Hace mucho tiempo que Fernando Alonso perdió la costumbre de ganar. En la última década, ha lidiado con abandonos y pobres resultados que han minado su moral. Tras decisiones equivocadas, esta última aventura, que surgió casi de la nada tras un desencuentro con Alpine y la retirada de Sebastian Vettel, parece la acertada. Aston Martin, de la mano de Dan Fallows, ha ideado un monoplaza que ha pasado de ser penúltimo en la primera carrera de 2022 a transformarse en la alternativa a Red Bull en 2023.
Yeda y Australia, un examen para el Aston Martin de Alonso
El salto ha sido tan mayúsculo —en torno a 2,5 segundos de mejora— que ni siquiera Fernando Alonso es capaz de asumirlo. «Siempre esperas dar un paso atrás y volver a la realidad, pero la situación parece real», comentó a Racingnews365. Jefes, ingenieros y pilotos de la escudería han alardeado de que el actual AM23 es solo el punto de partida del proyecto. Con una base óptima y más horas disponibles en el túnel del viento que Red Bull, Aston Martin puede inmiscuirse en la pugna por el Mundial.
De momento, toca rebajar el éxtasis. El equipo británico aspira a más, pero corre el riesgo de quedarse en menos. Lo sucedido en Bahréin puede haber sido solo un espejismo. Las curvas lentas y la elevada degradación del circuito de Shakir jugaron a favor de Aston Martin, que exhibió un ritmo de carrera incluso superior al de Ferrari. La incógnita ahora es cómo se desenvolverá el monoplaza en territorios menos favorables. «Son escenarios muy diferentes, con giros a alta velocidad y baja degradación», comentó el asturiano al citado medio.
Las citas de Yeda y Australia emergen en el horizonte como algo más que un simple Gran Premio. Estas dos pruebas del calendario serán un examen para determinar si Aston Martin puede pelear por el Mundial. «Si somos fuertes en las dos próximas carreras, tendremos un muy buen 2023», aseveró Fernando Alonso. El próximo mes será clave.
¿Miedo de Red Bull?
Red Bull firmó un doblete cómodo en el Bahréin, pese a que Verstappen y Pérez no rodaron todo lo rápido que pudieron. No les hizo falta. Sin embargo, con una qualy más comprometida y una salida diferente, el escenario puede cambiar por completo la próxima semana. De ahí que el equipo de la bebida energética prefiera no alardear del paseo que protagonizaron el último domingo.
Llama la atención, eso sí, que Christian Horner acuse sistemáticamente a Aston Martin. El jefe de Red Bull culpa de forma indirecta a Dan Fallows, exingeniero de la escudería austríaca, por haber imitado su modelo. Mientras, en Mercedes sienta mal que el AM23 sea más rápido con el mismo motor, alerón trasero… Fernando Alonso debe estar satisfecho de generar rechazo en las dos escuderías que han dominado la Fórmula 1 en la última década.
Otro que no está demasiado contento es Lewis Hamilton. Mercedes, desde Alemania, ha deslizado que de confirmarse la superioridad de Aston Martin le entregarían a ellos sus mejores motores. Un mazazo para el siete veces campeón del mundo, que ha disipado los rumores sobre su retirada, alentados, entre otros, por Jenson Button: «Seguiré aquí independientemente de que tengamos un año difícil. Sigo creyendo que soy capaz de poner el coche en lugares en los que quizás otros no podrían».