Roberto Martínez Metodo Portugal
⚽ Fútbol internacional

El método de Roberto Martínez, desde dentro: «Cambió la mentalidad de Bélgica»

Roberto Martínez ha comenzado su andadura como seleccionador de Portugal de la mejor manera posible. Este éxito a la hora de construir proyectos es solo un capítulo más en su extensa carrera. Por ello, desde Legal Sport hemos tratado de entender qué hace del técnico de Balaguer uno de los grandes arquitectos del mundo del fútbol. Y si hay alguien que le conoce bien, ese es su sobrino Pau Prior Martínez. El segundo entrenador del Mollerussa desgrana el éxito de su tío a la hora de formar proyectos.

Desde su confianza en sus jugadores hasta su personalidad en las distancias cortas, Pau cuenta cómo funciona Roberto Martínez en el día a día. Como no podía ser de otra manera, lo hace mediante el repaso a una carrera que comenzó en el barro del fútbol inglés y tuvo su punto álgido con el bronce que consiguió en el Mundial de 2018. Ahora, cuando todo el mundo apunta a la candidatura de Portugal para la Eurocopa de 2024, solo queda contextualizar el camino que ha recorrido uno de los grandes entrenadores españoles de la actualidad.

⚽​ Roberto Martínez, de Balaguer a Lisboa

Pregunta: Lleida es cuna de muchos entrenadores bueno. Tu tío es Roberto Martínez; tú trabajas con Jordi, el hermano de Lluís Cortés… ¿Por qué se produce tanto talento en los banquillos?

Respuesta: No debemos ser muy buenos jugando (ríe). Además somos todos del mismo pueblo, de Balaguer, una localidad pequeña. Estas cosas pasan a veces. Mira los Márquez, que son de Cervera. Han puesto a su pueblo en el mapa.

P: Tanto Jordi como tú tenéis mucha influencia de vuestros familiares. ¿Os siguen muy de cerca Roberto Martínez y Lluís Cortés?

R: Siempre bromeo con él, decimos que somos los malos de nuestras familias. Ojalá podamos seguir el camino que recorrieron ellos. Jordi y Lluís son hermanos y tienen una relación casi diaria; mi relación con mi tío también es muy asidua. Hay más distancia, pero no deja de ser cierto que es un referente de los banquillos. A mí me toca muy de cerca y uno se acoge a lo que ve en su casa.

P: Roberto Martínez se fue muy pronto a Inglaterra a buscarse la vida como entrenador. ¿Te ves haciendo algo similar?

R: Sí, siempre digo que me gustaría probar el fútbol de diferentes culturas. Y, claro, el fútbol inglés es el más seguido y el que más me gusta. Yo ya estuve en Dinamarca, en el fútbol formativo del FC Midtjylland. Estuve muy bien, pero me gustaba un poco más el fútbol de los adultos que el de formación. La formación es vital, pero la tiene que llevar gente que le guste formar más que competir. A mí, ahora mismo, me gusta más competir. Por eso estuve seis meses en Ipswich, en una beca de la Selección española hace ocho años, buscando formarme como entrenador. La cultura es muy diferente en Inglaterra y me gustaría probar suerte fuera. Soy joven y creo que tengo tiempo para hacerlo. Y más facilidades. Cuando yo era más pequeño, seguir los resultados de los equipos de mi tío era complicado… ¡no podías ver ningún partido! Había que seguirlo en páginas de resultados en vivo.

Roberto Martínez Swansea

Roberto Martínez comenzó su carrera en los banquillos con el Swansea.

P: ¿Te ha influido también Roberto Martínez en tu forma de ver el fútbol y de plantear los partidos?

R: Sí. De mi tío es de quien más partidos he visto. Pero pensamos diferente, seguro. Como todos los entrenadores, vaya. Cuando estás dentro de un campo, cada equipo es completamente diferente y hay contextos que condicionan todo. Seguro que si a Jordi y a Lluís, por seguir el ejemplo, les preguntas, te dirán algo similar. En muchas cosas coinciden y en algunas otras lo harían diferente. Y, ojo, el resultado podría acabar siendo el mismo. A mí me pasa un poco igual, ya que he seguido mucho a los equipos de mi tío y me ha influido mucho. Su época en Premier con el Wigan o el Everton, su etapa actual como seleccionador… es lo que más he consumido. La influencia está ahí.

