Nadie dijo que sería fácil sustituir a una leyenda como Jürgen Klopp. Para algunos, hablamos del mejor entrenador en la historia del Liverpool, incluso por delante de otro mito como ‘Bill’ Shankly. Para gustos, pizarras. Lo que está claro es que los nuevos candidatos dudan de que sea el momento ideal. Así lo debió pensar Xabi Alonso, que unido a su proyecto inacabado en el Bayer Leverkusen, decidió declinar la oferta red, que era un secreto a voces. Tras el tolosarra, rumores sin tanta fuerza mediante como los de Fernando Torres (Atlético de Madrid juvenil), Álvaro Arbeloa (Real Madrid juvenil), Roberto De Zerbi (Brighton) o Graham Potter (libre), Rúben Amorim se erigió como el principal candidato para ocupar el banquillo de Anfield. Sin embargo, esto parece quedar en agua de borrajas finalmente, con el West Ham al acecho para contratar al técnico luso. Y es ahora Arne Slot quien cobra fuerza para hacerse cargo del Liverpool. ¿Cómo son sus equipos? ¿Cuáles serían las principales virtudes de su candidatura al banquillo red?
Rúben Amorim, ¿el favorito del Liverpool? Así ha llegado a la élite en el Sporting CP
🏟️ Del campo al banquillo
Arne Slot tuvo una notable carrera como futbolista antes de convertirse en entrenador. Comenzó en el equipo amateur VV Bergentheim, de su ciudad natal, hasta que se trasladó a sus 17 años al FC Zwolle en 1995. Allí destacó en su rol de centrocampista llegador, pese a estar muy lastrado por las lesiones, y en 2002 ascendió a la Eredivsie con el equipo en el que pasó gran parte de su carrera, tras 13 años fuera de la primera categoría. Sin embargo, él se marchó ese año al NAC Breda, el Zwolle se le había quedado algo pequeño ya. Acertó con su destino, porque en la ciudad que vio nacer a Virgil van Dijk, aunque este se formó en el Willem II (rival del NAC), fue uno de los artífices del cuarto puesto que representa la mejor temporada en la historia del club desde 1956.
Arne Slot también tuvo tiempo de vestir la elástica del Sparta Rotterdam en 2007, dos años antes de volver a casa, por mucho que el Zwolle estuviese de nuevo en la Eerste Divisie. Al parecer, tenía la cuenta pendiente de representar al equipo en la Eredivisie, y mató el gusanillo después de protagonizar otro ascenso en 2012, con su posterior retirada en 2013. A la vista está que es un tipo que ha echado raíces como jugador y de entrenador como ahora comprobaremos, con el hándicap, eso sí, de no conocer el fútbol fuera de los Países Bajos en primera persona.
🇳🇱 Estudió en Alkmaar, soñó, le despertaron y se doctoró en Róterdam
Una vez que colgó las botas, Arne Slot permaneció en el Zwolle y se hizo con las riendas del cuadro juvenil, hasta que el Cambuur llamó a su puerta en 2014. Allí comenzaría su exitosa andadura profesional en los banquillos. como asistente de Henk de Jong, Rob Maas, Marcel Keizer y Sipke Hulshoff, para después testarse en la segunda división neerlandesa en la 2016/2017 en condición de interino. Como Rúben Amorim en Braga, convenció tanto a la propiedad, que se quedó hasta final de curso. El AZ Alkmaar vio algo en él, porque ese verano firmó al entrenador que acariciaría una proeza inimaginable años después, aunque tuvo que terminar de ganarse esa oportunidad de nuevo como segundo de John van den Brom durante más de 80 partidos entre 2017 y 2019.
