Roger Federer
🎾 Tenis

El efecto Federer en Suiza

Roger Federer dijo adiós al tenis en 2021 entre los llantos de sus rivales y la emoción de los presentes en el TD Garden en Boston —sede de la Laver Cup—. El tránsito del suizo en el circuito marcó un antes y un después en un deporte que él mismo elevó a la cima. Considerado por muchos como el mejor de la historia, su misión ha ido más allá de los números. El legado del helvético es eterno. En su país, su trayectoria empieza a hacer efecto. Suiza, un país desacostumbrado a poseer grandes talentos de la raqueta, vislumbra un futuro bien diferente.

Solo ocho tenistas suizos han pisado el top 50 en la Era Abierta. Dos de ellos, Federer y Wawrinka. Todavía menos, solo seis, saben lo que es alzar un título. Un bagaje que apunta a romperse en los próximos años con la emersión de jóvenes talentos. No parecen ni mucho menos capacitados para emular a su compatriota, pero sí pueden amortiguar, en cierto modo, el adiós del ganador de 20 majors.

Tres nombres a seguir

Dominic Stricker es el máximo exponente. Con 20 años, en su palmarés lucen dos títulos Challenger. Uno en indoor y otro en arcilla, lo que refrenda su adaptación a todas las superficies. Es zurdo, con un perfil agresivo, dominante, con el winner entre ceja y ceja. Difícil de parar cuando no falla. Cerró la pasada temporada con un balance de 38 victorias y 22 derrotas. Sabe lo que es ganar en el circuito ATP y alcanzó la penúltima ronda en las últimas Next Gen ATP Finals.

Está ubicado en el puesto 153 del ranking. No ha empezado el año como esperaba —cuatro victorias y tres derrotas—, pero, con el potencial que atesora, lo más lógico sería que se inmiscuyese entre los cien mejores en 2023. Por si fuera poco es el niño mimado de Federer. Ha sido su sparring y ha recibido sus consejos. Todo un privilegiado.

Como su compatriota, Leando Riedi tampoco logró superar la fase previa del Abierto de Australia. Es el otro gran talento suizo. Con 21 años, acaricia el top 100. Su final de 2022, con dos títulos Challenger, evidencia su madurez. Está preparado para cotas más elevadas. Hasta Melbourne todavía no había pisado el circuito ATP. No obstante, vista su progresión, es cuestión de tiempo que lo haga para quedarse muchos años.

El último tenista al que echar el ojo es Marc-Andrea Huesler. Un perfil diferente, eso sí. En su caso, a sus 26 años, no es ninguna promesa, aunque en cierto modo acaba de explotar. En 2022 cuajó su mejor temporada con la conquista de su primer título ATP en Sofía. Pese a sus casi dos metros de altura, se desenvuelve bien en todas las superficies. Nacido en Zúrich, recientemente ha cosechado triunfos de mérito frente a Holger Rune o Pablo Carreño. Es uno de esos tenistas a los que ya temen los cabezas de serie en las primeras rondas.

Ninguno de ellos está capacitado para recoger el testigo de Roger Federer o incluso el de Stanislas Wawrinka, cada vez más cerca de anunciar su adiós. Sin embargo, la influencia de Suiza en el tenis masculino no desaparecerá, como ha sucedido en otras épocas. En un futuro a corto plazo contará con tres tenistas entre los 100 mejores y, lo más probable, es que más sean capaces de levantar un trofeo ATP.

El futuro del tenis femenino suizo, asegurado

En el apartado femenino, el tenis suizo batallará por títulos los próximos años. Belinda Bencic atraviesa su momento más dulce, con dos títulos en 2023. Es la número nueve del mundo y este año solo ha perdido frente a Sabalenka —campeona en Melbourne—. En Doha, recientemente, dijo adiós por una lesión tras ganar a Azarenka.

Belinda Bencic, cuestión de tiempo

Jil Teichmann, con la misma edad que su compatriota (25) y entre las treinta mejores del circuito, es otra candidata a todo. Por detrás están la veterana Golubic, 88 del mundo, y jóvenes como Simona Waltert o Ylena In-Albon que acechan el top 100. Ojo también a Celine Naef, que con 17 años, es una de las más jóvenes entre las 250 mejores.

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