🤾​ Polideportivo

Mikaela Shiffrin, una esquiadora imparable de récord mundial

El frío no puede con ella. Mikaela Shiffrin, esquiadora estadounidense, es historia del deporte de invierno. A sus 27 años es la segunda persona con más victorias absolutas en la Copa del Mundo de Esquí (85), solo una por detrás de la marca de 86 conseguida por el sueco Ingemar Stenmark durante las décadas de 1970 y 1980. A punto de encabezar la lista mundial, Shiffrin lidera la clasificación femenina, seguida por su compatriota Lindsey Vonn de cerca con 82 victorias.

Sus éxitos no terminan ahí. La estadounidense ha ganado su primera medalla de oro en las pruebas de Gigante, que suma a las 5 que tiene en Eslalon y la que atesora en la categoría Súper Gigante. Es la 13ª medalla mundialista de Mikaela en los siete Mundiales que ha disputado hasta la fecha—7 oros, 3 platas y 3 bronces—. Iguala a Anja Parson y se queda a dos de distancia de las 15 de Christi Cranz. Además, este era el único oro que le faltaba por sumar a un medallero que aún podría seguir aumentando si se hace con el oro del Eslalon.

🏔️ Kronplatz, territorio de éxitos

El Gigante femenino en Kronplatz (Italia) fue el escenario de dos victorias claves en la trayectoria de Mikaela Shiffrin. Sus triunfos en suelo alpino la permiten seguir contando con el liderato de la clasificación de triunfos mundiales. Con un tiempo de 2:03.28, la norteamericana superó a la noruega Ragnhild Mowinckel, doble medalla olímpica de plata, (+0.82) y a la sueca Sara Hector, campeona olímpica (+1.19).

Apenas 24 horas tardó en volver a hacer historia. Después de alzarse con el triunfo número 83 el martes 24 de enerp, Mikaela se desplomó sobre la nieve al día siguiente para sumar una win más a su casillero. Una victoria que llegó, como ella misma reconocía, tras una noche en la que apenas pudo dormir: «Trasnoché viendo el apoyo de la gente. Me desperté a medianoche, a las 3 y a las 5. Me decía: «Dios mío, soy un desastre»».

🔝 Registros de líder desde pequeña

«Es alucinante. Estos números son una locura». Con esta frase, Aleksander Aamodt Kilde, esquiador y pareja de Mikaela, definía lo impresionado que está por los logros de la estadounidense. Su historia con los esquís empezó bien joven. Desde su debut en la Copa del Mundo, en su día a día no hay cabida para aquello que cumpla con la excelencia.

En su cuarta experiencia en la Copa del Mundo hizo su primer top ten con un meritorio octavo puesto. Un dato que no tardó en superar, solo cinco pruebas después, cuando fue capaz de pisar su primer podio con una tercera posición. Desde su primera victoria a los 17 años, ganar ha sido el objetivo constante de la norteamericana. Solo ese empeño y determinación la han llevado a convertirse en la campeona que es hoy en día.

Más allá de la Copa del Mundo, los Juegos Olímpicos también han sido objeto de sus triunfos. Con 18 años y 345 días, Mikaela fue la campeona más joven de eslalon de la competición. Con ello también fue la primera esquiadora, hombre o mujer, en ganar las seis disciplinas de la Copa del Mundo.

Igualar el récord de Stenmark podría ser una realidad. Tras lo conseguido en Kronplatz, la norteamericana ha vuelto a subirse a lo más alto y se ha proclamado campeona del mundo por delante de la italiana Federica Brignone y de la noruega Ragnhild Mowinckel, plata y bronce respectivamente. Es la segunda medalla que consigue en este Campeonato del Mundo de Meribel-Courchevel (Francia). Es un triunfo que llega después de haber caído en el Super Gigante y en la Combinada. Además, justo un día antes de la prueba rompió relaciones con su entrenador Mike Day, con quien llevaba trabajando desde julio de 2016.

Se desliza por las pistas como si no costara. Cada victoria y cada derrota la asume con una humildad que sus rivales reconocen. Una actitud que no ha perdido ni en sus peores momentos. Ahora, Mikaela no echará el freno y seguirá compitiendo por ser histórica y superar un récord que lleva 40 años inamovible.

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