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Van Dijk, Alexander-Arnold y un Liverpool sumido en el caos

Difícil, pero cierto. El Liverpool ha concedido 11 goles más esta temporada que durante toda la campaña pasada. Y aún le quedan nueve partidos de Premier League al conjunto red. Números equiparables a los 36 goles que recibió la temporada 2020/2021 en 29 partidos. Ese Liverpool andaba octavo en la Premier, a nueve puntos de la Champions, pero acabó tercero. Este curso, los reds también son octavos, pero a 12 unidades de las posiciones de Copa de Europa.

La sombra de verse fuera de la Champions League siete años después es alargada en Anfield. Precisamente en la 2015/2016 llegó Jürgen Klopp al equipo. Y es ahora cuando está pasando uno de sus peores momentos. Para un equipo que normalmente cuenta con una de las defensas más férreas de Inglaterra, este es un territorio pantanoso.

Y repasando los goles concedidos del ‘Pool’ hay dos jugadores que suelen salir en las fotografías: Virgil van Dijk y Trent Alexander-Arnold. Sus errores defensivos están penalizando a un equipo que no encuentra la fuga de escape por la que están entrando casi todos sus rivales.

😣 Un cambio de cara preocupante del Liverpool

El Liverpool ha sufrido un cambio radical respecto al curso anterior. De los 26 goles encajados la temporada pasada, este curso ya lleva 35. Esto se traslada a un aumento de 0,7 goles por encuentro en contra el año pasado a 1,2 esta campaña. En los disparos a portería que recibe la plantilla de Klopp, también se puede ver cómo el Liverpool ha pasado de recibir 2,82 disparos a los 4,14 de esta temporada. Casi el doble.

El equipo ha pasado de una presión agresiva, con 9,9 pases permitidos al rival antes de la primera presión, a un escasa oposición y contención, pues este año la cifra asciende hasta 11,51 pases. Aunque los reds buscan limitar la amenaza de sus oponentes, en realidad están concediendo oportunidades de mayor valor.

Mientras que en campañas anteriores el Liverpool tenía el control de los partidos y del marcador, no puede decirse que esta sea la tónica habitual durante el presente curso. El Liverpool ha recibido el primer gol en más de la mitad de sus partidos de liga, mientras que el porcentaje de goles recibidos en los primeros cinco minutos supera el 20%. El conjunto de Anfield entra dormido al partido.

🙃 Van Dijk, del mejor del planeta a «uno más»

Uno de los bajones más preocupantes es el de Virgil Van Dijk. El neerlandés ha pasado de ser el central más dominante del planeta a ser un defensor por momentos desbordado. Su sola presencia era un enorme condicionante para el rival y facilitaba una presión muy alta de su equipo en campo contrario. Sin embargo, ya nada de aquello existe.

La grave lesión de rodilla que sufrió el zaguero a finales de 2020 le dejó casi un año fuera de los terrenos de juego. Una dolencia de la que se presupone que se recuperó en condiciones, aunque es evidente que físicamente no es el mismo. Y eso se nota cuando el Liverpool tiene que defender a campo abierto. El neerlandés está más expuesto y sufre más.

Van Dijk ha pasado de ser insuperable a ser un «uno más». En la temporada 2018/2019 nadie consiguió regatear al zaguero, mientras que ahora solo sale ganador en el tackle sobre sus regateadores en un 43,8% de ocasiones. Se nota que no anda tan rápido como antes. Tampoco tan eléctrico para anticiparse o ágil para meter la pierna.

En uno de los goles que encajó el Liverpool ante el Arsenal en el último partido de la Premier League, el central llega forzado, deja que la jugada cambie constantemente su perfil corporal y cada intervención sobre la acción ofensiva termine por ser más deficiente que la anterior:

 

Recientemente, el gol del triunfo del Bournemouth también dejó malparado al tulipán. Van Dijk salió de su zona y dejó libre la posición de remate, donde terminó apareciendo Philip Billing para anotar. En general, esta es su peor temporada en el Liverpool en cuanto a bloqueos (18), intercepciones (25), despejes (100), puntos por partido (1,63) y duelos aéreos ganados (71,8). El zaguero red se ha humanizado esta temporada.

😳 Alexander-Arnold, un coladero por la banda derecha

El lateral inglés siempre ha estado expuesto a la misma crítica desde que juega en el Liverpool. Es un futbolista de banda excelente en toda fase ofensiva; de hecho, este curso lleva tres goles y cuatro asistencias, pero pierde fácilmente su marca en defensa. Es la pieza más débil de un dispositivo defensivo en jaque y de un equipo quebrado en su confianza, en su sistema y en su funcionamiento colectivo.

Por ejemplo,’TAA’ ha sufrido mucho cuando se ha tenido que enfrentar al Real Madrid y a Vinícius Júnior, uno de los jugadores más ofensivos del planeta.

Liverpool

El brasileño se ha merendado en sus duelos al lateral del Liverpool. Sobre todo escuece el gol de la última Champions en la final con el centro-chut de Valverde que encontró al extremo blanco libre de marca a la espalda de Alexander-Arnold. Sus estadísticas muestran un 57,4% de regateadores derribados (tercera mejor marca personal), pero está promediando su campaña con menos despejes (28) y la segunda con menos derribos e intercepciones (78). Además, dos errores graves suyos han acabado en disparos del oponente.

Trent no es ni mucho menos rápido ni fuerte; tampoco es un jugador que destaque por su tensión, lectura, instinto o capacidad para anticipar el movimiento de su par. Arnold es un elegido con la pelota, a la hora de dibujar pases, combas, curvas y efectos imposibles, que alimentaba la maquinaria ofensiva del imparable Liverpool de Klopp. Desde sus imposibles envíos se dibujaban ataques indefendibles y se organizaba la presión, entonces efectiva, en territorio del oponente. ‘TAA’ es el termótetro red: si él no sufre, significa que el equipo ataca con fluidez y vive en campo rival; por el contrario, si debe encadenar fases defensivas cerca de su área, el pronóstico se antoja delicado para los chicos de Klopp.

En ataque, el inglés promedia un 81% de decisiones exitosas con el balón en los pies; su porcentaje más alto. No obstante, su impacto ofensivo está lejos de acercarse al de otras campañas. Así, se puede concluir que el Liverpool ni mucho menos es tan dominante como en el pasado. y, donde antes había fortalezas, ahora solo hay debilidades.

Ya en el tramo final de la competición, el ‘Pool’ solo puede luchar por meterse en Europa. Para ello tendrá que afinar su nivel defensivo y ordenar el caos que tiene en estos momentos. Quedar fuera de cualquier competición continental sería un fracaso para el proyecto de Jürgen Klopp.

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