Antonio Lobato es una de las personas que mejor conoce a Fernando Alonso, El periodista ha compartido con él tanto sus años de gloria —los Mundiales que cosechó el piloto en 2005 y 2006—, como sus momentos de más sufrimiento —sobre todo su etapa en McLaren-Honda—. Sabe que el asturiano es un tipo especial.
«Fernando tiene algo que está por encima de su talento al volante y es la capacidad tremenda de transmitir energía», dijo recientemente en una entrevista concedida al diario El Mundo.
«No conozco a nadie igual, es un tío que no deja indiferente a nadie. O le adoras o le odias; vaya donde vaya o haga lo que haga, unos y otros van a estar pendientes de él. Es un tío que tiene un aura alrededor que provoca que todo el mundo se fije en lo que hace«, contó. Tanta ha sido su relación que hay una anécdota entre ambos personajes que pocos conocen.
El ‘borrón’ entre Fernando Alonso y Antonio Lobato
El periodista lleva casi toda una vida narrando Fórmula 1, ha contado los dos campeonatos del mundo de Fernando Alonso en directo y sueña, como todos, con verle ganar el tercer título.
Cierto es que el Mundial se antoja complicado porque los dos Red Bull están a años luz del resto de la parrilla, por lo que el objetivo más realista, hoy por hoy, es conseguir la victoria número 33.
Pero años atrás, cuando los dos personajes recién empezaban sus caminos, existió lo que se puede denominar como un pequeño ‘encontronazo’ o ‘»borrón», como describe el mismo Lobato en su libro Volando sobre el asfalto.
Nos remontamos hasta el año 2005, en Monza. Fernando Alonso se jugaba el todo por el todo frente a Kimi Raikkonen, su mayor rival en aquel momento. En la cabina de narración, el equipo de Telecinco ya mantenía un vínculo con Pedro de la Rosa como comentarista, haciendo tándem con el propio Lobato y Gonzalo Serrano, por entonces una pareja idílica a los micrófonos.
«Era su forma de pedir perdón»
Sin embargo, y debido a que De la Rosa ejercía como piloto probador y reserva de McLaren, principal competencia de Fernando Alonso y Renault, fue Flavio Briatore el que decidió negarle a Lobato una de las entrevistas inicialmente concedidas con su piloto, relata el periodista en Volando sobre el asfalto. Aunque realmente el barcelonés nunca se había posicionado en contra del español como podía pensar el jefe de Renault.
Con todo, días después, Antonio Lobato festejaba su cumpleaños en una celebración con Fernando Alonso como gran invitado. Allí, el piloto quiso felicitarle a su manera, como cuenta en ese capítulo. «Detuvo su coche en medio de una nube de fotógrafos sólo para recordarme que me estaba haciendo mayor», recuerda. «Estuvo muy simpático conmigo, quizá trataba de compensar los malos ratos que indirectamente me había causado en Italia quince días antes. Era su forma de pedir perdón«, cuenta el relator.
Su libro, Volando sobre el asfalto, recoge los primeros años del periodista al frente de la narración de un deporte que hasta entonces no había tenido un campeón español y que apenas generaba interés. Cuenta cómo logró gestionar un programa que llegó a audiencias de siete millones de espectadores, mientras el asturiano se consolidaba como uno de los mejores pilotos de la parrilla.
