Kari Seitz pasó por una mala experiencia cuando empezó su carrera profesional, pues tuvo que enfrentarse a situaciones machistas en el campo. Aunque parecía que no iba a poder dedicarse al fútbol, su constancia y trabajola han llevado más allá de los terrenos de juego: Seitz ha llegado a ser Directora del Departamento de Arbitraje Femenino de la FIFA.
💪 Ante las críticas, esfuerzo
Kari Seitz cogió su primer silbato a los 14 años en un partido de categoría sub-12 masculina. En aquel encuentro, la colegiada tuvo que soportar actitudes nada agradables por parte de aficionados y entrenadores. Sin embargo, volvió a intentarlo. Repitió experiencia en otro duelo sub-12 masculino y, desgraciadamente, volvió a vivir una situación parecida; incluso tuvo que salir del campo escoltada por seguridad.
Más de tres décadas después, Seitz es la Directora del Departamento de Arbitraje Femenino de la FIFA. Tal y como ha asegurado en una entrevista con la organización, con el Mundial de 1994 decidió ser árbitra. Cuando Kari vio saltar al árbitro al campo, lo tuvo claro: «Esto es lo que quiero hacer. Quiero ser árbitra de un Mundial».
Desde entonces, su compromiso con el arbitraje nunca ha decaído. Durante 27 años, Seitz combinó su trabajo en los terrenos de juego con el puesto de ejecutiva de publicidad. Combinar ambos roles la ha ayudado mucho a ser mejor árbitra: «El arbitraje exige rendir cuentas, ser responsable, saber dirigir, aplicar el trabajo en equipo y tener valentía para tomar decisiones. Habilidades fantásticas para el fútbol, para la vida y para el trabajo».
🤩 Lucha por la igualdad desde el poder
Aunque Seitz estuvo durante año centrada en dirigir encuentro de fútbol masculino, cuando empezaron las ligas femeninas, las árbitras tuvieron que cubrirlas. Esto supuso un freno para las colegiadas que soñaban con estar en la categoría masculina.
Aunque Seitz está contenta de haber dedicado gran parte de su vida al arbitraje, asegura que lo dejó «decepcionada». Su experiencia internacional pasa por haber pitado en cuatro Mundiales y tres Olimpiadas.
Ahora, ser la Directora de Arbitraje en la FIFA le supone una oportunidad de centrarse «en impulsar el cambio necesario para la igualdad de género». La estadounidense reconoce que va a tener más posibilidades de avanzar en cuestiones sociales.
