La autoestima es uno de esos conceptos a los que se hace referencia habitualmente, pese al desconocimiento que existe en torno a cómo puede influirnos en nuestro día a día. Uno de los ámbitos donde más se utiliza este término es en el deporte. Affor Health, la primera consultora b corp especializada en gestión preventiva psicosocial, define este concepto como «la creencia que tenemos sobre nuestras propias habilidades y capacidades, la seguridad de la que dispones para hacer frente a las situaciones de la vida y alcanzar tus retos y objetivos».
Precisamente, aunque los retos y objetivos los afrontamos todas las personas, es más visible en el rostro del deporte. ¿Influye la autoestima para lograr una remontada épica? ¿Y para rendir por encima de tus expectativas? ¿Qué puede ocasionar una autoestima baja? ¿Cómo puede elevarse? Existen muchas preguntas al respecto y para dar respuesta a todas ellas nos hemos puesto en contacto con el equipo de psicólogos de Affor Health.
Una autoestima alta se traduce en más motivación
A lo largo de la historia hemos presenciado remontadas imposibles en el deporte. El Real Madrid en la Champions, por ejemplo, o Nadal, que llevó la contraria a la IA, que solo le daba un 4% de posibilidades de ganar en el Abierto de Australia 2022. El equipo de psicólogos de Affor Health apunta que «varios estudios en Psicología Deportiva determinan que los niveles de autoestima influyen significativamente en la percepción de la competición, y a su vez en el rendimiento deportivo».
«Los atletas con una alta autoestima tienden a ver la competición como un desafío estimulante, es decir, una oportunidad para demostrar sus capacidades, confianza y su capacidad para superar sus objetivos», comentan desde la consultora. Desde luego, el caso del Real Madrid en 2022 ejemplifica esa optimismo y creencia en que todo es posible.
La autoestima también «permite que los deportistas estén más motivados y sean capaces de rendir al máximo de sus capacidades, mejorando la concentración, la regulación emocional, la toma de decisiones y disminuyendo la ansiedad, el estrés y la presión». El que mejor puede representar este caso es el citado Grand Slam de Nadal, el último que ha ganado hasta la fecha, en el que exhibió esa mejora de la concentración y de la toma de decisiones para voltear el partido con todo en su contra.
Los pilares fundamentales de la autoestima
Existen dos pilares fundamentales que también se ven reflejados en el deporte. El primero de ellos es el sentirnos capaces «para superar con éxito las dificultades y los cambios a los que nos enfrentamos en nuestras vidas», reconocen desde Affor Health. Algo del estilo se vislumbró la temporada pasada con dos equipos, entre otros: Girona y Bayer de Leverkusen. El primero consiguió clasificarse por primera vez en la historia a la Champions League y el segundo ganó la Bundesliga, algo inédito hasta la fecha.
El equipo de psicólogos de la consultora recalca que este primer pilar de la autoestima es aún más visible «cuando formamos parte de un equipo, donde se desarrolla el sentido de la pertenencia». «Lo personal y lo grupal se unen para crear un impulso muy poderoso. Sentir que somos capaces de aprender, de mejorar, de alcanzar aquello que nos propongamos», apuntan.
El segundo pilar es sentirnos valiosos, y «hace referencia a sentir que somos merecedores de conseguir aquello que deseamos, queremos o aspiramos». También se ve reforzado cuando formas parte de un equipo, ya que esto permite hacernos creer «aún más en nosotros mismos y en nuestra valiosa aportación».
¿Por qué puede aparecer una baja autoestima?
En el deporte, unos ganan y otros pierden. Son las dos caras de la moneda. Una de nuestras figuras, la tenista Paula Badosa, atravesó un bache en el pasado (antes de ser número dos del mundo) en forma de depresión. Cuando superó todo el proceso afirmó que había recuperado su autoestima. Desde Affor Health señalan que la baja autoestima en su caso pudo darse por «malos resultados» o debido a «la intensa presión mediática que enfrentan los atletas de élite». «Este escrutinio constante, combinado con el temor al fracaso, pudo haber erosionado su confianza, llevándola a cuestionar su valía como deportista», indican.
Desde esta misma empresa también destacan que su éxito posterior pudo deberse a su lucha contra la ansiedad y la depresión: «Superar estos problemas y recuperar la confianza en sí misma fue, seguramente, un paso crucial para su éxito posterior».
¿Cómo puede un deportista mejorar la autoestima?
La autoestima, como todo, puede cambiarse. Por eso, desde Affor Health insisten en la importancia de que los deportistas «no solo trabajen en su rendimiento deportivo», sino que «también desarrollen estrategias que fortalezcan su mentalidad y su confianza».
Estas son algunas de las acciones que, desde la consultora, indican que pueden contribuir a elevar la autoestima cuando los resultados no son los esperados:
— Aceptación de las emociones y de la situación, validando las emociones sin juzgarse duramente para no dañar la autoestima, ya que es normal sentir frustración en estas situaciones.
— Reformular los fracasos como lecciones y preguntarse: “¿Qué puedo aprender o mejorar?” en lugar de «¿Por qué me ha pasado esto?».
— Establecer metas de proceso en lugar de metas de resultados. Por ejemplo, mejorar una técnica específica o trabajar en la mentalidad. A su vez, reconocer y celebrar los pequeños logros también ayuda a mantener una perspectiva más positiva.
— Realizar un cambio en el autodiálogo. De esta manera, pensar: «Estoy pasando por un mal momento, pero esto no define mi carrera ni quién soy» o «Estoy trabajando para mejorar cada día» en lugar de: «Nunca soy lo suficientemente bueno», puede tener un impacto significativo en la autoestima, ya que no se produce un autosabotaje.
— Desarrollar intereses fuera del deporte puede reducir la presión de los resultados deportivos y contribuir a una identidad más equilibrada.