas del club, sino también su habilidad para negociar y sacar provecho de estas situaciones. Win-win.
Este modelo de negocio no solo beneficia al Real Madrid económicamente, sino que también refuerza su reputación como una de las mejores canteras de baloncesto fuera de Estados Unidos. La constante producción de jugadores de nivel NBA atrae a jóvenes talentos de todo el mundo, además de la asegurada gloria europea y el currículum que supone en preparación; un círculo virtuoso que promete continuar en el futuro.
Sin embargo, este éxito financiero no está exento de desafíos. La dirección no puede permitirse fallar, y el equipo no puede dejar ganar. La continua salida de estrellas puede afectar el rendimiento deportivo del equipo, lo que obliga a una constante renovación y búsqueda de nuevos talentos sin stop. Hasta ahora, el Real Madrid ha demostrado una capacidad notable para reinventarse y mantener su competitividad tanto en la Liga ACB como en la Euroliga.
El «negocio NBA» del Real Madrid se ha convertido en un pilar fundamental de su estrategia económica y, por tanto, también en la deportiva. Con cada nueva estrella que cruza el Atlántico, el club no solo engrosa sus arcas, sino que también refuerza su posición como una de las instituciones más respetadas y productivas del baloncesto mundial. La pregunta ahora no es otra que quién será la próxima joya de la corona blanca en dar el salto a la NBA.
