Reece James Chelsea
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Reece James, el último capitán «de los de antes»

Como si fuese un fichaje más, la noticia de la capitanía de Reece James en el Chelsea ha llegado en medio de una calurosa tarde de verano. Nadie esperaba nada, y quizás por eso ha ilusionado el triple a la parroquia blue. Es uno de ellos el que va a llevar el brazalete, cumpliendo el sueño de todos aquellos que acuden a Stamford Bridge cada fin de semana. Pese a ello, este gesto hace mucho que no se veía. Los homegrown players que representan como nadie a los suyos son una rara avis, presa de los tiempos que vivimos. Cada vez quedan menos jugadores que sean la personificación del escudo.

💙  Reece James, una vida de azul

Todo sea dicho: nadie se merecía más ese brazalete que Reece James. Su vida ha estado ligada al color azul de ‘su’ Chelsea, entrando a los seis años en las categorías inferiores. Ha pasado por todos y cada uno de los equipos de la cantera, teniendo solamente un breve periodo de un año en el Wigan Athletic. Vamos, que ni una de las joyas de Cobham se iba a escapar del ambicioso sistema de cesiones del Chelsea. Eso sí, no tardó en volver (aquí su suerte sí que fue diferente a la de la mayoría), pues Lampard le necesitaba. Los blues no podrían hacer fichajes por una sanción de la FIFA, abriéndosele las puertas para una oportunidad tremenda. Tendría un año para hacerse valer.

Reece James Chelsea

Reece James siempre ha estado ligado al Chelsea.

Consiguió hacerse parte importante de un equipo con mucha presencia de canteranos, demostrando ser mucho más que un lateral derecho. Estando en auge Trent Alexander-Arnold, él era una reinterpretación de ese nuevo lateral inglés. Quizás no tendría esa sensibilidad que si posee el del Liverpool, pero él era mucho más completo. Así, dentro de esa montaña rusa que es el Chelsea, empezó a hacerse imprescindible. Daba igual quién ocupase el banquillo, pues Reece James era el titular. Su talento, sumado a su pasión y aquella Champions que consiguieron en 2021, lo elevaban como uno de los favoritos para la grada de Stamford Bridge. Era cuestión de tiempo que llevase el brazalete. Y, a sus 23 años, ya lo tiene. Lo ha conseguido.

🤔  ¿Hace cuánto no veíamos algo así?

Hace demasiado que no veíamos algo así. Es más, el ya mencionado Alexander-Arnold y Reece James son los dos únicos exponentes de algo que era costumbre hace no demasiado. Crecer y desarrollarse en el equipo de su vida para acabar triunfando allí ha dejado de ser común por como ha cambiado la industria del fútbol. Ahora, poco les importa a los clubes vender a sus jugadores si llega una buena oferta. Muchas veces se señala a los propios jugadores por matar ese romanticismo, pero es cierto que los equipos también forman parte de esta problemática.

Reece James, si está donde está, es porque se alinearon los astros. Hubiese triunfado en otro lugar, seguramente. Y Alexander-Arnold apareció en el momento justo, cuando hubo un vacío tremendo en el lateral derecho del Liverpool. Si no, la venta era clara. Fichar se ha vuelto algo sencillo, tanto que sale más a cuenta mirar en el mercado a rebuscar entre lo que ofrece el filial. Además, dentro del contexto de la burbuja de la Premier League, es aún más fácil. Cualquier equipo puede darle a ese canterano los minutos que demanda, así como la posibilidad de crecer a largo plazo. No hay más que ver a Henderson, el ya legendario ex capitán del Liverpool, se lo llevaron muy joven del Sunderland. Es más fácil buscar que crear a ese capitán perfecto.

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🔚  ¿James, el último de su especie?

Noticias como la capitanía de Reece James deben ser bien recibidas. Son la muestra de que ese fútbol más romántico sigue dentro del fútbol moderno, aunque sea colándose por las pocas rendijas que deja libre. Lo que en su día fueron Paul Scholes en el Manchester United o Steven Gerrard en el Liverpool, el joven lateral ya lo es en el Chelsea. Es una pequeña victoria del fútbol de antaño, estando disfrazada de un jugador hecho con el molde de un futbolista moderno.

Eso sí, esta condición puede cambiar. Un jugador así recibirá ofertas interesantes, por lo que es posible que su carrera no siempre vaya a estar ligada al Chelsea. En su mano está seguir el legado de esos futbolistas homegrown de antaño o seguir el mismo camino que el resto. Harry Kane, por ejemplo, parece que saldrá tras una vida como jugador del Tottenham. Desde luego que Reece James está en el sitio indicado para conseguirlo, así como Alexander-Arnold. Quizás, con un poco de suerte, en unos años hablaremos de ellos como los desafiaron lo común por seguir el camino de antes. Y todo por el amor a su escudo. Que la fortuna esté del lado del nuevo capitán del Chelsea.

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