Los Juegos Olímpicos de París pretenden ser los más espectaculares de todos. Las cifras, con unos 10.500 atletas de 45 disciplinas distintas, son espectaculares, mientras que la capital francesa pone al servicio del deporte todo su esplendor y encanto. No obstante, algunas de las disciplinas acuáticas han tenido que salir de la urbe parisina en busca del mar. Es el caso de la competición de vela, que se dirige a Marsella, y la de surf, que se celebrará a más de 15.000 kilómetros de París. El pueblo de Teahupo’o, en Tahití, una diminuta isla de la Polinesia Francesa situada en el sur del océano Pacífico, acogerá la prueba de surf de los Juegos Olímpicos. El enclave es idóneo para la práctica de este deporte, ya que allí se encuentra la ola más impresionante del planeta.
🌊 Teahupo’o y una ola que infunde respeto
A 75 kilómetros de Papeete, en la isla de Tahití, se encuentra Tehaupo’o, un pequeño paraíso de unos 1.500 habitantes. Este pintoresco lugar, a 15.800 kilómetros de París, se ha convertido en el punto más lejano desde la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos, pero también en uno de los más emocionantes. Teahupo’o, cuyo nombre significa «lugar de calaveras» en inglés, tiene una historia marcada por el trágico accidente del surfista tahitiano Brice Taerea en el año 2000. A pesar de este triste evento, el enclave tahitiano ha ganado fama mundial por sus olas épicas, que pueden alcanzar los 10 metros de altura, y su entorno impresionante.
La elección de Tehaupo’o para albergar la competición de surf en París 2024 es un movimiento audaz que refleja la intención de expandir los Juegos más allá del continente europeo. Es una oportunidad única para integrar a los territorios franceses de ultramar y sus comunidades en la celebración olímpica, subrayando la rica y diversa herencia de Francia. Las olas del lugar, favorecidas por su especial entorno y ubicación, no son cualquier cosa; son un desafío de nivel olímpico que pondrá a prueba a los mejores surfistas del mundo.
Este lugar es un santuario para los amantes del surf, habiendo sido una parada esencial en el Campeonato del Mundo Pro Tahití durante más de dos décadas. Ganar aquí es un sueño para muchos, y leyendas del surf como Gabriel Medina, Kelly Slater, Jérémy Flores, Andy Irons y Mark Occhilupo han logrado conquistar sus olas. Entre 1999 y 2006, también formó parte del circuito femenino y volvió con fuerza en 2021. Los deportistas se instalarán entre algunos módulos reutilizables instalados para la ocasión y el crucero Aranui 5, una embarcación con todas las necesidades para los olímpicos. Nadia Erostarbe, Janiere González y Andy Criere serán los representantes españoles en esta cita. Las medallas se disputarán entre el 27 y el 30 de julio.
🏄 Un Legado Duradero
Tehaupo’o seguirá siendo un epicentro del surf mundial después de los Juegos. Las instalaciones temporales serán desmontadas, pero la villa de los atletas, inspirada en las tradicionales viviendas polinesias conocidas como ‘farès’, se convertirá en viviendas sociales, proporcionando un beneficio duradero para la comunidad local.
El surf es un deporte que combina maniobras y trucos sobre las olas, con los surfistas siendo evaluados por cinco jueces. Estos puntúan en función de la variedad, tipo y dificultad de los trucos, así como la velocidad, potencia y fluidez del surfista. En los Juegos Olímpicos, las tablas cortas o ‘shortboards’ son las preferidas debido a su rapidez y maniobrabilidad, ideales para realizar maniobras espectaculares.
El surf no es un recién llegado al ámbito olímpico. Desde la década de 1920, defensores del surf, incluyendo al tres veces campeón olímpico de natación Duke Kahanamoku, abogaron por la inclusión de este deporte en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, fue en los Juegos de Tokio 2020 cuando el surf finalmente debutó como deporte olímpico. Ahora, en París 2024, Teahupo’o, en Tahití, será la sede de la competición. Una celebración de la diversidad, la tradición y la pasión por el deporte.