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El Govern arriesga 30 M€ en Montmeló con el GP de F1 en el aire

Ya no es ningún secreto: Madrid quiere un Gran Premio de Fórmula 1 en 2026. Lo han reconocido voces autorizadas del paddock e Isabel Díaz Ayuso, recientemente reelegida como presidenta de la Comunidad de Madrid. La propuesta, con serias opciones de salir adelante, auguraría el fin de la histórica cita de Montmeló. El Govern, pese a ser consciente de ello, tiene previsto invertir 30 millones de euros en los próximos años.

Un espacio polivalente de 2.000 m2 en Montmeló

El circuito de Montmeló, participado mayoritariamente por la Generalitat —posee el 79% del capital— quiere crear un nuevo espacio de 2.000 metros cuadrados. El proyecto, según cuenta el diario El Español, consta de una pasarela de más de 70 metros de longitud que cruzará el trazado antes de la décima curva. El objetivo es facilitar el tránsito de las personas, además de albergar conferencias, presentaciones y más actos relacionados con el motor. Otra de las mejoras previstas es la instalación de 18.480 metros cuadrados de placas fotovoltaicas.

Con este tipo de eventos, la Generalitat busca acabar con la sangría económica que ha dejado el circuito en los últimos años. Si bien genera más de 300 millones de euros de forma indirecta con sus actividades —además de dar empleo a más de 2.000 personas—, lo cierto es que solo en el último año dejó un agujero de dos millones de euros. De hecho, desde su creación ha cerrado el ejercicio siempre en negativo.

Montmeló, a examen: el caos de un GP de F1 que se acerca a su fin

Atascos infinitos, colas kilométricas para acceder al recinto y para solicitar agua y comida, baños en pésimas condiciones… El continuo cambio de gestores y la pésima organización que se vivió en 2021 han lastrado aún más al circuito. El Govern ha pensado que Montmeló necesita un lavado de cara, una adaptación para generar dinero a través de otros eventos. Lo extraño es que haya dado el paso cuando el Gran Premio de Fórmula 1, que acoge a más de 100.000 personas cada año, puede desaparecer más pronto que tarde.

Los mandamases del ‘gran circo’ han dejado entrever que en ningún caso España contará con dos citas del calendario, mientras la opción de Madrid coge cada vez más fuerza. Esto propiciaría que la inversión de 30 millones de euros quedaría únicamente reservada para la cita del Mundial de motociclismo o, lo que es lo mismo, el Govern va a arriesgar una importante suma de dinero con la ‘mitad’ de su plan en el aire.

¿Cómo sería el circuito de Madrid?

Isabel Díaz Ayuso quiere que Madrid sea el escenario de un Gran Premio de Fórmula 1, algo que no sucede desde 1981 —circuito del Jarama—. La presidenta quiere acoger un circuito urbano, desmontable, que se convierta en la envidia de todo el mundo. Está obsesionada y decidida a apostar por ello. El capricho de la política del Partido Popular sobrepasaría los 70 M€ al año, aunque las inversiones privadas y el retorno económico pueden hacer rentable este negocio.

La propia Ayuso desveló qué tipo de circuito quiere. Sería urbano, para desgracia de los aficionados, porque los adelantamientos serían casi nulos —como se ve cada año en Mónaco o como sucedió este año en Bakú—. No obstante, en la cabeza de la presidenta solo está el dinero. Y, de esta forma, podría juntar el circuito «con la milla de los musicales, con restaurantes, tiendas…». Es decir, un circuito que prime más el postureo que la emoción sobre el asfalto, como tantos otros, y contrario a la historia que posee Montmeló.

El capricho de Ayuso con la F1 en Madrid: 70 M€ para el postureo

El lugar escogido también está decidido. «Utilizaríamos las mejores infraestructuras que ya tiene IFEMA», recalcó Ayuso hace solo unas semanas. Con las dimensiones habituales de un circuito —entre tres y cuatro kilómetros— rondaría Valdebebas, IFEMA y Barajas, con la ventaja de situarse cerca del aeropuerto. El plan de la presidenta de la Comunidad de Madrid es un asfalto que se monte y se desmonte. Algo similar a lo que se llevó a cabo el año pasado en Miami. Era la primera vez que se corría allí y el gasto aproximado fue de 40 millones de euros. A esa cifra, Ayuso debería sumarle un canon más elevado que el de Barcelona, que fácilmente se podría acercar a los 30 millones de euros.

El proyecto de Ayuso es conocido por los altos mandos de la F1. Stefano Domenicali, CEO de la competición y exjefe de Ferrari, reconoció en MARCA a finales de marzo que en Madrid «están trabajando para traer una carrera» y que estaban contentos de «tener tantos aspirantes». La realidad es que Madrid tiene la competencia de otros territorios como Londres, que aspiran a estar próximamente en el calendario. Ayuso tiene un plan, y por muy cara que sea la F1, inversores privados y el elevado retorno económico son un aliciente más que suficiente para persistir en la lucha. De darse esta circunstancia, la inversión del Govern en el circuito de Montmeló apenas tendría sentido.

 

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