El 7 de diciembre de 2020 el Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó al break dance —breaking— como deporte olímpico para los Juegos de París 2024. Este estilo de baile urbano nació en el Bronx durante los años 70 y ahora ocupa escenarios mucho más grandes que gozan de un enorme reconocimiento a nivel internacional. ¿Cómo ha logrado semejante salto?
El camino del breaking empezó de manera oficial en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018. Un debut exitoso, ya que lograron erigirse como uno de los deportes más seguidos en las retransmisiones en directo, con gran acogida entre el público.
El break dance y su Federación Internacional
En 1935 se creó la Fédération Internationale de Danse pour Amateurs (FIDA), en Praga, pero se disolvió en 1956. En mayo de 1957, en Wiesbaden —Alemania-— se creó de nuevo este organismo, en esta ocasión bajo el nombre de International Council of Amateur Dancers (ICAD), el cual fue modificado en 1990 por el de DanceSport Federation, que en 2011 adoptó el pseudónimo actual: World DanceSport Federation (WDSF).
La Federación Internacional cuenta actualmente con 97 miembros —14 en América, 48 en Europa, 2 en Oceanía, 11 en África y 20 en Asia—, de los cuales 77 están reconocidos por sus respectivos Comités Olímpicos Nacionales (CON). La Federación Española de Baile Deportivo es miembro de la Federación Internacional desde el 2006, y el breaking es una de sus especialidades —este nuevo deporte olímpico no tiene una federación propia, sino que su estructura depende de la de Baile Deportivo, junto a otras 14 disciplinas—.
Como dato curioso cabe comentar que dentro de la Federación Española de Baile Deportivo también se encuentra reconocido como Olímpico por parte del COI el cheerleading, o animación en español, el cual podrá solicitar su inclusión en un futuro programa olímpico.
El camino del Breaking hacia los JJ. OO.
Para que el Comité Olímpico Internacional (COI) incorpore un nuevo deporte a su programa oficial, se establece los siguientes criterios básicos:
— Que exista una Federación Internacional de ese deporte. Esto significa que debe haber un órgano o institución que regule la práctica a nivel mundial. La federación en cuestión deberá cumplir los requerimientos éticos del COI y participar en la organización de eventos y torneos.
— Que ese deporte esté ampliamente implantado a nivel mundial, siendo practicado en al menos en 75 países y 4 continentes a nivel masculino y en 40 países y 3 continentes en el femenino.
— La federación deberá seguir los lineamientos del Código Mundial Antidopaje y el Código del Movimiento Olímpico para la Prevención del Dopaje y Manipulación de Competiciones. Sin embargo, cada Federación Internacional mantiene su independencia y autonomía en la gobernanza de su deporte.
— Debe estar aprobado por votación. El consejo ejecutivo del COI tiene que votar con tres años de anticipación dicho deporte con relación a los siguientes Juegos Olímpicos.
Además de estos requisitos, también está establecido que los Juegos Olímpicos no pueden albergar más de 32 deportes, por lo que, si un nuevo deporte es aceptado, deberá salir uno de los que ya estaba en el programa. (Por ejemplo, el Kárate estuvo en Tokio 2020, pero ha salido del listado, para dar paso al breaking).
El breaking sí, pero el fútbol sala no
Y es que la inclusión de este nuevo deporte no está exenta de polémica, ya que, si analiza a fondo los requisitos, el fútbol sala también cumple con lo solicitado por el COI y su Carta Olímpica, pero no está considerado como Olímpico y su futuro en las olimpiadas parece un sueño muy lejano. Es válido preguntarnos, ¿Cuáles son los motivos para considerar al break dance como olímpico y al Fútbol Sala relegarlo a una “mera” especialidad del fútbol? Y es que la comparación es bastante lógica, ya que, por lo menos en España el breaking es al igual que el fútbol sala una especialidad y no una modalidad deportiva.
Después de analizar un poco la trayectoria de este deporte nacido en el Bronx, podemos pensar que resulta «atractivo” para el público más joven, y es precisamente esa una de las probables razones —sin hablar de motivos económicos— de porqué el COI ha apostado por ello. No obstante, el futuro del breaking es bastante incierto, con su permanencia en Los Ángeles 2028 en el aire.