Finalmente fue nombrado entrenador principal y en su primera y única temporada a cargo de un plantel que venía de ser cuarto en la Eredivisie, logró el mejor resultado desde la 2008/2009, en la que el AZ Alkmaar ganó su última liga. Eso sí, tuvo la peor suerte posible, porque sucedió en la maldita 2019/2020, coincidiendo con la llegada de la pandemia. Si el COVID-19 ha marcado un antes y un después para muchos equipos, sobre todo en lo económico, al AZ de Arne Slot puede decirse que le hizo un destrozo catedralicio. El fútbol se paró en el momento que lideraba la clasificación, empatado a puntos con el Ajax de Erik ten Hag, a falta de ocho jornadas para la conclusión. Y el AZ Alkmaar venía con unas sensaciones mucho más positivas que los de Ámsterdam.
Antes de la jornada 24 estaba a seis puntos y, después de la 25, duelo directo entre medias, ya había igualado la puntuación del gigante capitalino. Tras la 26 llegó el confinamiento, con la particularidad de que en los Países Bajos se daría por finalizada la temporada, sin campeón. El Ajax se libró de un marrón, tenía mucho que perder y poco que ganar. El AZ Alkmaar se quedó sin una oportunidad única para ser la revelación total. Compitió de tú a tú en la temporada posterior a que los pupilos de ten Hag rozasen la clasificación a la final de Champions. Palabras mayores, eso ya no se lo podrá quitar nadie. Y no lo hizo con Ziyech, Onana, Mazraoui, Blind, Tagliafico, Van de Beek, Neres o Tadić, como su adversario, él lo logró con un equipo de completos desconocidos en aquel momento.
El fútbol le debía una y, aprovechando su tirón mediático, firmó por uno de los gigantes del fútbol oranje con el mismo cometido: destronar al hegemónico de Ámsterdam. Así lo hizo en la 2022/2023 con el Feyenoord, el mismo equipo que dos años antes había terminado la liga en quinto lugar con el prestigioso Dick Advocaat. En su primera temporada llevó al club a la final de la Conference League. En la segunda alzó la mencionada ensaladera, de calle, una dedicada a la ciudad de Alkmaar en la que se curtió. Y en la tercera y actual campaña acaba de conquistar la KNVB Becker, Copa de los Países Bajos, además de haber vendido muy cara su piel en Champions frente al Atlético de Madrid y a la Lazio en la fase de grupos, y contra una renovada Roma por Daniele De Rossi que tuvo que acudir a los penaltis para eliminar al conjunto de Róterdam.
👌 La especialidad de la Casa Slot
El holandés, a sus 45 años, ha demostrado que su mayor virtud es contribuir al desarrollo de jugadores jóvenes, con un presupuesto limitado. Algunas corrientes de opinión ponen en duda su adaptación a un club tan grande como el Liverpool, y es lógico porque nunca ha dirigido a un club así, ni tampoco a uno con semejante presión por mucho que en el Feyenoord haya abierto la veda. No ha estado en ninguna liga que no sea la Eredivisie, ya lo advertíamos. En todo caso, su valía debería estar fuera de toda duda. De ahí que Tottenham, Chelsea o Leeds United hayan sonado también como otros de sus posibles destinos en Inglaterra desde hace más de un año, aunque hasta ahora Arne Slot se ha mantenido fiel a los suyos en sus declaraciones: «Aunque estoy agradecido, mi deseo es quedarme en el Feyenoord y seguir trabajando en lo que creamos el aquí».
En el AZ, lo que mejor habla de su paso por allí, son las plusvalías generadas en lo futbolístico y en lo económico, a través de jugadores que ahora están bastante alejados del foco. Con él explotaron piezas muy cotizadas en el momento de su salida, como Calvin Stengs, de vuelta a sus órdenes en el Feyenoord tras estancarse en el Niza y Royal Amberes, Fredrik Midtsjø (Pendikspor), Myron Boadu (Twente), Oussama Idrissi (Pachuca), Owen Wijndal (Royal Amberes) o Teun Koopmeiners (Atalanta). Salvo este último, potenciado por otro estratega experto en convertir el agua en un Gran Reserva como es Gasperini, casi todos aquellos jugadores son considerados one season wonder. Eso ensalza la labor de Arne Slot.
