En medio de una profunda reestructuración deportiva y administrativa, la Juventus ha comenzado a escribir un nuevo capítulo en su historia. Después del escándalo de las plusvalías que sacudió al club en 2023 y un rendimiento descendente, algo ha cambiado en el gigante italiano. Mediante un grupo de jóvenes talentos liderados por Thiago Motta, quieren cambiar su destino. Entre ellos, hay uno que brilla con más fuerza: Kenan Yildiz. A sus 19 años, ya lleva el mítico 10 biaconeri a la espalda. Él es el elegido para ser el Del Piero de esta nueva Vecchia Signora. Ha nacido una nueva era en Turín.
La Juventus está de vuelta: el renacimiento deportivo y social de la ‘Vecchia Signora’
🛬 El prodigio que se fue de Múnich para triunfar en Turín
Kenan Yildiz, nacido en Alemania en 2005, se formó en una de las academias más prestigiosas del fútbol mundial: la del Bayern de Múnich. A los 7 años, cuando todavía jugaba en el club de su ciudad natal, los bávaros vieron en él un talento especial y no dudaron en incorporarlo a su equipo juvenil. Durante más de una década, Yildiz ascendió por las categorías inferiores del club con una facilidad pasmosa. Su talento y potencial apuntaban hacia la élite en el Allianz Arena, pero él no lo veía claro. No llegaba la oportunidad que él merecía para jugar con los mayores. Entonces, la Juventus movió ficha. Se adelantaron a media Europa para cerrar el traspaso.
Con 17 años recién cumplidos, Yildiz aterrizó en Turín y comenzó a jugar en los equipos juveniles de la Juventus. No duró mucho con ellos, todo sea dicho. Massimiliano Allegri, tras sus actuaciones en el sub-19 y la Juventus Next Gen, le dio la oportunidad de probarse con el primer equipo. Las necesidades de una Juventus en crisis aceleraron todo. Y es que, si necesitaban nuevos referentes para volver a creer, ahí estaba Yildiz. Por ello, el técnico italiano le dio máxima confianza al germano-turco. Vio que él tenía la capacidad para liderar esa reconstrucción que tanto hacía falta en Turín.
🙌 El impulso de Thiago Motta
Tras la sonada y polémica salida de Allegri de la Juventus, el club necesitaba encontrar un nuevo entrenador para su proyecto. Para Yildiz, la situación no era fácil: se acababa de ir el técnico que confió en él. ¿Y si el siguiente no apostaba por su talento? Sin embargo, no pasó. Se instauró el sentido común en la Vecchia Signora después de tanto tiempo. Llegó Thiago Motta con la convicción de reconstruir alrededor de los jóvenes valores que tenía el club. Así como Allegri, vio que el nuevo proyecto debía girar en torno a Yildiz. Y antes que palabras, hechos: le dieron el mítico dorsal 10. El de Del Piero, ni más ni menos. Toda la institución confiaba en su joya turca.
El estilo de juego del joven atacante se ha ajustado a la perfección a la filosofía de Motta. Con su alma de mediapunta de los de toda la vida, el turco ofrece una inteligencia táctica y una capacidad técnica que pocos jugadores de su edad poseen. Su habilidad para moverse entre líneas y generar peligro desde distintas zonas del campo lo convierten en una amenaza constante para los defensas rivales. Además, el ser ambidiestro lo hace prácticamente indefendible en ambos perfiles. Dentro del 1-4-3-3 de Motta, Yildiz puede jugar en ambas bandas sin que se resienta el conjunto. Tiene la confianza de su entrenador y la capacidad para hacer lo que considere.
Su inicio de temporada ha sido ilusionante. En siete partidos, ha generado tres goles para los suyos y ha dejado claro que va a ir a más. No hay más que ver como Yildiz revolucionó el mundo del fútbol con su tanto en la Champions League. Fue el primero del nuevo formato, nada menos. Tras una conducción finísima, clavó el balón en la escuadra. Pocas dudas hubo sobre cuál iba a ser el ganador del gol de la jornada. Y es que, con el 10 a la espalda, demostró que podía desprender el aura de los grandes. La Juve había vuelto por medio de la magia de su joven joya.
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— UEFA.com DE (@UEFAcom_de) September 18, 2024
⏭️ Yildiz recogerá el testigo
Kenan Yildiz tiene todos los ingredientes para convertirse en una de las grandes estrellas del fútbol mundial. Y lo que es más importante: puede ser el que continúe el legado del dorsal 10 en Turín. A sus 18 años, ya se habla de que puede ser el nuevo Del Piero. Es una barbaridad por lo que supone y por la presión que pone en su espalda, pero no parece importarle. Él solo piensa en mejorar bajo la tutela de Thiago Motta. Parece que está en el entorno ideal para seguir desarrollándose, con todos los estamentos del club confiando ciegamente en su progresión. Su versatilidad, su capacidad técnica y su mentalidad ganadora lo perfilan como el líder del equipo para unos cuantos años.
No obstante, existe el riesgo de que todo se tuerza. Es el gran problema de las jóvenes promesas. Pese a lo arrollador de su talento, pueden quedarse como un recuerdo vago de lo que pudieron ser y nunca fueron. La cosa está en que a Yildiz no parece importarle. Tampoco lo hizo jugarse ese remate contra el PSV que ya es patrimonio de la Champions League. Si es el tiempo el que marca hasta dónde podrá llegar con su talento, él sabe que va a salir bien. Tiene la personalidad y confianza suficiente como para despertar al gigante dormido de Turín. El futuro nunca estuvo tan claro: será de Kenan Yildiz.