Fernando Alonso ha cambiado de rumbo, otra vez, para buscar ese tercer Mundial que se le resiste desde hace más de tres lustros. Dos años de contrato con Aston Martin por los que se embolsará más de 40 millones de euros. Tras probar el monoplaza el pasado martes quedó satisfecho. Él asturiano está convencido de poder completar ‘la misión’, pero tiene demasiados obstáculos.
⏱️ El tiempo
“Aston Martin ganará, sin duda, pero no sé cuándo”. Estas son las palabras que pronunció hace unos días Pedro Martínez de la Rosa, nuevo embajador de la escudería británica. El tiempo, que para cualquier otro piloto de la parrilla no debería suponer un inconveniente, es una piedra en el camino para Fernando Alonso.
El bicampeón del mundo está en un nivel similar al que le llevó a alcanzar la gloria con Renault o a pelear el Mundial con un Ferrari que no estaba ni entre las tres mejores escuderías en 2012. Sin embargo, a sus 41 años, el declive puede ser rápido. Y ni siquiera Aston Martin le puede garantizar un hueco más allá de 2024. Fernando Alonso necesita que el progreso sea instantáneo.
👮 La FIA
El destino de muchos equipos siempre ha estado ligado a las decisiones de la FIA. Y, por el momento, Aston Martin ha recibido un duro revés de este organismo. El alerón trasero que tanto impacto causó y que permitió dar un salto al frente a esta escudería en el tramo final de temporada, finalmente ha sido prohibido por la FIA para 2023. Si en Aston Martin contaban con esa pieza, ya se pueden olvidar. Por suerte para Fernando Alonso, la escudería cuenta con un presupuesto importante y con avalados ingenieros para encontrar la alternativa a este rechazo.
🏎️ Stroll puede ser un problema
El proyecto de Aston Martin es serio y tiene la victoria como único fin. Solo así puede entenderse la desorbitada inversión de Lawrence Stroll en infraestructuras y personal. La apuesta por Fernando Alonso también es fuerte, solo a nivel económico ya supone elevar el salario de Sebastian Vettel, tetracampeón del mundo. Sin embargo, la familia es la familia. Y el asturiano compartirá equipo con el hijo del dueño.
Fernando Alonso tiene muchas más virtudes que ir rápido sobre el asfalto. El piloto español es el ‘producto’ de marketing perfecto para que Aston Martin dé ese salto hacia otras escuderías reconocidas en el gran circo como Ferrari o McLAren. Además, en cuanto a reglajes, nadie como el asturiano para poner a tono un monoplaza. ¿Y si Aston Martin solo quiere a Alonso para expandir su marca y facilitar que Stroll sea campeón? De momento, por las reacciones del bicampeón, no lo parece. El tiempo nos hará salir de dudas.