Inglaterra vuelve a mostrar músculo. Contundente victoria de los ingleses ante Gales por 0-3 en el estadio Ahmed bin Ali para cerrar su pase a los octavos de final en la primera posición del Grupo B. Se verá las caras ante Senegal.
Tras un choque gris frente a Estados Unidos, los ‘Three Lions’ volvieron a exhibir un desempeño impecable con un Rashford mayúsculo. El del United, con su doblete, asoma la cabeza entre los máximos goleadores del Mundial con tres goles. Estuvo secundado por Phil Foden, titularidad y gol para el del City, y por un Kane que está en modo generoso.
Por su parte, Gales volvió a ser una selección endeble. Queda última de su grupo por detrás de Irán con solo un gol marcado, el que consiguió Bale en el primer partido. Un Bale que se quedó en el banquillo en el descanso por molestias. En el primer tiempo, solo realizó un pase en campo contrario… y fue de banda.
🚪 Rashford y Foden tiran la puerta abajo
Primera titularidad para los jóvenes vecinos de Manchester y gran actuación de ambos. Pese a que se retan en duelo en la Premier League, con Inglaterra se entienden a la perfección. Dan mucha verticalidad y rapidez al juego de los ingleses. Están constantemente en movimiento y en carrera, con una conducción impoluta, son capaces de marcar la diferencia. Además, ante Gales, fueron los primeros en presionar. Las mejores ocasiones de los de Southgate y el segundo gol llegaron tras un robo en campo contrario. Rashford, con un tremendo lanzamiento de falta y con una gran acción individual, ya suma tres goles en la Copa del Mundo. Le dedicó su brillante actuación a un amigo fallecido días atrás.
🔍 Vuelve el Bellingham superlativo
Esta Inglaterra empezó a lo grande el Mundial. Los de Southgate fueron un vendaval ante Irán. Demostración de poderío ofensivo con una pegada casi perfecta. Todos tuvieron su momento, pero sobresalió Jude Bellingham. Recital del joven centrocampista del Dortmund. Sin embargo, ante Estados Unidos no pudo demostrar todo su potencial y el equipo se resintió. Ante Gales, volvió el comandante de Stourbridge. Junto a Rice y Henderson, dibujó lo que Inglaterra necesitaba para llevarse el triunfo y recuperar su pegada. Tiene clarividencia para encontrar a los compañeros mejor posicionados y no escatima sus esfuerzos para recuperar el balón. Es la definición de un auténtico mariscal.
🎄 Harry Kane ya tiene puesto el árbol de Navidad
El atacante del Tottenham es un delantero definitivo. Por lo que genera, por lo que marca y por lo que asiste. Lleva tres asistencias ya en el Mundial. No se veía a un jugador inglés dando tres pases de gol… desde Beckham en 2002. Es líder en esta estadística. Engaña con su aspecto british y con su corpulencia. Parece un delantero clásico, pero cuando se mueve por el campo se convierte en un atacante extraordinariamente dañino.
Sabe fijar a las defensas rivales y ser letal en el área, pero también se mueve como pez en el agua cuando sale. Tiene un nivel asociativo fuera del alcance de muchos killers europeos. Ya dio dos asistencias contra Irán y frente a Gales puso otro caramelo para que marcara a placer Foden. Aún faltan algunas fechas para la navidad, pero Harry Kane ya ha plantado su árbol bien iluminado y se ha enfundado el traje Santa Claus en Catar.
🛏️ Gareth Bale ve la vida de gris
La estrella de Gales ha cerrado un torneo con muchos más nubarrones que claros. Como toda su selección, ha estado por debajo del nivel esperado. Ultramotivado siempre que escucha el himno de su país, el exjugador del Real Madrid ha sumado unos números pírricos. Ante Inglaterra solo tocó el balón en siete ocasiones… y lo perdió cinco veces. Cero superioridad para su equipo.
Gareth Bale tras el partido ante Inglaterra
Se quedó en el banquillo tras el descanso por molestias. Pese a sus escuetas actuaciones, Bale es medio escudo de Gales. El único gol de ‘Los Dragones’ fue el suyo de penalti ante Estado Unidos. Para ser honestos, tampoco le han acompañado otros hombres que se preveían importantes como Daniel James, Aaron Ramsey, muy mal torneo del ex del Arsenal o Juventus, o Joe Allen. Frente a Inglaterra, solo fogonazos. Nada de consistencia en las acciones. Adiós por la puerta de atrás.
