Darwin Núñez no deja indiferente a nadie. Su estilo solo permite dos bandos diametralmente opuestos: o valoras su esfuerzo o detestas sus fallos, no hay más. El debate sobre su valía ha llegado hasta a Anfield, allí donde no dejan que nadie camine solo. Partido a partido, fallo a fallo, la conversación ha ganado violencia. Tanto es así que, dos años después de su llegada, el uruguayo ha borrado todas sus fotos con el Liverpool y se ha dejado ver por Barcelona. Mientras que la rumorología echa más leña al fuego, el surrealismo se ha apoderado de los últimos días de Klopp en Merseyside. Si con el delantero centro titular están así, ¿cómo estará el resto? Arne Slot, desde la distancia, ya anticipa que llegará a un club en llamas.
El batacazo del Liverpool, ¿un síntoma del futuro o una consecuencia del pasado?
🎯 Los fallos de Darwin Núñez, el centro de todo
Sobre el papel, el traspaso de Darwin Núñez al Liverpool era de cajón. Llegaba a un equipo que había perdido a Sadio Mané y que necesitaba a su segunda espada en el ataque. El uruguayo, así como el senegalés, podía ejercer en esa posición a medio camino entre la delantera y el extremo izquierdo. Pese a ello, había varias pegas en la práctica. Nunca fue fácil adaptarse al sistema de Klopp, y el uruguayo aterrizaba con ciertas falencias técnicas. Igualmente, no era nada preocupante, pues los jugadores siempre mejoraban bajo la tutela del alemán. Por ello, se estableció una especie de cordón sanitario alrededor del delantero sudamericano. Sus fallos estaban perdonados porque era parte del proceso.
El problema es que, casi dos años después, la mejora no es tan sustancial como cabría esperar. Pero… ¿realmente es así? En su primera temporada, Darwin Núñez genera 19 goles (15 anotados y 4 asistencias) en 42 partidos; y, en la segunda, aporta 31 goles (marca 18 y regala 13) en 52. Es una subida considerable que también se refleja en su contribución goleadora por minutos: pasó de aportar un tanto cada 124 minutos a conseguirlo cada 96. Numéricamente, no tiene sentido cuestionar al uruguayo. Entonces, el debate vira hacia las sensaciones. El delantero red tiende al fallo garrafal, al que sale en una compilación humillante en las redes. Esos vídeos son los que han robado la atención del debate, obviando lo que consigue en el cómputo global.
🚨Darwin Nunez has removed all of his Liverpool photos from this season from his Instagram 🤯 pic.twitter.com/fLjTtLIxj0
— Anything Liverpool (@AnythingLFC_) May 5, 2024
Lo justo con Darwin Núñez no consiste en quedarse con la variante numérica ni la sentimental, sino con las contradicciones de su fútbol. Es un jugador que vive de la intensidad y de su nervio, no de ser un fino estilista. Llega al gol de una forma atípica en la élite, abrazando el caso y desestimando el orden. Es más, posiblemente sea el futbolista más anárquico de los grandes clubes. De ahí sale semejante chorro de ocasiones, pues las genera su movimiento. Prioriza la ingente cantidad de oportunidades a que sean pocas y buenas. Por mucho que falle, él sabe que tendrá otro tiro a la vuelta de la esquina. Esta cualidad es oro para el Liverpool, ya que es un futbolista que les asegura ocasiones. Dentro de un fútbol robotizado, tener al verso libre siempre será positivo, ya lo sea mediante una gambeta o a base de garra.
💭 ¿Tendría sentido buscar un nuevo delantero?
Sea como fuere, es igual de evidente que Darwin Núñez le ha costado puntos importantes al Liverpool en esta temporada. Hay varios fallos clave que, grosso modo, podrían haber significado una Premier League para despedir a Klopp. Y es que, a fin de cuentas, son estos errores los que han incendiado la mecha sobre el nivel del uruguayo y han abierto la posibilidad de firmar otro delantero. Además, la reacción del propio Darwin Núñez en redes, bloqueando hasta a los aficionados que le apoyaban, no ha ayudado. Da la sensación de que se ha roto la relación. Alexander Isak, Ivan Toney, Santiago Giménez… los nombres del hipotético sustituto no han tardado en salir.
Darwin Núñez ha estado relegado a un segundo plano durante sus últimos partidos.
Pese a ello, no hay nada claro. Todo puede quedarse en un calentón fruto del amargo final de la era Klopp, y queda ver que elige Arne Slot. Por el estilo de juego del sucesor en el banquillo, Darwin Núñez sería importante en el Liverpool que está por venir. Pocos delanteros en el mundo presionan con la misma intensidad que él, y semejante capacidad será vital para lo que está por venir. Además, se prevé que el equipo abrazará el control del juego. Tener al uruguayo como nota discordante en punta, así como Haaland en el Manchester City, sería muy interesante. Ofrecería variantes que ninguno de los posibles sustitutos podría darle a Slot.
A falta de dos partidos para que Klopp se despida definitivamente de Anfield, parece que este incendio alrededor de Darwin Núñez parece más de lo que realmente es. Resulta innegable que hay cierta tensión entre la afición y el sudamericano por sus fallos, pero no deja de ser una de las consecuencias de la mala forma del equipo. Cuando el equipo estaba dentro de la lucha por todos los títulos y Klopp ya había anunciado su marcha, no había ninguna duda acerca de la continuidad del ‘9’ en Anfield. Por ello, así debería seguir. No cumplir una meta tan improbable como un triplete no es un motivo de peso como para prescindir del segundo jugador que más goles aporta. Menos aún, claro está, si ficharle supuso casi 100 millones hace dos años. Toca que ambas partes den marcha atrás y se den la mano, así como Klopp con Salah. Y esto, lejos de las redes sociales, es lo único que podría apagar el último fuego de una época gloriosa en Merseyside.