En el Feyenoord, jóvenes como Justin Bijlow, Mats Wieffer, Lutsharel Geertruida, Tyrell Malacia, Quilindschy Hartman o Quinten Timber han debutado en la selección nacional neerlandesa tras crecer de la mano de Arne Slot. También se ha repuesto a las ventas de piezas capitales como las que representaban Fredrik Aursnes y Orkun Kökçü (Benfica), el propio Malacia (Manchester United), Sebastian Szymanski (Fenerbahçe), o Marcos Senesi y Luis Sinisterra (Bournemouth). Eso por no hablar del tridente de moda que conforman ahora Santiago Giménez, Igor Paixão y Yankuba Minteh en la Eredivisie. Los jóvenes al poder.
🧑🏫 ¿De verdad Arne Slot encaja en Anfield?
Esa filosofía de cantera y desarrollo de promesas es uno de los intangibles del Liverpool, que atraviesa un cambio generacional importante. A Arne Slot no le temblaría la mano lo más mínimo con ellos, parece el técnico indicado si lo que se busca es rentabilizar a los menos experimentados de la casa. En contraposición, no es un técnico que haya dirigido nunca a estrellas mundiales, ni a demasiados veteranos como Van Dijk o Mohamed Salah, entre otros. Por estilo, sin embargo, su propuesta de fútbol rock & roll sí se asemeja mucho al modelo de Jürgen Klopp.
Los equipos de Arne Slot tienen su propio sello. Bajo los intangibles de subir las revoluciones a los partidos, hacerse fuertes en las grandes citas desde una presión alta abrasiva (en el día a día es más precavido y defiende en bloque medio), la verticalidad ofensiva por bandera y una flexibilidad posicional que completa su carta de presentación, digna del discípulo que se busca para Klopp. Con el 1-4-2-3-1 o el 1-4-3-3 como esquemas de partida, que a la hora de proponer mutan a dibujos más asimétricos, en los que sus laterales cobran un valor extra por ser mucho más que jugadores para subir y bajar la banda. Con el tiempo ha apostado más por los perfiles constructores, como son Trent Alexander-Arnold y, en menor medida, Joe Gomez en este Liverpool. De hecho, el Feyenoord es uno de los equipos que confiaron en eso de usar centrales de laterales, y viceversa, a lo Pep Guardiola en el Manchester City, sin renunciar tampoco a correcaminos como podrían ser Robertson o Conor Bradley.
Conociendo a Thomas Gronnemark, el lanzador de la banda de Klopp en Liverpool
El desborde exterior corre a cargo de los extremos, siempre que se pueda a pierna cambiada para habilitar su diagonal hacia dentro y amenazar desde la frontal del área, algo que también casaría con Luis Díaz, el propio Mohamed Salah o el primer Cody Gakpo que conocimos en el PSV Eindhoven. A este último le conoce bien por haberle sufrido en sus propias carnes. Lo de atacar con muchos efectivos y correr riesgos con la defensa adelantada tras pérdida, no tan al extremo como Jürgen, le resulta familiar también a los fieles de Anfield. Da la sensación de que los Van Dijk, Konaté o Quansah aprobarían la idea de contratar a este entrenador. Su compatriota, de hecho, así lo corrobora: «Es uno de los mejores entrenadores holandeses del momento. Con su forma de jugar y la filosofía que tiene, puede ser entrenador del Liverpool».
En el centro del campo impera el ida y vuelta y la mencionada premisa de imprimir verticalidad para romper líneas, cosa que a los Mac Allister, Szoboszlai y compañía también les podría potenciar al máximo. Sin ser Klopp y tratándose de una incógnita por descubrir fuera de la Eredivisie, Arne Slot es lo más parecido que hay a Jürgen en el mercado. Tiene mucho sentido que desde la parte roja de Merseyside se hayan interesado por un hombre que, eso sí, tiene contrato vigente hasta 2026 con el Feyenoord. Al menos, hasta nueva orden.