La pole de Carlos Sainz en Monza le puso en los libros de historia de Ferrari en su circuito predilecto, abriendo la veda de lo que podía ser la primera vez que Red Bull no ganase un Gran Premio en esta temporada. Había licencia para soñar. Finalmente, la realidad fue otra, pero tampoco se puede decir que fuese cruel. Ante el primer puesto de Max Verstappen y el segundo lugar de Sergio Pérez, el madrileño consiguió colarse en el podio. Por parte de Red Bull, esta victoria es histórica, pues nadie había logrado ganar 15 GP seguidos. Y Alonso, por su parte, acabó noveno en un día que pudo concluir peor. Excepto Leclerc, nadie se fue triste de Monza.
🛡️ Carlos Sainz defendió el podio en Monza
Como cabeza de la carrera, el piloto español soñaba con su segunda victoria en la Fórmula 1. Podría ser ante sus tifosi de Ferrari, esos que guardan en la retina estos momentos, pudiendo dar un golpe sobre la mesa de cara a tener un mayor protagonismo en su escudería. Era su día, y debía serlo en Monza. Las primeras vueltas fueron con esa tónica, defendiendo las acometidas del neerlandés con cierta entereza. El problema es que la realidad es inapelable: Red Bull está por encima del resto. No tardaron demasiado los dos pilotos de la que es por hoy la mejor escudería del mundo en superar al español, dejándole en el último lugar del podio. Visto que ganar era imposible, sería mejor defender su puesto ante Leclerc. El día pasaba de ser de ensueño a uno que podía ser notable. No se podía quejar el bueno de Sainz.
Mientras Alonso sufría por mantenerse dentro de los puestos que dan puntos, su compatriota hacía lo propio por aguantar las acometidas de su compañero. Y es que Leclerc sabía que ganar a su compañero mantendría su estatus en la escudería, pudiendo despejar las dudas que hay en torno a él. Poco a poco, los compañeros se fueron picando. Bajando al barro, Carlos Sainz logró defender su puesto. No ganaría la carrera, pero sí sería un nuevo podio para su carrera en la Fórmula 1. Además, en Monza. Había superado a Leclerc a ojos de los suyos, y pocas victorias hay mayores que esta. Quizás no sea una victoria, pero sí puede significarlo en el futuro. Uno lejano, pues Red Bull no parece por la labor de darle emoción al Mundial.