Pese al tropiezo que tuvieron ante el Atlético de Madrid en una de las noches que más se recordarán en el Metropolitano, pocas dudas hay sobre el gran rendimiento del Inter de Milán. De la mano de Simone Inzaghi, han conquistado su 20º título de Serie A. Nadie pudo seguirles el ritmo. Tal fue su nivel que son los únicos con potencial para establecer una dinastía similar a la de la Juventus durante la década pasada. Y todo ello lo han logrado al son de una canción que no tiene nada que ver ni con el fútbol ni con Milán. ‘Made in Romania‘ se ha postulado para ser la banda sonora de los neroazzurri en los años venideros.
🇷🇴 Ionut Cercel, ídolo de Çalhanoğlu y del Inter
El 8 de octubre de 2011, Ionut Cercel sacó ‘Made in Romania‘. Pese a estar lejos de cumplir la mayoría de edad, el joven cantante tenía una legión de fans que recibieron con los brazos abiertos su nueva pieza. El tema funcionó bien, pero no se esperaba que saliese de Rumanía. A final de cuentas, su letra hablaba sobre lo que es ser rumano y era del género manele, muy popular en el país y sin demasiados adeptos fuera. Entonces, apareció TikTok en nuestra vida. La aplicación, lejos de su supuesta utilidad como aplicación de espionaje chino, demostró tener un potencial enorme para viralizar canciones del pasado. ‘Made in Romania‘ volvió a la actualidad gracias a la app, y llegó a Hakan Çalhanoğlu. Ionut Cercel ya había entrado en el vestuario del Inter.
Al ser el turco uno de los futbolistas más carismáticos de la plantilla neroazzurri, la canción no tardó en ganar popularidad entre el resto. Su ritmo festivo y su estribillo pegadizo pusieron al tema como uno de los himnos del Inter cuando tocaba celebrar. La locura fue tal que hasta crearon una especie de coreografía. Era cuestión de tiempo que la obra de Ionut Cercel ganase fuerza en Milán. Así, cuando llegó la fiesta por la consecución del Scudetto, el ‘ialli, ialli, ialli‘ de la letra se robó el show. Con ver como todos los jugadores bailaron la canción es más que suficiente para saber que hay algo más ahí.
Semejante devoción por ‘Made in Romania‘ no tardó en retroalimentarse con TikTok. Los neroazzurri ganaron al Torino por 2-0 en el día que lograron su 20º título de liga, y lo consiguieron gracias al doblete de Çalhanoğlu. Su celebración, emulando la coreografía de la canción, sirvieron para crear miles y miles de vídeos con el tema de Ionut Cercel como banda sonora. Entre sus goles y la celebración posterior, la mecha se prendió entre todos los aficionados al fútbol. Ahí había muchas visitas que rascar, y, por ello, algunos tiktokers no tardaron en hacer con el propio Çalhanoğlu el baile de ‘Made in Romania‘. Pese a no tener nada que ver con el Inter, la canción ya formaba parte del paisaje acústico del Giuseppe Meazza.
🏆 La banda sonora de una máquina que roza la perfección
Mucho antes de que estallase la fiebre por Ionut Cercel, el Inter iba encaminado a hacer algo espléndido. Desde los tiempos en los que la Juventus arrasaba no se había visto un equipo tan imponente en Italia. Simone Inzaghi, en su tercer año en Milán, ha conseguido ensamblar una máquina que roza la perfección. Año a año, fracaso a fracaso, el equipo ha sabido sobreponerse a todas las problemáticas. De hecho, de su último gran fracaso nace su gran virtud: nunca a un equipo le vino tan bien perder una final de la Champions. Su forma de competir ante el Manchester City del triplete les hizo creerse su enorme potencial.
Nadie les ha podido seguir el ritmo en esta temporada de Serie A. Y es que, si no fuese por el Atlético de Madrid, hubiesen estado en la terna para pelear por otra final de la Liga de Campeones. El Inter, pese a tener una plantilla construida a base de descartes y fichajes low cost, ha sabido sacarle partido a los diamantes en bruto que nadie más quiso. Incluso Çalhanoğlu, cerebro del equipo y líder del movimiento en torno a ‘Made in Romania‘, llegó tras salir rebotado del Milan. Todos han comprendido su labor en un equipo tremendamente rico en lo táctico y muy unido en lo emocional. Son pocos los futbolistas que no tienen un rol perfectamente definido.
Así, mientras agitan la cabeza y tararean el ya icónico ‘ialli, ialli, ialli‘, saben que el cielo es el límite. El vigésimo Scudetto no solo le otorga al Inter una nueva estrella en su pecho, sino que les abre las puertas de un futuro tremendamente esperanzador. Saben que poco a poco, siguiendo su proceso, los resultados llegan. Lo siguiente será repetir título en Italia, y ya veremos si se pueden dar otro capricho en Europa. Si lo consiguen, tiene pinta que lo de ‘Made in Romania‘ no se quedará en anécdota, sino en la banda sonora de un equipo que puede ser legendario.