Dorna
Economía

Márquez y Acosta para ‘resucitar’ las cifras de Dorna

La pandemia, las lesiones de Marc Márquez y la ausencia de iconos como Valentino Rossi, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa provocaron cierto desdén hacia el motociclismo. Dorna, propietario del campeonato, sufrió un revés económico y mediático que, en cierta medida, ha apaciguado los dos últimos años. El próximo curso, con el cambio de rumbo del heptacampeón y el ascenso de Pedro Acosta a la categoría reina, el Mundial debería recuperar su lugar.

La sprint, un salvavidas en los circuitos

En 2021 Dorna Sports cerró el ejercicio con unos números rojos de 38,5 millones de euros. El curso pasado, con un calendario normalizado —20 carreras—, rompió su techo de facturación con 474,8 millones de euros y redujo las pérdidas has los 7,8 M€. Lo lógico es que esta temporada mantenga la buena inercia económica gracias, en parte, a la introducción de la carrera al sprint.

Ese formato que no convence en la Fórmula 1 ha conseguido que la afluencia a los circuitos se dispare un 20% los sábados. El motociclismo cerró la primera mitad de 2023 con 1,6 millones de espectadores en los recintos, una cifra que no se registraba desde hace casi una década (2015). Francia y Alemania, por ejemplo, rebasaron las 250.000 personas. En los hogares sucede algo similar, con un incremento de las audiencias en este día de en torno al 50%. Sin embargo, Dorna todavía afronta el salto más complicado para culminar su resurrección.

Dorna pierde la batalla con Liberty Media

Dorna no puede obviar las evidencias. El paso adelante no esconde que Moto GP ha quedado eclipsada por la Fórmula 1 en mercados relevantes como España. La lucha por el título de Jorge Martín no ha sido suficiente. Mientras el deporte de las dos ruedas sufre para superar los 200.000 espectadores, el ‘gran circo’ ha llegado incluso a equipararse con el fútbol tras rozar el medio millón de visualizaciones.

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Rostros como Quartararo, Viñales o Álex Márquez no han sido capaces de generar la repercusión de pilotos que marcaron época como Rossi, Stoner o Lorenzo. La carrera al sprint ha sido un aliciente, un acierto, pero insuficiente. Moto GP necesita el protagonismo de leyendas y la irrupción de alguien que verdaderamente puede implantar su hegemonía. Un escenario que va a producirse precisamente en 2024.

Márquez y Acosta, dos atracciones

Marc Márquez no va a cobrar nada —o casi— en Gresini, pero bien podría Dorna otorgarle un salario. El movimiento del piloto de Cervera, que hasta la fecha siempre ha competido con Honda en la categoría reina, ha generado un fuerte revuelo tanto en el paddock como entre los seguidores. No pilotará una Ducati oficial, pero ahí reside también parte de la intriga que ha conseguido sembrar: ¿podrá Márquez ganar el título en 2024? Desde luego esta incógnita, salvo que tenga una respuesta negativa en las primeras carreras, es un motivo más que suficiente para reenganchar a aquellos que en los últimos años se han desinteresado por el motociclismo.

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Por si fuese poco también emerge la figura de Pedro Acosta. Su ascenso ha sido el otro gran asunto que ha copado las portadas este curso. El reciente campeón de Moto 2 no podía esperar más. KTM lo sabía y finalmente permitirá su llegada a Moto GP. ¿Está preparado el murciano para pelear el título? Otra pregunta indescifrable a noviembre de 2023.

Esa incertidumbre que generó Fernando Alonso tras su llegada a Aston Martin o Carlos Sainz con su fichaje por Ferrari es precisamente el movimiento que necesitaba Moto GP. Una leyenda que renace ante el reto —todavía posible— de erigirse en el mejor de los tiempos, frente a un joven que quiere coger su legado. El escenario vuelve a ser atractivo. Las audiencias, no solo en los circuitos, deberían ascender. Y Dorna, por fin, rentabilizar este negocio que ha resultado deficitario desde la Covid-19.

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