El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se ha reunido con el jugador brasileño Vinícius Júnior con motivo de las agresiones racistas que el delantero del Real Madrid ha sufrido esta temporada.
Tras el encuentro, el máximo dirigente de la FIFA ha manifestado que se dotará de un grupo de trabajo que le asesorará para formular recomendaciones específicas a fin de atajar este grave problema. En este equipo, Vini desempeñará un papel destacado.
Infantino ha señalado al respecto que ha llegado el momento de que las autoridades futbolísticas asuman su responsabilidad. “Es un problema relacionado con el fútbol y no debemos excusarnos en que es algo que afecta a toda la sociedad y que, por lo tanto, no pasa nada si también ocurre aquí. En el mundo del fútbol tenemos que actuar con contundencia”.
A la reunión se sumaron asimismo la selección brasileña y el Presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues —miembro también del Consejo de la FIFA—. Dirigiéndose expresamente a la selección brasileña, Infantino recordó que, en el Mundial de Catar, la organización que preside introdujo un servicio en las redes sociales para proteger a los jugadores frente a los discursos de odio, e insistió en la necesidad de identificar y denunciar a los racistas.
“La FIFA está con la CBF y con todos los jugadores en esta lucha. Es importante establecer sanciones deportivas y felicito a la CBF por haberlo hecho ya”, añadió.
Infantino insistió en que es imperativo que los árbitros detengan los partidos cuando se producen insultos contra los jugadores.
“Si hay racismo, no hay fútbol. Paremos, pues, los partidos. Los árbitros pueden hacerlo en las competiciones de la FIFA, ya que contamos con un protocolo para detener el juego”, advirtió. “Hay que tomar medidas en todos los niveles, incluidos los ámbitos nacionales. Es un reto que tiene que asumir todo el mundo y en el que vamos a ir juntos hasta el final”.