P: Siempre se destaca la habilidad que tiene Roberto Martínez a la hora de leer los partidos. Hay una exhibición de su Everton contra el Arsenal que se recuerda por su alineación: puso a Lukaku de extremo derecho y arrasó. ¿Dirías que esa forma de intervenir es su mayor virtud?

R: Recuerdo perfectamente ese partido, estuve en el campo aquel día. Me crucé con unos aficionados en un pub durante la previa, y no estaban demasiado contentos. No entendían por qué Roberto Martínez ponía a su mejor jugador fuera de posición. Aun así, el matiz táctico tenía su aquel, porque estaba colocando a un punta en la espalda del lateral contrario que más subía. De todas formas, creo que su legado futbolístico más grande reside en haber sido capaz de labrarse una carrera solo, sin esperar nada de nadie. Se fue muy joven a Inglaterra, que era un sitio completamente desconocido en 1995 por casi todo el mundo, y se quedó allí toda la vida. Es algo que te sorprende. Piensas «ostras, que a lo mejor ser valiente y dar ese paso que muchos no darían es el que luego te permite hacer tu carrera». Diría que esa valentía es su mayor virtud.

Lukaku Arsenal

Lukaku firmó uno de los mejores partidos de su carrera gracias al ajuste que hizo Roberto Martínez.

P: Roberto Martínez es alguien valiente en lo laboral, pero ¿cómo es en lo personal? Parece alguien muy tranquilo.

R: Sí, es así al 100%. Yo siempre le digo que su segundo debía de dar mucha guerra, porque Roberto es un tío más reflexivo, de dialogar mucho con los jugadores y confiar mucho en ellos. Esto es lo que hemos visto en Bélgica, con una generación que, por obsoleta que pareciera en el Mundial de Catar, logró ser tercera del mundo hace cuatro años porque él confió en ellos. Lo que se ve desde fuera es igual o incluso mayor desde dentro.

P: Hablando de Bélgica, formaste parte de su equipo de scouts. Creó una infraestructura enorme para el fútbol de un país muy pequeño. ¿Cómo se vivió desde dentro la formación de algo tan complicado?

R: Lo que más se le valoró desde dentro fue eso: la dificultad. Vio que sería mejor transformar la mentalidad; de ser una selección a pensar como un club. Cuando eres un país tan pequeño, con tantos jugadores de doble nacionalidad, que ya no son ni nacidos en tu país, tienes que intentar generar un sentimiento de pertenencia. Supongo que esa inversión tan grande del futbol belga, gracias a las clasificaciones en el Mundial y los europeos, ayudó al proyecto. Metieron dinero para que el rendimiento se viese en 10 o 15 años, si es que no lo estamos viendo ya. No hay más que pensar en cuántos jugadores belgas de primer nivel hay y cuántos habitantes tiene el país. Ahí está la clave.

Roberto Martínez

Roberto Martínez logró un tercer puesto histórico con Bélgica en Rusia 2018; la guinda a su proyecto,

P: Sorprende el legado que ha dejado tu tío en Bélgica en forma de infraestructura. Él insistió en que los jugadores de esta generación dorada se tenían que sacar el título de entrenador y, sin ir más lejos, ya tenemos a Vincent Kompany.

R: No ha salido nada mal la formación de Kompany. También es cierto que ha tenido influencias muy buenas durante su carrera, ya que estuvo mucho tiempo con Guardiola. Es una muestra de esa infraestructura de la que hablamos, porque forma a los jugadores a los que les queda menos carrera para que puedan seguir ayudando al crecimiento del fútbol belga. La federación los acompaña en ese proceso. Es algo mucho más importante de lo que pueda parecer.

P: Si hablamos de la generación dorada de Bélgica, hay que hablar de Hazard. Desde Madrid siempre se miraba con recelo al rendimiento que lograba con la selección. ¿Qué hacía Roberto Martínez para recuperarle en cada parón de selecciones?

R: Sinceramente, no me contó nada acerca de un plan específico para él. Creo que es algo que tiene que ver más con el contexto particular de cada futbolista. Con Bale pasó algo parecido, y si vamos hacia atrás habrá más ejemplos. Seguramente funcionaba mejor al estar más cerca de su casa, en una cultura más normal para él. Hazard es un jugador muy especial, y con estos jugadores pueden pasar cosas así. Puede que no salga bien en un sitio y en otro vaya genial, como le pasó con el Chelsea. El Real Madrid le ficha después de un gran Mundial de 2018, pero no acabó cuajando. Es un caso especial.

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