Mike Garlick Antequera.
💰​ Economía

Un peculiar dueño en tiempos de jeques: Mike Garlick y la «evolución» del Antequera

El Antequera ha copado las noticias de distintos medios nacionales en los últimos días. No es por su gran temporada en 1ª RFEF —son octavos tras ascender el año pasado—, sino por la novedad que tienen en sus despachos. Mike Garlick ha adquirido el club malagueño, y ya se empieza a hablar con vistas al futuro. Es imposible no hacerlo cuando el inglés ya llevó al Burnley hasta la Premier League y competiciones europeas. Por su parte, el inglés ha pinchado el globo de la inmediatez. «Un equipo de fútbol se tiene que hacer paso a paso. Es muy importante para mí. Quiero una evolución, no una revolución», dijo en su presentación. Mientras que otros apuestan por la inmediatez de los jeques, él siempre lo hará por la sostenibilidad.

🪞​ Su Burnley, un espejo en el que mirarse

La máxima que nombró en su primer día como dueño del Antequera no es una promesa vacía. Ese trabajo del día a día fue su máxima durante sus años al frente del Burnley, el club de su vida. Así consiguió que Michael Bailey Associates Group pasase de ser una pequeña de Londres a tener calado internacional, por lo que no iba a ser distinto en el fútbol. En 2012, Mike Garlick se hizo cargo del club junto a John Banaszkiewicz, y a partir de 2015 lo llevó en solitario. Desde su adquisición hasta su venta en 2020, los clarets consiguieron establecerse dentro de la élite del fútbol inglés sin hacer grandes locuras.

El trabajo en el despacho estuvo correspondido por el que se hacía a pie de campo. Mike Garlick confió desde el principio en el método de Sean Dyche. Pese a su descenso de la Premier League en 2015, lo mantuvo en el cargo. Ya había logrado el ascenso un año antes, ¿por qué no iba a apostar de nuevo en su proyecto? Ese respaldo se tradujo en un nuevo ascenso a la primera categoría en tan solo una temporada. Luego, un par de temporadas después, lograron clasificarse para jugar la Europa League. Por mucho que el Olympiacos los apease en la fase previa a la competición, ya habían hecho historia. Sin hacer grandes locuras y con esa confianza ciega en el resultado a largo plazo, Garlick puso al equipo de su vida en un pedestal. Tal fue su compromiso que, tras vender el club a los actuales dueños, se mantuvo en la directiva para facilitar el traspaso de poderes. Hizo lo que debía hacer y un poco más.

🎨​ Antequera, un lienzo en blanco

Pese a que aún sigue ligado al Burnley, el gusanillo del fútbol seguía picando a Mike Garlick. Compró el St. Joseph’s de la liga de Gibraltar, y se interesó por hacer lo propio con la Real Balompédica Linense. Pese a estar un escalón por debajo del Antequera, el inglés se metió en la puja por adquirir el club. Finalmente no salió, lo que le llevó al norte de Málaga. Su objetivo, así como con el resto de clubes, era hacerlos crecer mediante esa evolución sostenida y estable. Quiere repetir lo que consiguió en sus 8 años al frente del Burnley. Las revoluciones y los petrodólares están en las antípodas de lo que quiere el británico.

En Antequera se va a encontrar un club que ya venía haciendo las cosas bien, pero que no va a negar su ayuda en los despachos. Ya ascendieron en la temporada pasada de la 2ª RFEF, y para este año se han alejado de la zona de peligro. Tanto es así que su octavo puesto les invita a soñar en el corto plazo, aunque no es algo que les tenga que desesperar. Saben que tras la adquisición del 100% de la entidad por parte de Mike Garlick, esa prisa por crecer no está infundada. El proyecto, así como en el lejano condado de Lancashire, se va a cocinar a fuego lento. «Despacito y buena letra», que diría aquel, pues la base para progresar ya está ahí.

ANTEQUERA MIKE GARLICK

🔜​ Con Mike Garlick… ¿el Antequera será de Primera?

Si se tiene en cuenta su desempeño con el Burnley, Mike Garlick tardó solo 2 años en que llegasen a la Premier League. Pese a ello, el club venía de debutar en la élite unos pocos años atrás, y ya partían desde la Championship. La situación del Antequera no es tan favorable, pues parten desde la categoría de bronce del fútbol español y no desde su segundo escalón. Además, ascender no será sencillo tal y como está establecido el sistema de divisiones en España. Vamos, que ese plazo roza el optimismo más exacerbado, y Garlick no es de esos. El objetivo, por el momento, es alcanzar el fútbol profesional y generar una estructura para garantizar la supervivencia del Antequera en la División de plata. A partir de ahí, todo está por ver.

Lo cierto es que, por mucho optimismo que genere el historial de Mike Garlick con sus hazañas empresariales y lo que logró en Burnley, no se puede decir que no haya sido claro. Esas grandes metas están ahí y es correcto que existan, pero no forman parte del libreto que le ha llevado al éxito. Lejos de revoluciones, el inglés siempre apostará por la evolución. Ya sea con un mayor o menor presupuesto, jamás cometerá una locura. Esa gestión responsable es su as bajo la manga, ya que será la herramienta que permita al club crecer con él al frente o con cualquier otro. Y todo beberá, una vez más, del trabajo que se haga en el día a día para que florezca esta ilusionante nueva etapa en Antequera.

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