«No se nada de cómo superar a otros; solo conozco el modo de superarme a mí mismo». Esta es una de las frases más utilizadas en la sabiduría de los samuráis, esos guerreros japoneses de élite que realizaban el servicio militar para los nobles. En concreto, el nombre samurái proviene del verbo saburau que significa «servir a alguien». Más adelante, ese término se adoptó para la gente que luchaba en las batallas por el pueblo japonés. En el plano futbolístico, esta palabra también se usa para nombrar a la selección de fútbol de Japón, en la que uno de sus máximos exponentes ha sido Shinji Kagawa.
Lo mires por donde lo mires, el mediapunta es uno de los grandes exponentes que ha dado el fútbol nipón. De los primeros que se podían encarnar en la vida real con uno de los personajes de Oliver y Benji. Un samurái que ha sido estrella fuera de sus fronteras y que ahora, a sus 33 años, regresa a sus orígenes. Jugará esta temporada en el Cerezo Osaka, club que le vio nacer. Un movimiento que se ha cerrado en este alocado mercado invernal, marcado por el despilfarro de la Premier.
Después de cortar las caderas de varios de sus rivales con sus afilados movimientos, Kagawa ha elegido retrotraerse para firmar la paz consigo mismo y envainar su espada. Atrás guarda el recuerdo de Alemania, Inglaterra, Turquía, España, Grecia y Bélgica. Con más canas y arrugas que cuando empezó, el soñador Shinji está preparado para lo que tenga que venir en el que probablemente será su último servido a un fútbol que quedó maravillado por su talento descomunal.
✍️ Shinji Kagawa returns to Cerezo Osaka. 🌸🏠#JLEAGUE #ShinjiKagawa pic.twitter.com/gQdGf8q4j7
— J.LEAGUE Official (English) (@J_League_En) February 1, 2023
💫 De superviviente a un terremoto, a estrella del fútbol
Kagawa nació en Kobe, la sexta ciudad más grande de Japón, en 1989, el mismo año que el Manchester United y el Everton jugaron un amistoso en la ciudad como reclamo para enganchar a los japoneses al fútbol inglés. Sus primeros pasos los dio en un equipo llamado Miyagi Barcelona. Sin embargo, el 17 de enero de 1995, la vida de Kagawa dio un vuelco. Un gigantesco terremoto sacudió la ciudad durante unos segundos con una fuerza en la escala sísmica de 6,9 sobre 7. Murieron casi 6.500 personas, unos 4.000 edificios resultaron dañados y la ciudad entró en caos. Se escondió con su madre y su hermana mayor en el armario para protegerse. Kobe tardó años en reponerse de ese duro golpe.
Con el paso del tiempo, el futbolista pasó por el Cerezo Osaka, equipo al que ahora vuelve como leyenda, y con el que debutó profesionalmente en la élite del fútbol japonés en 2007 con 18 años. Con los de Osaka marcó 57 goles y dio 17 asistencias en 127 partidos. En 2010 firmó su salida al Borussia Dortmund por 350.000 €. Y en Alemania empezó su legado.
🥳 Kagawa y Klopp, una pareja ganadora
El japonés aterrizó en Dortmund sin saber mucho lo que se iba a encontrar. Un equipo construido alrededor del polaco Robert Lewandowski y que contaba también con Mario Götze, Nuri Sahin y Mats Hummels. Era año de Mundial, el de Sudáfrica, pero no lo convocaron para a ir esa cita que coronó a la Selección Española. Eso fue un palo duro para Kagawa, que empezó a trabajar sin descanso como forma de reivindicación. Era el tercer año de Jürgen Klopp en el equipo y consiguieron derrotar al Bayern para llevarse la Bundesliga. Además, ganaron el derbi ante el Schalke 04. Fueron años de control del Dortmund.
Kagawa fue incluido en el Equipo del Año de la Bundesliga en la temporada 2010/2011. Pero la campaña siguiente todavía fue mejor. El Dortmund consiguió el doblete de liga y copa, con 17 goles marcados y 14 asistencias por parte del nipón. Otra temporada estelar le abrió las puertas para viajar a Inglaterra.
