No va a alcanzar las cuotas de pereza generalizada del ‘caso Mbappé’, pero no se puede negar que la salida de Declan Rice está siendo la otra gran operación en estos primeros compases del mercado. Primero llamó el Bayern, luego el Arsenal y se incorporó más tarde, por sorpresa, el Manchester City. Y es que, si los gunners lo tenían hecho porque el centrocampista no quería salir de Inglaterra, fueron los de Guardiola los que enturbiaron el traspaso. Ahora, después de mucha especulación, parece que los mancunianos se retiran de la puja. Movimiento que, se mire por donde se mire, tiene mucho más sentido del que parece para los vigentes campeones de Europa.
🧩 Rodri y Rice, encaje complicado
El primer punto a tener en cuenta para el Manchester City es que en la posición de Declan Rice ya tienen al mejor futbolista posible. Rodri Hernández viene de hacer la mejor temporada de su vida, demostrando lo dominante que es desde esa posición de pivote. Por ello, gastarse más de 80 millones por el del West Ham United sería una locura. Con sus matices y diferencias, sería tener dos perfiles demasiado similares en un centro del campo que ya funciona a las mil maravillas. Tener a uno, a priori, condenaría al otro al banquillo. Y, hablando del extraordinario nivel de ambos futbolistas, no sería una decisión beneficiosa.
Es cierto que, en ese centro del campo en caja que plantea el Manchester City, podría coexistir ambos en la base. Incluso con Rice al lado, Rodri podría soltarse más y lucir ese disparo que ya le ha valido títulos a los suyos. Luego está, evidentemente, el genial aporte que daría el inglés en defensa. La nueva disposición que planteó Guardiola viene motivada por la obsesión del genio español por protegerse tras la pérdida, y con el aún jugador del West Ham en un doble pivote podría tener un upgrade considerable en esa posición. Igualmente, cuesta imaginarse que, tras la memorable temporada vivida en el Etihad, peguen un cambio tan radical en la zona que mejor les ha funcionado.
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💭 ¿Es un buen sustituto de Gündogan?
En The Athletic, cuando parecía que el Manchester City iba a ser el club que se llevase a Rice, sacaron un interesante artículo en el que tenían en cuenta esa incompatibilidad sobre el papel de Rodri y el inglés. Para encontrarle un encaje, afirmaban que podía ser el nuevo Gündogan de Guardiola, pero con un problema evidente: Rice no tiene la pausa del alemán. Y es que, para un equipo tan mandón con el balón, perder un activo como el ahora jugador del Barça puede fastidiar la velocidad de la circulación de balón. Si hay dudas con como puede sustituir Kovacic a Gündogan, es algo más exagerado cuando sale el nombre del pivote. El flamante jugador croata del City, con sus diferencias, puede acabar asumiendo ese rol con el tiempo. Con Rice, al menos, habrá que esperar bastante para que entre en el molde del guardiolismo.
Cuesta ver a Declan Rice como un buen sustituto de Gündogan.
Es difícil, evidentemente, replicar el talento asociativo y lo diferencial que es el ex capitán del club. Lo que no quita es que no es ese tipo de jugador, haciéndose complicado que cupiese en el esquema y método del que hubiese sido su nuevo entrenador. No es algo que sea culpa suya, pues durante toda su vida ha estado en equipos que abogan por un fútbol más directo. Sus limitaciones físicas (le cuesta enormemente girar, siendo una especie de muro defensivo andante) complican que pueda asumir el rol de Gündogan. Luego está el problema de si se va o no Bernardo Silva, pero eso no quita que Rice sea el jugador a fichar. Después de la gran incorporación que supone Kovacic en cuanto al encaje y el precio, lo del fichaje del jugador del West Ham parece una operación ruinosa a priori.
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👍 El mejor destino posible de Rice es otro
Luego está, claro, lo que puede decidir el jugador. Aunque muchas veces se crea lo contrario, los futbolistas no son ajenos a lo que se habla. Son personas que, como todo hijo de vecino, temen al cambio. Es algo por lo que debe pasar todo el mundo y, en el caso de Rice, está decidido a hacerlo. Quiere salir del West Ham, de su zona de confort para seguir creciendo. La cosa es que la solución casi nunca es pasar de un extremo al otro. Seguramente, el propio futbolista es consciente de todas las razones expuestas en este artículo. Vive en el mismo mundo que nosotros, sabe de la existencia de Rodri y de la dificultad de emular el rol de Gündogan. Por muy tentador que sea formar parte de semejante plantilla, es algo que, de primeras, no parece hecho para él. Y, dentro de lo cruel que es el mundo del fútbol, una mala decisión puede acabar con todo.
El Arsenal, que fue de los primeros en llamar a su puerta, suena a un destino mucho más lógico. Es cambiar moderadamente, quedándose en la misma ciudad y no en el mismo equipo. Es justamente lo que necesita Declan Rice en este momento de su carrera. Puede ser el Rodri de los gunners, ocupando ese puesto ideal que ya tiene inquilino en el Etihad Stadium. Arteta ha apostado mucho por él, viéndole como el pegamento de un equipo que tiene madera de campeón. Incluso con la puja que encarecido su precio, se ha mantenido la misma postura. El Arsenal siempre ha estado detrás, siendo la mejor opción para todas las partes. Hasta para el Manchester City, que ha aumentado el valor de un jugador que no quería en su venta a su mayor rival de la pasada campaña. Veremos esta jugada, con el tiempo, a quién da por vencedor.
