En octubre de 2017, recién alcanzada la cumbre del circuito, Garbiñe Muguruza afirmó con rotundidad que había nacido para jugar al tenis. Desde entonces la número uno ha ido procesado todo lo que conlleva su deporte y el haber estado en lo más alto: lo bueno, que ha sido mucho y en ocasiones excepcional, pero también lo malo.
Ganó Roland Garros en 2016, después Wimbledon en 2017, y tras conquistar los dos grandes santuarios europeos y hallar la cima mundial, este año se encontró —profesionalmente— muy lejos de acercarse a cualquier victoria. De ahí su reiterado descanso, el cual también le ha servido para ordenar su vida, una vida amorosa con Arthur Borges. Pero, ¿qué hay de su tenis?
El parón obligado de Garbiñe Muguruza
Desde hace un tiempo, exactamente desde que logró a finales de 2021 un hito único al convertirse en la primera mujer española en ganar la Copa de Maestras, Garbiñe Muguruza transitaba por el circuito de puntillas, como quien deseaba abandonar sin que la vieran. O algo parecido. De ahí su obligado descanso.
Porque hasta su última aparición en enero de este año y victoria —no ganaba desde septiembre de 2022—, Garbiñe Muguruza no era aquella jugadora que brillaba, sino más bien su sombra.
Ahora su vida ha dado un cambio. Lo hace con Arthur Borges, un modelo y empresario de origen finlandés, con quien acaba de prometerse. Modelo para Armani o Hugo Boss, entre otros, hoy es el director ejecutivo de la gama Made to Measure de Tom Ford, encargado de dirigir la zona de Norteamérica.
Un regreso… con boda a la vista
Antes había modelado para otras firmas tan relevantes como Zegna, pero su relación con Muguruza lo cambió todo. «Se mudó a Ginebra conmigo y se vino a trabajar y a apoyarme en mi carrera», contó Garbiñe Muguruza.
Así, hoy, la campeona de tenis, en un momento muy especial de su vida, tras decidir tomarse un paréntesis, tiene en mente su anunciada boda con Arthur Borges con el que acaba de comprometerse. Ese es precisamente el dilema que tendrá que afrontar la próxima temporada: disfrutar de otro parón tras la ceremonia o aparcar las celebraciones y continuar en el circuito.
¿Y de su próximo retorno? De momento poco se sabe más allá de un posible regreso este verano. La caída de Garbiñe Muguruza en los Grand Slams comenzó tras la final del Abierto de Australia en 2020.
Desde aquel título perdido con Sofia Kenin, que hubiera supuesto su tercer major, la hispano-venezolana no ha vuelto a los cuartos de final de un Grand Slam y solo alcanzó los octavos en una ocasión, en el Abierto de los Estados Unidos de 2021.
En tres de los últimos cuatro Grand Slams que ha jugado ha perdido en su debut y en 2022 apenas jugó 29 partidos, con un balance negativo de 12 victorias y 17 derrotas.
«Pasar tiempo con la familia y los amigos ha sido realmente saludable y sorprendente, así que voy a alargar este período hasta el verano… Me perderé la temporada de tierra batida y hierba«, anunció la jugadora nacida en Caracas, que, como mínimo, no reaparecerá hasta la gira de cemento estadounidense.
Cabe recordar que Garbiñe Muguruza es una doble ganadora de Grand Slam, coronándose en Roland Garros al vencer en la final de 2016 a Serena Williams, y Wimbledon en el año 2017 imponiéndose a Venus Williams y colocándose número 1 del ranking de la WTA. Además, en 2015 llegó hasta la final del grande que se disputa en Londres, y en el 2020 disputó el duelo por el título en Australia. A esto hay que añadirle que fue campeona en el WTA Finals 2021.