Hay veces que, por muy separados que parezca que estén dos sujetos, están destinados a encontrarse. Algo así pasa con Mauricio Pochettino y el Chelsea. Cuando sucedió la famosa batalla de Stamford Bridge, el día en el que el Tottenham que dirigía el argentino empató ante los blues y se esfumaron sus opciones de ganar la Premier, era inimaginable que el entrenador de uno iba a estar en el banquillo de los otros. Pochettino siempre fue objeto de interés del resto de clubes del Big 6, queriendo volver a Inglaterra después de su salida del PSG. Si hay uno que siempre está esperando un entrenador que eche raíces, ese es el Chelsea. Pochettino, tras la mala temporada de los londinenses, ha encontrado un hueco perfecto para volver a primera fila. Todo parece perfecto en el nuevo matrimonio de la Premier League.
🔵 Pochettino en el polvorín blue
Mauricio Pochettino es un entrenador peculiar. Su fama no ha llegado por dar voces o tener agrias disputas con algún jugador con exceso de ego, sino por cómo gestiona los grupos. Cierto es que no se pudo hacer con Neymar, Messi y Mbappé en el PSG, pero ese vestuario es ingobernable. Pese a que el del Chelsea tiene fama de ser complicado, el momento de cambio que está viviendo el club puede ayudar a que el aterrizaje del argentino sea más cómodo. Hay mucho jugador joven y recién llegado, así como que los pesos pesados de la plantilla no tienen un carácter tan complicado como las estrellas del conjunto parisino. Algo así es lo que se encontró en el Tottenham y los resultados fueron excelentes.
El argentino, por encima de todo, es un entrenador que mejora a sus futbolistas. Con él, Dele Alli tocó el cielo. O Christian Eriksen, mostrando el mejor nivel de su carrera. Muchos de los jugadores que hoy lastran a los spurs o fueron descartes hace poco vivieron sus mejores años con Pochettino en el banquillo. Esa capacidad de potenciar los recursos que tiene es valiosísima para un Chelsea que tiene tanto talento entre sus filas como poco claro hacia donde dirigir el tiro. Y es que, aunque ahora parezca extraño, se va a encontrar una muy buena plantilla. Conociendo sus dotes de comunicación y liderazgo, es cuestión de tiempo que los jugadores confíen en sus ideas para seguir creciendo.
📈 La cantera del Chelsea gana enteros
Esa forma de trabajar con los jóvenes puede hacer que gane relevancia la prolífica cantera del Chelsea. Lleva tiempo siendo una de las mayores fuentes de talento del país, siendo un habitual en las rondas finales de la Youth League. Es más, pues ya sacó al club de una situación complicada hace relativamente poco. Con Mason Mount y Tammy Abraham, Frank Lampard consiguió meter a los londinenses en Champions League. A la postre, ganaron esa edición de Copa de Europa. Ese éxito es difícilmente repetible, pero sí marca una hoja de ruta para Pochettino. El argentino es mejor entrenador que el inglés, destacando esa labor de formador que tiene. Es una noticia que, sin duda, han recibido con los brazos abiertos en Cobham.
Tendrá más medios que su antecesor y puede que ese trabajo con los canteranos se vea reducido, todo hay que decirlo. Sin embargo, es de esperar que acabe sacando a alguna de esas perlas que llevan tiempo mereciéndose una oportunidad con el primer equipo. No puede ser que una de las mejores canteras de toda Inglaterra se quede en eso, en un bonito cartel que poco aporta al primer equipo. Lewis Hall, Gabriel Slonina u Omari Hutchinson son algunos nombres interesantes que seguramente ya tiene apuntados Pochettino.
📅 El calendario favorece al proyecto del Chelsea
No es lo ideal aquello de no jugar competición europea, especialmente si la planificación económica depende de ello. Por lo que sea, no es el caso del Chelsea de Todd Boehly. En ningún caso es una ruina, sino un capítulo negro del que ya han pasado página. Deportivamente, puede parecer que es necesario jugar cuantos más partidos mejor, aunque no es necesariamente así. Pochettino ya está perfilando la plantilla a su gusto (ha comunicado que no contará con Joao Félix, por ejemplo), y va a necesitar tiempo para que cale su idea. Empezar jugando Champions es demasiado arriesgado, pues un tropiezo sería letal de cara a la confianza de la plantilla. Debe empezar creciendo poco a poco, centrándose en la Premier League y el resto de competiciones domésticas. A ese nivel de exigencia, va a ser un poco más fácil todo.
El Arsenal de Arteta es un fantástico referente. Se quedaron fuera de Europa, usando ese tropiezo para coger carrerilla. Desde entonces, se quedaron fuera de Champions por los pelos en la temporada pasada y en la que acaba de terminar casi salen campeones. Si bien puede ser demasiado ambicioso de primeras, este Chelsea no debería buscar menos por inversión. Y ahora, claro, por entrenador. Pochettino, por mucho que se haya olvidado rápido lo que consiguió con el Tottenham, sigue siendo un técnico de primer nivel. Por su conocimiento sobre el jugador inglés, llegó a sondearle la FA como seleccionador inglés pese a no ser británico. Pocas cosas pueden hablar mejor de lo bien valorado que está en Inglaterra.
Tampoco nos podemos engañar: no será tan fácil por mucho que parezca evidente el feeling entre Chelsea y Pochettino. Es bien sabido lo poco que le tiembla el pulso a los londinenses a la hora de echar a un entrenador de nivel (que le pregunten a Tuchel), existiendo el riesgo de que una mala racha le deje fuera. Pese a ello, hay muchas más razones para confiar en lo que puede salir de esta unión. Si le dan rienda suelta para formar a todos los jóvenes talentosos que tienen los blues, puede estar por llegar la mejor obra del argentino en los banquillos. Boehly, acostumbrado al deporte norteamericano, solo tiene que apostar por algo poco común y que no se puede comprar: la paciencia. Del tiempo que le dejen trabajar a Pochettino depende el futuro del Chelsea en los años venideros.