🔱 Kagawa cambió su catana por el tridente
Siempre fue admirador del Manchester United, que estaba buscando un sucesor para Paul Scholes. La irrupción de Kagawa fue tal que los ‘Diablos Rojos’ se tiraron a por su fichaje por unos 16 millones de euros. Ferguson seguía de entrenador y quería reinar de nuevo en la Premier League. El japonés se encontró con jugadores como Ferdinand, Evra, Rooney, Scholes, Van Persie, Giggs o Nani.
Los rojos consiguieron el título de la Premier en la 2012/2013, su último trofeo de liga. Sin embargo, nunca fue un titular indiscutible en Old Trafford. Además, Ferguson, el hombre que apostó por él, se retiró al acabar la temporada. Con la salida del entrenador escocés, también se fue media historia del United, estuvo 27 años. Después de su marcha, el Manchester ha tenido más penas que éxitos.
Entró David Moyes de entrenador, pero la sintonía con Kagawa no convenció al japonés, que jugaba perfilado a la banda izquierda, cuando es un jugador que destaca desde la posición del ’10’. Después de Moyes llegaron Giggs y Van Gaal, aunque ninguno llegó a triunfar ni confió en Kagawa. Viendo que cada vez había más competencia en el equipo, llegó en 2014 Ángel Di María, Kagawa decidió salir para volver a ser importante en algún proyecto. Volvió a mirar atrás. Recordó en lugar en el que fue feliz. Regresó a Dortmund en verano de 2014.
💣 Un ataque bomba y un paseo por Zaragoza
Su regreso a Alemania estuvo marcador por cumbres y valles. Dientes de sierra. Sin embargo, lo más destacable de esa segunda etapa fue una Copa de Alemania en 2017 y el atentado que sufrió el equipo el 11 de abril del mismo año en Dortmund. De camino al partido de ida de los cuartos de final de la Champions League ante el Mónaco, detonaron un artefacto cerca del autobús del equipo alemán. No se tuvieron que lamentar incidentes fatales, pero la imagen fue dantesca. El español Marc Barta fue el peor parado.
La UEFA solo atrasó un día el partido ante los franceses, que ganaron la eliminatoria gracias a un estelar Kylian Mbappé. El francés hizo su aparición estelar en el mundo del fútbol con tan solo 17 años, marcando tres de los seis goles del Mónaco en el global de la eliminatoria. Consecuencia o no, tras ese atentado, fueron pasando una lista de entrenadores por el Dortmund. Thomas Tuchel se fue y llegaron Peter Bosz y Lucien Favre. El papel de Kagawa fue cada vez más testimonial hasta que se fue cedido al Beşiktaş en 2019.
Su paso de seis meses por Turquía fue testimonial. En ese momento se paró a pensar lo que quería. Su deseo era jugar regularmente y apareció la puerta de España y de la segunda división. Con 30 años, Kagawa recaló en el Zaragoza en la división de plata de nuestro fútbol. En la capital maña, Shinji sorprendió más por lo que fue que por lo que era. Metió 4 goles y dio 2 asistencias para un Zaragoza que quedó eliminado en las semifinales del playoff de ascenso ante el Elche.
🌍 Sus últimas vueltas antes de su regreso a casa
Tras su periplo por Zaragoza, se quedó sin equipo unos meses antes de recalar en enero de 2021 en el PAOK de Salónica griego, con el que ganó una copa de Grecia, pese a jugar solo 12 partidos. Volvió a hacer las maletas en 2022 para recalar en el Sint-Truidense belga, cantera de futbolistas japoneses. Por ahí han pasado Daichi Kamada, Takehiro Tomiyasu o Shinji Okazaki, que todavía sigue jugando para ellos. Pero el ocaso ya está cerca para el bueno de Kagawa.
A sus 33 años, vuelve a sus orígenes. Será la estrella del Cerezo Osaka en la liga japonesa, que empieza el próximo 18 de febrero. En la que todavía sigue jugando su ídolo, Andrés Iniesta, en el Vissel Kobe.