🤾​ Polideportivo

¿Por qué el pickleball es tan divertido de seguir como de practicar?

¿Y si te dijeran que existe un nuevo deporte de raqueta? Si ya de por sí es buena noticia que surjan formas originales de hacer ejercicio mientras se compite, si además es divertido y fácil de aprender, mucho mejor. Es el caso el pickleball. Combina tenis, bádminton y ping-pong. A nivel global ya lo practican más de 36 millones de personas y está triunfando en Estados Unidos —creció a un ritmo del 650% en los primeros seis años, según la Asociación del Pickleball de Estados Unidos (USAPA)—. Se ha popularizado en 70 países, en España a partir de 2012.

Este deporte ha conseguido fama gracias a la sencillez de su juego. Hasta celebridades como Bill Gates, que ha asegurado que lleva años practicándolo; LeBron James; o incluso Tom Brady, leyenda de NFL, han reconocido que lo practican…

… pero, ¿en qué consiste?

🎾 ¿Cómo se juega?

Se usa una raqueta más grande que las de ping-pong y más pequeñas que las de pádel, una pelota ligera perforada y una red muy baja de 91 centímetros. Una de las cosas que lo diferencia de otros es que la pelota, al estar perforada, va más lenta y eso permite que haya intercambios más largos y no exija mucha rapidez. Las dimensiones del campo son pequeñas en comparación con las de una pista de tenis: 13,41 metros de largo y 6,1 de ancho, con una zona de no volea de 2,1, en la que no se puede golpear la pelota sin que bote previamente.

Las reglas son simples. Se puede jugar en parejas o individual y gana el set quien llega a 11, 15 o 21 puntos, con al menos 2 de ventaja sobre el rival. Cada partido consta de un máximo de tres sets. Para iniciar el juego, la pelota tiene que entrar en el cuadro de servicio diagonalmente opuesto al lugar desde el que se realiza el saque. Debe botar solo una vez dentro del terreno de juego del rival. Si bota fuera, el tiro será inválido. Y si toca el suelo dos veces, el punto es para el equipo que ha hecho el tiro. 

Los partidos se resuelven rápido porque, al ser una pista pequeña, los rivales están muy cerca y la interacción es mayor que en otros deportes de raqueta.

🔜 El futuro es hoy

Lee Whitwell es una estrella profesional del pickleball estadounidense. Hoy en día, desempeña un papel fundamental en el crecimiento del deporte: «Estamos en la planta baja para darle forma». A sus 48 años, Whitwell se aventuró en esta disciplina después de haber crecido jugando al tenis, en el que triunfó ganando dos títulos nacionales de dobles de la División II de la NCAA. Al principio, como le suele pasar a la mayoría, la novedad del pickleball no le terminaba de convencer: «Pensé que era un deporte para personas mayores; no un deporte real».

En 2017, Whitwell comenzó a practicar con un amigo y un año después se dedicó profesionalmente. Ahora es una de las jugadoras más reconocidas, así como una de las cabezas visibles de su popularización. El crecimiento del pickleball a nivel profesional está en proceso. Un ejemplo es la Major League Pickleball. Steve Kuhn, fundador de la competición, ha estado impulsado el lema «40 por 30» para su objetivo de tener 40 millones de personas practicando este deporte para 2030. Algo que no parece descabellado si tenemos en cuenta que en 2023 se calcula que hay unos 36.

Como en el resto de disciplinas, la cantera y el talento joven son minas de oro. Anna Leigh Waters, de 16 años, está considerada como una de las mejores jugadoras de pickleball. Ella es reflejo del deporte, pues juega dobles femeninos… ¡¡¡con su madre, Leigh Waters, de 43 años!!!

El nuevo deporte de moda ha explotado, sí, pero su origen se remonta al verano de 1965, en la isla de Bainbridge (Washington). El senador de los Estados Unidos, Joel Pritchard, y su amigo Bill Bell, empresario, improvisaron un deporte de raqueta con unas viejas palas de ping-pong y una pelota de plástico perforada.

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