Marc Márquez puso fin al culebrón. El de Cervera anunció que abandonará Repsol-Honda tras once temporadas en Moto GP, en las que ha cosechado 6 títulos, 61 victorias, 101 podios y 64 poles. La crisis de su escudería, que previsiblemente también estará lejos de la pelea en 2024, ha propiciado el cambio de rumbo del piloto. El español tomará el mando de una Ducati (no oficial), una firma en pleno auge que tiene intereses que van más allá de lo deportivo.
Récord de ventas de Ducati
La marca italiana es la vigente campeona del Mundial de constructores, título que probablemente reeditará esta campaña. Históricamente, en cambio, ha estado a la sombra de Yamaha, Honda o Suzuki, entre otras marcas. Antes de ‘Peco’ Bagnaia solo Casey Stoner (2007) logró alzar el título a lomos de una Ducati. La hegemonía que ejerce sobre el asfalto es la misma que ha impulsado en el mercado, donde la enseña ha multiplicado sus ventas.
Ducati registró récord en 2022, pese a la delicada situación que sembró la Covid-19, con una crisis global de logística y suministros. Por primera vez en su historia esta firma superó la barrera de las 60.000 motos. Esta inercia, al alza, se ha mantenido hasta la fecha este curso. Los puntos de venta también han aumentado, hasta superar los 820 en todo el mundo. Italia, donde creció un 10% en el último ejercicio, es el principal mercado de la compañía. Sin embargo, entre sus objetivos está asaltar España, algo que será sencillo tras el fichaje de Marc Márquez.
El objetivo de Ducati en España
Nuestro país es, en estos momentos, el quinto en el que más opera Ducati. La meta de la marca es que pase a ocupar la segunda plaza. El fichaje del español es la manera más idónea de alcanzar este fin. Ducati ha perdido presencia en los últimos cinco años a nivel mediático, pese a lo que puedan indicar los resultados o la presencia de pilotos españoles como Jorge Martín o Jorge Lorenzo en sus filas. Ducati era en 2017 la quinta marca más asociada a Moto GP, solo por detrás de Repsol, Honda, Yamaha y Movistar, según el Barómetro de Patrocinio Deportivo que elabora la consultora SPS Consulting.
Jorge Lorenzo, durante su etapa con Ducati en MotoGP.
Un lustro después su posición ha caído hasta la octava plaza, según el mismo ranking. Firmas como Michelin, Nike o Monster le han usurpado su lugar. El posible título de Jorge Martín —a tres puntos del liderato— y el fichaje de Marc Márquez permitirá a Ducati alcanzar a un mayor número de personas en España —gracias a nivel de asociación con el motociclismo— y, de forma indirecta, aumentar las ventas en nuestro país, el objetivo definitivo que tiene la firma italiana desde el despegue de ventas en 2021. Eso, claro está, si el binomio con el catalán es mas fructífero de lo que en su día fue con Lorenzo.
Repsol y Honda pueden estar tranquilos
Lejos de lo cabría esperar, para Repsol y Honda la marcha de Márquez no supone un contratiempo comercial. Es más, la salida del español puede incluso ser satisfactoria. La permanencia del piloto de Cervera en la escudería podía generar un clima adverso de sus aficionados, como sucedió con Fernando Alonso y su segunda etapa en McLaren. Pese a los cuatro años de sequía —en los que el catalán ha sufrido varias lesiones—, ambos partes han cerrado una relación que ha estado plagada de éxitos.
Esta dupla ha dejado tanta huella que, por mucho que dure la alianza entre Márquez y Ducati, lo más probable es que Repsol y Honda se mantengan para siempre como las dos marcas más asociadas al piloto español, tanto por los seguidores más acérrimos a este deporte, como por los que lo ignoran. La Fórmula 1 es, de nuevo, el ejemplo más claro. Renault es la marca a la que más identifican con Fernando Alonso, pese a que desde 2006 ha corrido también para McLaren, Ferrari, Alpine y Aston Martin.
Márquez solo piensa en los títulos
El que a buen seguro no gana económicamente con esta operación es Marc Márquez. El de Cervera era hasta la fecha el piloto mejor pagado de la parrilla con un contrato de alrededor de 12 millones de euros anuales más incentivos. En Gresini, al mando de una Ducati no oficial, percibirá, seguro, menos de la mitad de esa cantidad. No obstante, si su montura no difiere demasiado de las que pilotan Bagnaia o Jorge Martin, podrá aspirar a un título que propicie un nuevo boom de su figura que le permita unir más sponsors a su ya extensa nómina.
