Cada vez está más extendido en el fútbol de selecciones el hecho de nacionalizar futbolistas con raíces familiares, algo que no se suele ver con muy buenos ojos en los países que dejan de lado. Sin embargo, también hay otra vertiente de jugadores que, por distintas cuestiones, nacieron en un lugar diferente al que representan hoy en día.
Algunos por la primera cuestión y otros por la segunda, Marruecos es en este Mundial el combinado que menos deportistas autóctonos tiene en plantilla. Y, aunque cuenta con una variedad de procedencia importante (6 países diferentes), como Australia o Canadá, la que mayor diversidad posee en su lista (8), es la de Catar.
Fuente: Jaime Macías (Fútbol Infinito)
🇳🇱 Importante disputa con Países Bajos
Hasta 14 de los 26 citados por Walid Regragui, que también es nativo de Francia, vivieron su alumbramiento fuera de Marruecos. El propio técnico, tras su histórica victoria ante Portugal, declaró que quería enfrentarse a Francia en semifinales por ser su país de origen. Aunque no todos los nacionalizados han contado con la aprobación del «otro país». El caso más representativo es el de Hakim Ziyech, al cual muchos tildan de fracasado, o de cosas peores, por renunciar a jugar con la Oranje, una selección de mayor bagaje histórico.
Van Basten llamó “estúpido” a Ziyech cuando este prefirió jugar con Marruecos y no con los Países Bajos.
En 2018 Ziyech jugó el Mundial i los neerlandeses, no.
Ahora, Ziyech en semifinales. Y los Países Bajos, no.
— Toni Padilla (@Toni_Padilla) December 10, 2022
En una tesitura similar se encontraron Noussair Mazraoui o Mohammed Ihattaren. El segundo, por ahora, es la excepción, tras completar su proceso formativo en las inferiores de Países Bajos. El primero sí escogió a Marruecos después de que, en 2014, la Federación de Fútbol Marroquí pusiese en marcha una campaña para captar talentos jóvenes con doble nacionalidad. Algo que, en el último año, han replicado Argentina o Ghana.
✈️ Achraf Hakimi y Munir Mohamedi crecieron en España
El lateral derecho del PSG, concretamente, nació y se crio en la capital. Incluso, a nivel futbolístico, creció de la mano del CD Colonia Ofigevi de Getafe, hasta que en 2006, el Real Madrid le dio la oportunidad en La Fábrica. Allí se curtió durante una década, para terminar por abandonar la entidad merengue en 2016, rumbo a Dortmund.
Por su parte, el actual guardameta del Al-Wehda FC saudí nació en Melilla y, tras dar sus primeros pasos en la cantera de la Agrupación Deportiva Ceuta y el primer equipo de la UD Melilla, defendió también la portería del CD Numancia o el Málaga CF. En 2020 abandonó España para unirse a las filas del Hatayspor turco.
🔄 El caso de Munir El Haddadi
