⚽ Fútbol internacional

El ascenso del Burnley ‘guardiolista’ que jamás imaginamos

Mientras en Barcelona o en Nápoles se preparan para cantar el alirón, el Burnley ha sido el primer equipo de los países punteros en cumplir con el objetivo marcado para esta 2022/2023: regresar a la Premier League, menos de un año después de descender a Championship. Lo ha hecho con seis jornadas de antelación y aún le queda el reto de sobrepasar la barrera de los 100 puntos. Puede que parezca poco tiempo, pero las cosas han cambiado mucho en el condado de Lancashire.

🥹 El legado de Sean Dyche en el Burnley

Ya no queda ni rastro de aquel Burnley rudimentario y tremendamente elogiable. El que cogió en la 2012/2013 Sean Dyche, un tipo peculiar y carismático como pocos en el fútbol inglés, cuando el club estaba instalado en media tabla de la segunda división inglesa. Dos años después ascendió a la Premier League, aunque no pudo resistir en la categoría y volvió a caer a Championship. Eso sí: tanto la directiva como su afición iban en serio con Dyche. Querían que fuese su líder y volviese a comandar un ascenso. Dicho y hecho. Uno que llegaría en 2016 y que resistiría siete cursos en la élite.


La 2017/2018 tocó techo, cuando clasificó al equipo (7º) para la Europa League. Sin embargo, cayó a las primeras de cambio, en las rondas previas a la fase de grupos.


Los métodos, cuestionables, hacían del Burnley un equipo único. En pleno auge económico de la Premier League, mientras todos gastaban cantidades ingentes de dinero, el Burnley fichaba a los excedentes del resto, otras oportunidades low cost extranjeras que vislumbraban y algún que otro canterano como Dwight McNeil o Jay Rodríguez. En los seis años que estuvo Sean Dyche al frente, desde su último ascenso, solo tienen un balance de fichajes superior a los 20 millones de euros de inversión. Y en dos de esos seis ingresaron más de lo que gastaron. Utópico competir así, en los tiempos que corren.

💘 Dieron en el clavo con el heredero de Guardiola

El elegido para reflotar al club tras el descenso fue Vincent Kompany. La leyenda del Manchester City fue a retirarse, a sus 34 años y en condición de entrenador-jugador, al Anderlecht belga, en el que comenzó su carrera como canterano. Tras esa ajetreada 2019/2020, colgó las botas y se centró en ser exclusivamente estratega durante dos cursos en los que obtuvo más elogios por sus atractivos métodos que por los resultados. Eso le llevó a desembarcar en el Burnley en el verano de 2022 y, lo que parecía un giro demasiado drástico como para funcionar, salió a pedir de boca.


Pep Guardiola:
«Vincent será entrenador del City algún día; está escrito en las estrellas».


🫣 Kompany se parece a Dyche lo que un huevo a una castaña

«Patadón y tentetieso», «toma y daca», «rifirrafe» o «segunda jugada» fueron los vocablos estrella para describir la etapa de Sean Dyche en el Burnley. Sus consignas eran claras: defender en bloque, a distintas alturas, como si les fuera la vida en ello; atacar de forma directa sin asumir el menor riesgo en salida; exprimir el balón parado y los centros laterales hasta dejar la cáscara pelada y, en muchas ocasiones, actuar al límite del reglamento. Guste más o menos, eso funcionó y convirtió al Burnley de Sean Dyche en un equipo de autor.

Sean Dyche Burnley Kompany

Sin embargo, con la llegada de Kompany, la cosa dio un giro de 180 grados. Un guardiolista empedernido, preocupado por dominar desde la tenencia de la pelota, con salidas elaboradas en corto. Evidentemente, hubo cambios significativos en la plantilla, con la marcha de pesos pesados como James Tarkowski, Nathan Collins, Dwight McNeil, Maxwel Cornet, Nick Pope o Ben Mee. Y llegaron jugadores sin tanto cartel, seguramente, más útiles para que Vincent les moldease a su manera. Paradigmático ver como Nathan Tella, su máximo goleador (17), solo había marcado uno como profesional en el Southampton, antes de llegar cedido.

Ahora falta comprobar si el libro de estilo de un técnico que empieza a sonar como el sustituto de Pep en Manchester a medio plazo está preparado para competir con esta idea de fútbol tan osado. En la liga de mayor nivel en el mundo, con unos recursos ciertamente limitados. Por lo pronto sabemos que, en el duelo copero frente al propio Manchester City, cayó goleado (6-0). El reto, como la ilusión de los aficionados del Burnley, es grande.

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