Desde que existe, la Nations League es una realidad ciertamente incómoda. Pocos confiesan que le gusta y todos quieren ganarla. Sirve como una especie de prueba del algodón para combinados nacionales. Al final, es un simulacro de un torneo importante: se enfrentan los mejores equipos, la exigencia para pasar de ronda es máxima y hay eliminatorias a vida o muerte. Depende de la selección, un mal resultado puede provocar un cambio en el proyecto. Italia es uno de esos equipos que están en el punto de mira. Algo inexplicable tras ganar la Eurocopa hace dos años. Tocaron el cielo con una generación con mucho potencial, pero no se clasificaron al Mundial. Y no solo eso, pues la semana pasada perdieron tres equipos italianos sus respectivas finales internacionales y una cuarta en el Mundial sub-20. La herida, pese al éxito, es grande. Ante España, en semifinales de la Nations League, Italia tendrá que volver a mirarse al espejo.
Italia pierde cuatro finales en dos semanas: ¿debacle o esperanza?
😔 El amargo éxito de Italia
La Roma perdió en penaltis ante el Sevilla. La Fiorentina llegó a la final de la Conference League y cayó ante el West Ham. El Inter de Milán disputó la final de la Champions League, pero un gol de Rodri y los fallos de Lukaku amargaron lo que podía haber sido un triunfo histórico. La Selección Italiana sub-20 jugó la final del Mundial ante Uruguay. Como sus paisanos, volvieron a casa con las manos vacías. Es difícil imaginar sensaciones más agridulces tan consecutivas para el fútbol de un país.
El caso de Italia en el fútbol, a lo largo de los últimos años, es desesperante. Con el último caso todavía muy presente, ya son dos mundiales seguidos de los que los cuatro veces campeones se han ausentado, estando en una crisis difícilmente repetible para semejante gigante de este deporte. La Eurocopa con Mancini fue un soplo de aire fresco, la demostración de que estaban por el buen camino para regresar a competir contra los mejores. Se quedó en nada tras confirmarse que no estarían en Qatar 2022. Es una de cal y otra de arena; viven en una eterna frustración.
A pesar de que el Calcio italiano, tras unos años muy oscuros, experimenta un periodo de renacimiento, el ciclo todavía no está completo y puede verse lastrados por los últimos acontecimientos. La crisis económica afectó en exceso y les dejó fuera del foco a la hora de fichar. Y, cuando podían por la inversión de capital extranjero, el movimiento resultó un fracaso. Por ello, los clubes se aprovecharon del talento joven, desconocido y nacional en su mayoría. Han ido construyendo, poco a poco, el devenir de Italia como selección nacional. Lo que le pase a la azzurra actualmente es lo que le pase a sus clubes y viceversa. Son vasos comunicantes que sufren la misma realidad: pueden competir, pero ya no son los que eran. La alineación del Mundial de 2006, ahora mismo, produce una nostalgia insufrible en el italiano. Ya no hay jugadores así, por muy competitivos que sean los actuales.
🤔 Mancini, ¿en la cuerda floja?
La Nations League, injusta desde sus inicios, obliga a irte por la puerta grande o mandarte directo a la enfermería. Italia, que vive deambulando entre dos realidades opuestas, sabe que está ante una oportunidad de oro para dar de nuevo un golpe sobre la mesa. Roberto Mancini tiene crédito suficiente como para sobrevivir a un terremoto de la magnitud de no clasificarse al Mundial, pero quizás se empezarían a ver las primeras grietas si no se dan bien las semifinales ante la Selección española. Con una Eurocopa de 2024 a la vuelta de la esquina, el nuevo seleccionador tendría tiempo suficiente como para organizar una buena defensa del título. El fútbol, por desgracia, es así. No tiene memoria ni con el hombre que hizo que se pasasen por alto todos los malos momentos previos a su llegada. Dicho todo esto, hay que coger con pinzas el teórico favoritismo de Italia en este cruce. El fútbol español está pasando por una transición. El proyecto de Luis De la Fuente está «en pañales».
En cuanto a nombres, los de la ‘Azzurra‘ se han visto afectados por la ausencia de Barella y Bastoni, finalistas de la Champions League. Sea como fuere, es un bloque compacto, con más experiencia que sus rivales. No estará Chiellini en esta convocatoria, pero siguen siendo un equipo que sabe defender muy bien su área. Y es bien sabido que, desde hace años, al estilo asociativo español le cuesta horrores entrar en ese tipo de defensas.
💥 De la Fuente, con la posibilidad de dar un golpe de gracia
El cambio de seleccionador se produjo, tras el Mundial, para poder hacer de la Selección un equipo con más variantes cuando se compliquen los partidos. Esta Italia, indecisa en su futuro y con las ideas claras en su presente, será la primera prueba de fuego de Luis De la Fuente. España se quedó con el mal sabor de boca de caer ante Escocia en el último parón, nublando el prometedor debut de algunos futbolistas que prometen ser importantes en esta nueva etapa. Ante Italia van a tener la oportunidad de mostrar el plan B del que carecían con Luis Enrique, siendo uno de esos exámenes complicados.
Precisamente, en la última Nations League, con ambos equipos menos afectados por sus necesidades, España dio la campanada y eliminó a Italia. Así dieron el pistoletazo de salida a una racha horrible que dejaría a la ‘Azzurra‘ sin Mundial. Esta vez, ambos gigantes se van a ver las caras con la posibilidad de resetear su proyecto si no sale bien el cruce. Italia, por su parte, tendrá que elegir si seguir construyendo con paciencia para volver a lo que fue. El camino no será sencillo, ya que cada fracaso invita a tirar todo por la borda. Solo un correcto enfoque de sus tropiezos aupará a los transalpinos de vuelta. Y, como sucedió la última vez que se cruzaron ante España, el camino pasa por llegar a la final de la Nations League.